Sin granjeros no hay comida

Para los líderes políticos de gran parte del mundo la subida de precios de los alimentos que están afrontando la mayoría de países es consecuencia del calentamiento global, y su solución pasa por sustituir la alimentación tradicional con insectos.

Esa es la realidad que desde gobiernos, medios y grandes empresas se está difundiendo, con mayor asiduidad conforme avanzan los años. Todo con una meta: alcanzar los 17 objetivos de desarrollo sostenible que promueve la Agenda 2030.

La realidad de los agricultores, y sobre todo de los ganaderos, es muy distinta. Para ellos, la subida de precios de los alimentos no está provocada por el calentamiento global sino que es consecuencia de las políticas medioambientales que ya fueron concebidas hace décadas, como la Agenda 2021, que salió a la luz en el año 2000 y que hoy se conoce como la Agenda 2030.

La viabilidad de estos objetivos y las consecuencias que está teniendo para los agricultores y ganaderos ha sido contada por The Epoch Times en el documental Sin granjeros no hay comida. ¿Comerás insectos? que expone la agenda oculta detrás de las «políticas verdes» globales.

El problema holandés: «Necesitan los terrenos para ubicar a los inmigrantes»

El documental se centra en buena parte en el problema holandés y en cómo uno de los mayores países exportadores de carne del mundo ha terminado por cerrar el 59% de sus medianas y grandes empresas ganaderas; muchas de ellas con décadas de historia y gestionadas por sucesivas generaciones que, en la actualidad, creen que la suya será la última que se haga cargo del negocio. Es la destrucción del sector en pro de la reducción de emisiones de nitrógeno que la ganadería vacuna emite en su proceso de digestión.

En 2022, el Gobierno de Países Bajos anunció la obligatoriedad de bajar las emisiones hasta el 70% en algunos lugares e incluso hasta el 95% en otros para «proteger la naturaleza». Los granjeros se encontraron entonces ante tres soluciones: la «sostenibilidad», la reubicación o el cierre de las granjas.

«El problema del nitrógeno es algo que se han inventado, es una gran mentira. No tiene nada que ver con el medio ambiente. Ahora ni siquiera puedes vender las tierras, porque nadie va a poder usarlas, así que el Estado puede llevárselas», explica uno de los ganaderos afectados en el citado documental.

«Necesitamos el terreno para construir casas. Hay muchos inmigrantes viniendo, así que necesitamos casas. Su objetivo es transformar Holanda en una gran ciudad», asegura la analista holandesa Eva Vlaardingerbroek, activista a favor de los derechos de agricultores y ganaderos y que aparece en el reportaje.

The Epoch Times también expone el testimonio de varios científicos que aseguran que el modelo de nitrógeno no funciona, pero que, aún así, se sigue utilizando: «Nunca se habla de innovación, sólo de controlar a los ganaderos».

El documental plantea que la expropiación de las tierras —la única salida viable para muchos propietarios— se está utilizando como el método a través del que crear un sistema de reubicación de inmigrantes. «Cuanta más población hay, más terreno se necesita para ubicarla. Así que, quien tiene las tierras tiene el poder», asegura otro de los protagonistas.

La (fallida) lección de Sri Lanka

En 2021, sin apenas planificación, en medio de una grave crisis económica y en contra de las advertencias de los agricultores, Sri Lanka decretó un régimen absoluto de cultivos sólo orgánicos.

La prohibición de fertilizantes artificiales en los cultivos redujo drásticamente las producciones, lo que ha llevado a una contracción de la economía del país en 2022 de un 8%. Y al cierre de cientos empresas, y al suicidio de los productores que, ahogados por las deudas, no contemplan otra salida.

El documental expone y analiza el fallido experimento de Sri Lanka como el previsible resultado que puede tener en otros lugares la aplicación de políticas medioambientales sin el estudio de su impacto socioeconómico.

Cuando no puedas pagar por la comida común, come insectos

Todo apunta a que el objetivo es el cambio radical en el sistema de producción de alimentos. Y si no hay comida, urge la necesidad de encontrar su sustituto para la supervivencia de los seres humanos: los insectos.

En junio de 2021, la Unión Europea aprobó el consumo de insectos y en algunos países como Holanda ya existen más de 20 fábricas dedicadas a la producción de este alimento compuesto de harina de gusanos y grillos.

«No hay una demanda real de la población para consumir insectos, y aún así se están abriendo fábricas. Parece que hubiese una idea de que, cuando ya no puedas pagar por la comida común, no te quede otro remedio que acceder a consumirlos«, denuncia una de las entrevistadas en el documental.

Sin agricultores no hay comida: ¿te comerás los insectos? narra, a través del periodista Roman Balmakov, las historias no contadas de agricultores obligados a cerrar sus negocios, las consecuencias que esto tendrá en el suministro de alimentos y por qué los insectos comestibles de repente están pasando a un primer plano como la «solución verde global». Es la próxima crisis global que los medios de comunicación del mundo están ignorando.

Vea el documental íntegro aquí.

 https://gaceta.es/europa/sin-granjeros-no-hay-comida-el-documental-que-expone-la-agenda-oculta-tras-las-politicas-verdes-20231003-0909/