No hay peor ciego que el que no quiere ver

 Cuando empecé a escribir en internet enseguida encontré una razón para escribir que justificaba y daba sentido a cualquier inconveniencia que pudiera tener: el aborto. Ya no se habla de ello porque se da por hecho y se considera un mal menor. No lo es. Es el mal mayor. No hay nada peor que pensar que muchos millones de seres humanos han sido sacrificados antes de nacer porque sus madres no se sentían preparadas para tenerlos.

Empezaron con motivos serios y, como suele ocurrir, acabaron abarcando todos los casos. Yo,  como madre de tres hijos, comprendo que una nunca se siente apta para la maternidad, menos si tiene problemas económicos. Pero esas cuestiones tienen solución con buena voluntad. Lo que no tiene remedio es la muerte de esos hombres y mujeres que nuestro mundo necesita, ahora más que nunca. Se trata del mayor genocidio de la humanidad y nadie habla de ello. 

Entrevista a César Vidal: