El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

viernes, 2 de junio de 2023

No confundir el tocino con la velocidad

Parece ser que alguien ha dicho que el cambio climático aumenta la violencia contra las mujeres. Muy bueno. Será porque los hombres agobiados por el calor la toman con sus señoras. Da igual, siempre que el citado estudio haya sido subvencionado y les hayan abonado una buena cantidad de dinero. Yo propongo otros estudios: incidencia entre comer ostras y bailar sevillanas. Cómo afecta el cambio climático a los huevos fritos. Los piojos de la cabeza y la resilencia, o relación entre la hormiga macho y los espárragos de Tudela.

Podría citar otros cientos más. Se ve que el sentido común ya no se lleva. Lo único que interesa es hacer negocio y, por supuesto, reafirmar los dogmas de la izquierda. Así nos tienen distraídos todos los días con dilemas absurdos, mientras aprovechan para hacer su voluntad que es de lo que se trata. Que no seamos conscientes de la crisis económica, la decadencia de la educación, la ruina de los autónomos, la desesperación de agricultores y ganaderos, la destrucción de la familia, etc.

jueves, 1 de junio de 2023

Un artículo genial de Itxu Díaz (no es mío)

Cuatro años de insultos y división. Cuatro años de un tipo soberbio y narcisista, pasándose por el forro leyes y cortesías, promesas, tradiciones y moralidades. De mentiras. Y cuatro años de brasa constante. Porque el mayor error electoral no ha sido ni su errática gestión, ni su ideología radical, ni su admiración desordenada por sí mismo. El mayor error ha sido lo mucho que nos han dado el coñazo, lo muchísimo.

Que no comas carne. Que no vayas en coche. Que te compres una bici. Que comas saltamontes. Que tengas una novia bien gorda. Que no reces si no es a Alá. Que tus hijos no son tuyos, que son del Estado. Que te salga más barato un crimen sexual que hacer un viaje sorteando radares de Tráfico, los muy feministas. Que la ETA está bien y Vox es Satán. Que no riegues. Que cambies las lechugas por placas solares. Que de ese chiste está prohibido reírse. Que te dejes el dinero que no tienes en comprarte el coche eléctrico que no quieres.

Que ese programa de radio no se puede escuchar. Que no circules por el centro de la ciudad. Que contrates un negro. Que no le digas «negro». Que fiches a una tía en lugar de ese chico, pero que no utilices pronombres femeninos al hablar con ella, por si acaso tiene el día fluido. Que la calefacción a la temperatura que yo te diga, que te calientes con mantas, que ni se te ocurra poner el aire acondicionado por debajo de 27 grados. Que no se puede trabajar al sol y que a la sombra no hay trabajo. Que hay que cerrar todas las centrales nucleares antes de 2030, que luego ya le compraremos energía a quien la tenga abiertas.

Que te pongas mascarilla, que a casa a las ocho o te multa la policía, que no se puede fumar en la terraza, que te vacunes y te tatúes un QR sanitario en el culo hasta para entrar en la funeraria donde yace un familiar al que no se te ocurra acompañar, que se muera solo, que eso está bien, que lo dicen los belgas, que ya les daban matarile antes de la pandemia con la inyección del derecho a que decidan por ti.

Que abortes, que abortes con alegría, y que no se lo digas ni a tus padres; y que te calles, que la niña es del Estado. Que no reces en la calle, que eso es violencia machista si hay una clínica de masacrar bebés en la manzana. Que no hables en español, que discriminas. Que te pongas el pin 2030, el de los buenos. Que solo con consentimiento, explícito, firmado y compulsado. Que el sexo no existe, lo que llaman género, que la biología es aprendizaje cultura, y que serás cancelado como discrepes desde tu cátedra, desde tu foro, desde tu atalaya intelectual, qué sabrás tú.

Que no se te ocurra regalar un balón a un niño, que le expliques a tu hija que los juguetes están de huelga. Que te dejes violar por una obesa. Que te bajes una app para registrar quién hace cada tarea del hogar. Que no te pongas minifalda, que llegues sola y borracha, que todos los hombres son sospechosos aunque se demuestre lo contrario, que las chicas nunca mienten. Que al niño hay que llamarle maltratador en potencia, que a la niña hay que pagarle que se ponga un trozo de grasa o de músculo haciendo de pene, o una prótesis hidráulica con botón de ON/OFF, y que debe parecernos bien que Manolo hoy sea Manola y saque toda la recortada al aire en el baño de abuelitas.

Que a la playa te vistas así, que no cantes las de los 80, que dicen «marica», «negrito», «zorra» y locuras así. Que paguen millones de impuestos las clases medias, que para eso son ricos. Que no discrepes en nada, que te acribillamos, como a Sabina, que ahora es un fascista y sus canciones ya no molan. Que la Montero, la Yoli, y la Belarra son los auténticos modelos femeninos y el motor de prosperidad del país, no como Amancio Ortega, que es un don nadie.

Que hay que mover a los muertos, que hay que tirar monumentos, que hay que reabrir la guerra civil, que hay que tirarse la sangre seca a la cabeza unos y otros. Que estamos inaugurando la democracia, que antes del niño prodigio de los trileros nadie se había subido a un Falcón disfrazado de JFK. Que lo que opinen los españoles es interesante, pero que el que manda es Mohamed. Que hay que traer más inmigrantes sin papeles, que son todos de paz, que los nacionales en el paro se callen y no sean xenófobos. Que Venezuela es la nueva América de la libertad, que Castro es nuestro modelo a seguir, y que Petro es San Petro. Que hay que pagar el cine a los mayores, las vacaciones en tren a los jóvenes, y que hay que dejar de trabajar tanto, que estamos explotando al personal y que lo importante son las pagas por identidades. Que si las matemáticas con perspectiva de género, que si hay que enmendar la totalidad de la gesta española, que si se aprueba aunque no se apruebe, que si la filosofía es peligrosa, que sí, que no, que prohibido, prohibido, prohibido.

Cuatro malditos años dando el latazo a todo el mundo todo el rato. Y alguno en el PSOE todavía se pregunta qué ha podido salir mal.

https://gaceta.es/opinion/que-ha-podido-salir-mal-20230601-0610/?scroll-event=true

miércoles, 31 de mayo de 2023

La religión más perseguida del planeta

Más de 360 millones de cristianos son hostigados

Occidente mira hacia otro lado ante la persecución a los cristianos en todo el planeta

Cristianos perseguidos por su fe. Twitter

Secuestros, asesinatos, violación de menores, quema de iglesias… La sangre y el sufrimiento de millones de cristianos deben de ser invisibles para quienes dictan la agenda informativa y deciden qué causas deben ser apadrinadas con la creación de lobbies regados con generosas subvenciones, leyes ad hoc y hasta la llegada masiva de refugiados. Nada de eso se aplica a los cristianos perseguidos –algunos mártires– por más que cada año sigan profesando la religión más hostigada del mundo.

En concreto, más de 360 millones de cristianos son perseguidos y discriminados por su fe, uno de cada siete en el mundo, uno de cada cinco en África, dos de cada cinco en Asia y uno de cada 15 en Hispanoamérica. Así lo recoge el informe de Puertas Abiertas en su lista mundial de persecución 2023, que sostiene que los diez países donde mayor persecución sufren los cristianos son Corea del Norte, Somalia, Yemen, Eritrea, Libia, Nigeria, Pakistán, Irán, Afganistán y Sudán.

Los datos, sin embargo, no suscitan la reacción de ningún gobierno u organismo internacional, ni minutos de silencio o arrodillamientos masivos en los partidos de fútbol o la NBA. Nadie, excepto la Hungría de Víctor Orbán, que tiene un secretario de Estado para la Ayuda a los Cristianos Perseguidos –Tristan Azbej–, considera relevante que los cristianos sean masacrados sistemáticamente. 

Los medios de comunicación tampoco lo incluyen en su agenda. Pero una sola muerte en Estados Unidos, la de George Floyd a manos de un policía (condenado por homicidio accidental, homicidio no intencional con desprecio por la vida y homicidio no intencional en la comisión de delito grave), provocó que grandes multinacionales, deportistas de todo el mundo, estrellas de Hollywood y gobiernos se adhirieran al movimiento ‘Black Lives Matter’.

Las vidas cristianas, a tenor del silencio oficial, valen menos para Occidente, que mira hacia otro lado aunque las matanzas sean habituales. Las últimas se produjeron hace unas semanas en el Congo, donde 72 cristianos, entre ellos un sacerdote, fueron asesinados por Estado Islámico. Según el Barómetro de la Seguridad de Kivu, este grupo terrorista es responsable de 3.375 muertes en el Congo desde 2017. En Nigeria, país cercano, 3.000 cristianos son asesinados cada año. Que las víctimas sean negras ni siquiera ha suscitado la condena de quienes emprendieron aquella campaña sobre el color de la piel.

Quizá una de las razones por las que Occidente no levanta la voz es porque gigantes como China o India apenas toleran la práctica de la fe cristiana. India es el undécimo país del mundo donde más persecuciones se producen y China el decimosexto. Ambos son superpotencias económicas con las que comercian casi todos y, en el caso chino, su modelo de control absoluto de la población es el paradigma que las élites occidentales quieren importar. De ahí que el trato que España o la UE dispensan al presidente Xi Jinping se asemeje más al del lacayo que agasaja a su amo que a la habitual diplomacia hacia un Jefe de Estado.

Entre tanto, la clase política española se pelea por ser recibida por el Papa o desfilar en las procesiones de Semana Santa con fervor impostado. Incienso aparte, rara vez oímos un discurso que denuncie el genocidio cristiano. Al contrario, perseguir la cruz no es que sea motivo de vergüenza y reprobación, sino que otorga réditos políticos. Profanar una capilla universitaria medio desnuda al grito de «arderéis como en el 36» o «sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios» lejos de motivar una expulsión del centro o el repudio social, fue el trampolín de una fulgurante carrera política: Rita Maestre sería nombrada portavoz del Ayuntamiento de Madrid sólo cuatro años después. Hoy pelea por ser alcaldesa.

Que España le haya dado la espalda a la cruz se aprecia con nitidez en su acción exterior. La reciente ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global no incluye ni una sola vez el término cristiano mientras que son permanentes las alusiones a la igualdad de género, el feminismo, los derechos sexuales, LGTBI, etc. Así, en su artículo 2. e) habla de «igualdad de género, promovida desde un enfoque feminista, como un elemento imprescindible, transversal y distintivo de la cooperación española…». En el artículo 4. e) dice lo siguiente: «Alcanzar la igualdad de género, asegurar la protección y el respeto de los derechos de las mujeres, las niñas y las adolescentes, desde un enfoque interseccional, incluyendo los derechos sexuales y reproductivos; fomentar su participación y empoderamiento en la vida civil, social, económica y política, frente a los obstáculos estructurales que lo impiden…». En el apartado f) de este mismo artículo se lee: «Promover los derechos de la infancia, la adolescencia y la juventud, de manera transversal y con enfoque de género»; en el h) «Promover la gobernanza democrática global y marcos regulatorios inclusivos…»; en el q) «Proteger y promover los derechos de las personas LGTBI en todo el mundo, contribuyendo así a la diversidad de las sociedades…».

Que los cristianos refugiados no son una prioridad del Gobierno de Pedro Sánchez también quedó patente en el verano de 2021, cuando tras la caída de Kabul en manos de los talibanes, el Ministerio de Exteriores se negó a contestar a la petición de ayuda planteada por VOX para salvar a un grupo de cristianos afganos que solo necesitaba el permiso de Moncloa para aterrizar en España y solicitar asilo como minoría religiosa perseguida.

 

https://gaceta.es/mundo/occidente-mira-hacia-otro-lado-ante-la-religion-mas-perseguida-del-planeta-20230410-1250/

 

Más sobre la invasión islámica: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-conquistaremos-el-norte-con-el-vientre-de-nuestras-mujeres-24-05-23

lunes, 29 de mayo de 2023

La procesión va por dentro

 Últimamente tengo muchos problemas. No doy abasto de rezar. Además me preocupa todo el mundo. Me dicen que no puedo estar pendiente de todo, que ya tengo bastante con lo mío, pero yo soy así, tengo todo  presente todo el tiempo. Una de las cosas que me ha pasado es que se me ocurrió llevar a mi gatito a revisión porque ya es mayor y tuvieron que dormirle. Pues resulta que al cabo de seis horas todavía se tambaleaba por la anestesia.

Así que nos llevamos un buen susto. Naturalmente, la gente que me ve por la calle no es consciente de mis preocupaciones. Por eso se dice que la procesión va por dentro. Yo procuro sonreír, ser amable con todo el mundo. Al fin y al cabo, los demás no tienen culpa de mis problemas. Por eso habrá gente que piense que todo va bien y no puedo quejarme. Hombre, desde luego hay cosas peores, pero el que no me queje no quiere decir que no me duela.

sábado, 27 de mayo de 2023

Cómo enfrentar la ideología woke

 

El fantasma woke ha pasado en pocos años de ser un completo desconocido a estar en el centro del discurso mediático y político. Un discurso que por lo general tiende a limitarse a la denuncia de la supresión de libertades que conlleva, que no son pocas. La última víctima ha sido Hope Carrasquilla, rectora y profesora de un colegio de Tallahassee (Florida) que ha sido recientemente obligada a renunciar a su cargo por haber expuesto a sus alumnos de 11 y 12 años imágenes del David de Miguel Ángel. La obra de arte, le acusaban, suponía acercar a los niños a la pornografía.

Sin embargo, buena parte de estos discursos no terminan de ofrecer respuesta a una pregunta sin la que "todo ensayo queda incompleto", a juicio de Fernando Bonete Vizcaíno: "¿Y ahora qué?".

Dar respuesta a esta pregunta y así "plantar cara a la cancelación" es uno de los objetivos que ha llevado a Vizcaíno, doctor en Comunicación Social y  profesor de la Universidad CEU San Pablo a publicar Cultura de la Cancelación. No hables, no preguntes, no pienses, de la mano de Ciudadela.

Partiendo de un riguroso análisis teórico de las doctrinas woke, cómo estás se aplican implacables en los aspectos más cotidianos del día a día y de sus herramientas de control para penetrar en el debate público, el también graduado en humanidades y periodismo cierra el círculo y ofrece una forma de enfrentar la llamada cultura de la cancelación. Y lo hace desde propuestas realistas que todo lector podrá poner en práctica para ofrecer alternativa a un fenómeno "grave" pero "salvable… todavía".

Extraemos ocho de ellas:

1º Decir la verdad

Es una de esas propuestas "obvias", "sencillas" y "al alcance de todos" y que, sin embargo, deja de llevarse a cabo en aspectos mínimos y cotidianos ante la presión woke. En opinión de Bonete Vizcaíno, hacerlo "debería ser la primera barrera para frenar la cultura de la cancelación".

"Dar la espalda a la verdad por el mal uso de unos implica la perdición de todos. La ausencia de verdad barre la ética y nos deja los restos de una opinión, que se moraliza y se convierte a sí misma en la única que puede pronunciarse", explica analizando algo que parece estar ocurriendo en la cancelación.

2º Y tener la valentía de defenderla 

A lo largo de Cultura de la Cancelación. No hables, no preguntes, no pienses, su autor recurre a Benedicto XVI como uno de los referentes en alertar de la persecución a la verdad y en instar a la valentía en su defensa, como hizo respondiendo a Peter Seewald en torno a la dictadura del relativismo. "Es preciso tener la osadía de decir: sí, el hombre debe buscar la verdad, es capaz de la verdad. Nos muestra aquellos valores constantes que han hecho grande a la humanidad. Por eso hay que aprender y ejercitar de nuevo la humildad de reconocer la verdad y de permitirle constituirse en parámetro", respondió el pontífice.

Esta es, a juicio de Bonete, una sentencia de "importancia absoluta", ya que "la verdad y el bien que tan atractivos nos resultan no triunfarán solos".


Puedes conseguir aquí "Cultura de la cancelación" (Ciudadela), de Fernando Bonete Vizcaíno.

3º La verdad no se defiende ni "sola" ni debería hacerlo "uno solo"

Muestra de ello es la cita a la que recurre el autor, de autoría cuestionada pero de importancia "absoluta": "Cuando los malos se ponen de acuerdo, los buenos deben asociarse; si no, los buenos irán cayendo, uno a uno, sacrificados implacablemente en una lucha mezquina".

No son pocas las distopías con las que Bonete Vizcaíno ejemplifica las consecuencias de creer que la verdad se defiende sola, así como el despertar que se produce en la sociedad cuando esta es consciente de que puede alzarse frente a un sistema injusto, por mucho poder que parezca tener.

Es el caso de Sinsonte, de Walter Tevis, donde "la indiferencia absoluta" de los ciudadanos ficticios guarda no pocos parecidos con la sociedad actual. Son pequeñas muestras de "inquietud intelectual" o "actos de rebelión insospechados" los que posibilitan que "una chispa avivada y amplificada" prenda cuando se descubre que "se pueden incumplir restricciones que parecían inquebrantables".

4º Dar testimonio

"Leer, conversar, amar, procrear, e incluso dar órdenes a los robots. Todo ello era en realidad posible. Bastaba un encuentro entre hombre y mujer, y una verdadera voluntad de cambio para que el bien triunfara sobre la dejadez que acabó por desembocar en el mal. Ese es el gran descubrimiento. Que cuando nos alzamos como representantes de la verdad, somos capaces de iluminar y despertar el bien con nuestro testimonio. Que encarnar la verdad es necesario", sintetiza el autor.

5º Desterrar el buenismo, la pereza y el silencio cómplice

Otra alternativa la justifica en base a la novela Apocalipsis suave, de Will McIntosh, también distópica y con no pocas semejanzas con el presente real. En ella, "todos se refugian en la creencia de que lo único que pueden hacer es sobrevivir al día a día: encontrar un trabajo en un mercado laboral arrasado por el paro; encontrar pareja en una sociedad marcada por el nomadismo; y circular con precaución en ciudades plagadas de bandas criminales, grupos paramilitares, ecoterroristas, y una fuerza policial extralimitada".

Ambas novelas ejemplifican la actitud de la cancelación "para imponer un pensamiento, una conducta y un lenguaje", así como la de muchas de sus víctimas, convencidas de que esta cultura "desaparecerá por sí sola y que la verdad será restituida por sí misma".

Frente a esta actitud, Bonete Vizcaíno llama a la acción de personas comprometidas con la verdad que se atrevan a defenderla en cualquier momento y lugar. "Personas que estén dispuestas a ponerse en juego y, llegado el caso, hacer sacrificios por ella. Personas que con el respeto debido dejen de optar por el buenismo, la pereza intelectual, un silencio cómplice o una verdad a medias para no parecer descorteses, no verse comprometidos y no asumir responsabilidades".


El profesor de la Universidad CEU San Pablo Fernando Bonete Vizcaíno, cosecha una amplia experiencia en proyectos culturales y económicos: fue uno de los jóvenes españoles que participó en el encuentro "Economía de Francisco" de 2020.

6º Llamar a las cosas por su nombre

Uno de los aspectos más asequibles y relevantes que propone el autor frente a la cancelación es "llamar a las cosas por su nombre", ya que las palabras y la forma de referirse a las cosas no solo implica "una poderosa representación del mundo", sino que otorga "el control del cambio social".

A través de multitud de casos reales, el autor muestra como el nuevo lenguaje -especialmente en lo referido al género o el aborto- "cambia nuestras estructuras mentales" a través de la ingeniería social, logrando que este último pase de ser considerado como "quitar la vida de una persona" a una "opción necesaria cuya disponibilidad debe ser garantizada".

"La palabra es la fuente del pensamiento; quien controla la primera controla el segundo. No confrontar las invenciones que cambian de nombre las cosas supone dejar vía libre a quienes quieren ajustar la realidad a su pensamiento, y no su pensamiento a la realidad de las cosas. Hay que decir la verdad y llamar a las cosas por su nombre", sentencia.

7º Sustentar y confrontar desde la ciencia e investigación

Para el autor no pasa desapercibido que la restauración de la verdad como horizonte -continuamente perseguida por la cancelación- debe llevarse a cabo mediante "el valor superior de la ciencia frente a la opinión". Especialmente cuando buena parte de las propuestas woke carecen de "ningún tipo de respaldo científico".

Por ello, para hacerle frente, el autor incide en que la confrontación de estas y otras falacias -la ideología de género o la eutanasia o los ya mencionados- debe ser guiada por el estudio, el análisis y el sentido crítico que acompaña al espíritu científico.

En estos términos, contar con profesores e investigadores que sepan trasladar los resultados de sus estudios a la esfera pública de manera comprensible y asimilable se hace crucial para enfrentar la cancelación.

"El sostén de nuestros análisis, nuestras protestas, y de nuestras propuestas, tiene que ir de la mano de la investigación. De estudios que hagan ver de manera limpia y desinteresada la verdad de nuestras ideas. En la transmisión de los resultados de esos estudios está el respaldo que hace ganar fuerza a una posición, pues dicha postura deja de ser mera opinión para convertirse en hechos, realidades", explica.

8º Confrontar los puntos de vista y aplicar la virtud 

Por último, Bonete Vizcaíno llama no solo a hacer uso de la libertad de expresión amparada en una buena base científica, sino a confrontar la verdad con posturas contrarias a ella y en que quien lo haga sea capaz de hacer llegar el mensaje al gran público moderando las formas sin moderar el discurso.

Así, menciona la importancia de ejercitar una verdadera labor de escucha que "exige grandes virtudes": "Paciencia para atender a todos los argumentos hasta el final, intentando comprender las razones de nuestros interlocutores sin dejar que el estereotipo nos lleve al prejuicio; la humildad para descubrir los aciertos en las propuestas y demandas de la otra parte, incluso para llegar a reconocer que estamos equivocados; y disponer de la suficiente madurez personal e intelectual para ser `ofendido´ o no confundir el `no estoy de acuerdo´ con el `me ofendes´". Escuchar, concluye,  "nos permite defender con mayor claridad nuestra posición. El que no escucha, otorga".

 https://www.religionenlibertad.com/cultura/628957119/ocho-formas-de-enfrentar-la-cultura-de-la-cancelacion.html

viernes, 26 de mayo de 2023

El dióxido de carbono es un gas fundamental en la naturaleza

 

Dióxido de carbono: la excusa del globalismo para que la población acepte que controlen su modo de vida

 
Unsplash
Gerardo Del Caz

El dióxido de carbono es un gas fundamental en la naturaleza que interviene en procesos biológicos como la fotosíntesis o el equilibrio del pH en los océanos. Demonizar un elemento químico y basar la acción política en él es propio de ignorantes y supone supeditar la política industrial, el empleo y la prosperidad de las sociedades a eslóganes y maximalismos baratos sin base científica.

Si por algo se caracteriza la política actual es por simplificar asuntos complejos para, progresivamente —nunca mejor dicho—, convertir estas cuestiones en eslóganes primero y en incuestionables ejes de la acción política, después.

Desde hace años la llamada «izquierda» persigue la demonización de la actividad económica amparándose en la hipótesis del cambio climático. No nos engañemos; el objetivo de los políticos no es preservar el planeta Tierra o que los cangrejos del río Mississippi sigan viviendo en su hábitat natural. La finalidad es que, bajo unas premisas de alerta medioambiental y utilizando el recurso al miedo y al interés colectivo, la población pueda aceptar que la clase política asuma unos poderes de regulación y control sobre la actividad económica y sobre el modo de vida de los particulares. Todo ello mediante, entre otras muchas cosas, el dominio de las fuentes energéticas para favorecer un modelo económico y de sociedad determinado en el que cada vez habrá menos libertad y espacio para la iniciativa individual.

El dióxido de carbono es una excusa y una diana perfecta puesto que es uno de los gases generados en los procesos de combustión de combustibles fósiles y, por tanto, está asociado a los procesos de transformación energética más básicos en la sociedad, desde el transporte individual con automóvil, el avión o la propia generación eléctrica.

Cuando con ignorancia supina se habla de «descarbonizar la economía» o se menciona la «neutralidad de carbón», se está apuntando a reducir y eliminar las emisiones de CO2 asumiendo automáticamente que éstas son las responsables de un hipotético problema medioambiental y que, a golpe de real decreto y de rodillo legislativo, se pueden evitar esos daños medioambientales simplemente con acabar con las emisiones de este gas. La realidad es mucho más complicada y exige mucho más conocimiento para emitir simples y vacuos mensajes con consecuencias muy peligrosas.

Antes de nada, el CO2 es un gas fundamental para la vida en la Tierra. El ciclo del carbono y la fotosíntesis se basan en este gas y en su transformación en oxígeno. Sin el CO2 no podría existir la vida en nuestro planeta. La presencia del CO2 en la atmósfera terrestre es aproximadamente de 390 partes por millón, o sea un 0,039% de la totalidad de gases que forman la atmósfera terrestre; sin él no habría plantas, alimentos ni humanos. ¿Cómo se puede denominar a este gas «enemigo»? ¿es simple ignorancia? La respuesta es que el miedo al CO2 y la alarma medioambiental dan pie a que se pueda aceptar y aprobar normativas y restricciones que tiene unas repercusiones claras en la vida de las personas y que se considere como deseable determinadas políticas que cercenan la capacidad económica individual y la propia libertad.

La farsa de la izquierda sobre la descarbonificación y el ataque urgente y despiadado contra las emisiones se caen por si mismas cuando se observa que España es únicamente responsable del 0,58% de emisiones de CO2 por actividad industrial en el mundo en comparación con países como China (30%), Estados Unidos (14%) o India (10%) que, o no van a implantar ninguna medida o, si lo hacen, será mínima y sin comprometer a su economía y, siempre, a diferencia de España, defendiendo sus intereses y los de su economía.

Cuando a un agricultor en Palencia se le exige «descarbonizar su actividad económica» como si él fuera culpable de algo por sacar adelante a su familia como buenamente puede, lo que se ignora u omite es que se le va a obligar a tener que pagar hasta un 60% más en productos energéticos, a tener que renunciar al gasoil, a tener que desprenderse de sus activos de producción y, por ejemplo, tener que adquirir nuevos vehículos con alguna etiqueta “verde” o de colorines que serán más costosos y que implicarán inversiones inasumibles. A nuestro compatriota agricultor la descarbonización le supondrá una inversión adicional que comprometerá su viabilidad económica. ¿Quién podrá hacer frente a la misma? Por supuesto grandes propietarios, grandes empresas y fondos de inversión que progresivamente eliminaran a la agricultura familiar del panorama de producción.

Y mientras la muchedumbre en los mítines socialistas aplaude con ignorancia esta medida, ¿piensan ustedes, lectores, que en Marruecos, en Argelia o en otros países competidores de productos agrícolas se está obligando a sus agricultores a «descarbonizarse»? ¿le importa esto a los políticos españoles que piden descarbonizar todo menos sus coches oficiales o los Falcon a los que asistir a reuniones de partido?

En España, por ignorancia, mala fe y cobardía, se ha aprobado una legislación dañina para nuestra actividad económica que, además, perjudica a los más débiles. En plena escalada de los precios de la energía eléctrica, entre vítores y algaradas, se celebraba, cual talibanes ante los budas de Bamiyán, el derribo de las torres de refrigeración de la central térmica de Andorra, Teruel o el próximo cierre de Carboneras, Almería. Los que lo aplaudían probablemente ignoran que, mientras se pagaba la luz a más de 200 euros el MWh, se eliminaban centrales ya amortizadas que producían electricidad hasta a 35€/MWh eliminando potencia instalada, acentuando una carestía y una precariedad en el sistema del que sólo se benefician las grandes empresas productoras que ven, en esta estrategia verde y sin CO2, una forma de reducir la oferta y elevar el precio de la electricidad.

Efectivamente, entre eslóganes huecos y con el ruido de fondo de los aplausos en los mítines de los partidos políticos, sintiéndose todos defensores de la Madre Tierra, no se habla de las consecuencias terribles, de los costes a asumir ni de la pérdida de competitividad económica. Y cuando, de forma rara, hay alguien que osa decir que el emperador va desnudo, que la llamada «política de descarbonificación» sólo va a generar precariedad, desempleo y va a dañar a los más débiles o que a él sí le importan los agricultores de Palencia y que España y su agricultura pueda competir con los productos de Marruecos, esa persona será despiadadamente señalada y acusada precisamente de no querer salvar la Tierra ni los cangrejos del Mississippi ni de estar a la supuesta elevada altura moral de esa izquierda que, preocupándose mucho por el planeta, nos ha sumido en una precariedad energética que se puede comprobar con los precios de la luz para regocijo de las empresas eléctricas.

¿Es posible concebir unos gobernantes y legisladores que lleven a su país a la precariedad energética? ¿Se puede imaginar alguien que un Gobierno, en lugar de favorecer la oferta de energía, la elimine dando más poder a las empresas generadoras? En España sí, claramente. Y todo con la excusa de la descarbonización.

Cuando vuelva a escuchar a un político hablar de lo malo de las emisiones, pregúntese lo que les va a costar a ustedes y a nuestro país.

 https://gaceta.es/europa/el-co2-no-es-el-enemigo-la-precariedad-energetica-si-lo-es-20230501-0640/

miércoles, 24 de mayo de 2023

Mala hierba nunca muere

 Kissinger 99 años, Rockfeller 97, Soros 92, Rothschild 81, Las personas que dirigen este mundo son ancianos que, curiosamente son muy longevos. Dicen las teorías de la conspiración que consumen un producto que les mantiene con vida. O también puede ser que se hayan cambiado varios órganos internos. El caso es que da para pensar que los líderes de la humanidad, a nuestro pesar, no se mueran. Además, me temo que todos tienen hijos para que les sucedan.

Estos hombres forman la vanguardia del llamado nuevo orden mundial, que consiste principalmente en que todos vivamos peor para que unos pocos puedan vivir muy bien. De ahí el querer limitar el transporte, la alimentación, la energía, la familia, la nación y la fe. De ese modo seremos todos iguales, como ovejas manejadas por un estado omnipotente y omnipresente, al estilo de China, pero capitalista, donde la propiedad privada sea sólo un recuerdo.

 

lunes, 22 de mayo de 2023

Actualización

 No sé si os pasa lo mismo pero me han bajado mucho las visitas y todavía no es verano. Acabo de comprar una tablet nueva porque la antigua se ha roto. Tenía muchos años. Estoy probando a escribir con ella en lugar del ordenador. He estado preocupada porque a mí marido le han hecho una biopsia y afortunadamente ha sido negativa. Me parece que ahora los médicos se pasan con pedir pruebas.

Como no podemos ir al cine todavía por tres euros y tampoco nos llega el interraíl, voy a tener que protestar que a mí no me toca nada, más que pagar, claro. Yo también  quiero mi regalo electoral. Mientras vivimos mientras podamos, antes de que el globalismo nos quite la casa, el coche, el agua, la agricultura,  la ganadería,  la familia, y encima pretenda que sigamos siendo felices

No os perdáis este artículo de Juan Manuel de Prada: https://noticiasholisticas.com.ar/el-reinado-plutocratico-mundial-busca-mantener-a-la-inmensa-mayoria-en-un-nivel-de-pobreza-sostenible-por-juan-manuel-de-prada/

El interrail de Sánchez


A Sánchez los jóvenes le parecen idiotas, y hace lo posible para que lo sean, pensando que es la única manera de lograr su voto. Y por si no hay suficientes jóvenes en las edades tradicionalmente consideradas como tales, ha ampliado el segmento hasta los 30 años, a ver si siguen tontos y pueden consolidarse como votantes en ese momento.
Ahora les ha prometido una subvención de entre el 50 por ciento y el 90 por ciento en el Interrail, en su versión europea o nacional, para que viajen más barato y conozcan mundo en un momento en el que, en realidad, deberían estar trabajando, pagándose sus cosas, teniendo hijos y ayudando a mantener el Estado, que entre niños, funcionarios, parados y pensionistas ya tiene lo suyo.
Va a tener su gracia ver cómo autónomos al borde de la ruina ven subir sus impuestos mensuales para que el niño bien del vecino pijo pueda irse de fiesta a Suecia mientras el suyo, que no tiene para pagarse el hospedaje y la comida de la excursión, se queda en casa por mucho que Pedrito le regale el billete con el dinero de su padre.
 
Pero incluso aunque todos pudieran viajar, la promesa sigue siendo un estropicio que solo defienden los bobos, los inmaduros y los zánganos: con 30 años no se es joven, al menos en términos laborales, y un adulto no puede conformarse con una limosnita para irse de vacaciones.
El entusiasmo suscitado por el regalo de Sánchez, que está a medio minuto de prometerle a la juventud sexo, drogas y rock and roll, demuestra que no está del todo equivocado en su estrategia, válida para lograr sus objetivos electorales, aunque sea al precio de hundir definitivamente el país.
Porque esperar que haya la suficiente gente dispuesta a comprarle la idea de que un mozo tiene derecho a una paga, una vivienda y excursiones a cargo del Estado retrata a Sánchez pero, de tener razón, también a España.
Con Sánchez todo el mundo aspira a vivir del Estado, cuando es el Estado quien vive de todo el mundo, y sembrar la idea equivocada entre los más jóvenes solo puede producir desastres irrecuperables en varias generaciones.
Con 30 años, si no se tiene la vida encauzada, debería salirse a protestar, a pedir cuentas, a reclamar soluciones que garanticen que todo esfuerzo personal tendrá recompensa y, además, servirá para mantener un ecosistema decente y capaz de atender a los necesitados, a los enfermos, a los jubilados y a uno mismo en aquellos servicios esenciales que han de ser públicos y universales, los gestionen o no funcionarios.
Que en el país con más paro juvenil de Europa el presidente se atreva a prometer botellones en varios idiomas hasta los 30 años, una edad donde antes se tenían hijos criados y se combinaban fuerza física y conocimientos para tirar del carro, delata a Sánchez como un enemigo de la prosperidad cuya única aspiración es perpetuarse en una sociedad domeñada, asistida, acrítica y clientelar: el sueño de todo autócrata posmoderno que primero te quita la casa y luego te da un cuchitril.
Y que nadie proteste cuando el mismo personaje incapaz de evitar la okupación y paliar la escandalosa subida de las hipotecas se permita prometer viviendas baratas para todos, confirma la existencia de un caldo de cultivo inducido desde el Gobierno para convertir los desastres que provoca su incompetencia en oportunidades de supervivencia política.
Solo los economatos públicos de Podemos, el partido de una antigua cajera, empatan con Sánchez en delirio y colocan a España en la senda de las cartillas de racionamiento, las pagas miserables, el falso tiempo libre y la devoción a un líder que te da migajas a cambio de exigirte el alma.
 
 https://www.eldebate.com/opinion/20230509/jovenes-son-idiotas_113174.html
 

No confundir el tocino con la velocidad

Parece ser que alguien ha dicho que el cambio climático aumenta la violencia contra las mujeres. Muy bueno. Será porque los hombres agobiado...