La vida en un cuaderno

 Parece ser que hay un libro llamado Si dijéramos la verdad donde nos reta a escribir la verdad de nuestra vida en un cuaderno. Es muy tentador, pero yo no podría hacerlo, porque eso afectaría gravemente a mis seres queridos. Lo cierto es que tendría mucho que contar, y algunas cosas ya las he ido insinuando en blogs anteriores pero el precio a pagar sería demasiado alto. Digamos que no he tenido una vida fácil. Desde la infancia a la primera juventud estuve muy sola. 

Luego estuve muy agobiada criando a mis tres hijos. Cuando parecía que lo peor había pasado, llegaron los problemas de la adolescencia. Más tarde los conyugales. Luego la muerte de mis padres. Realmente creo que hace sólo cinco años que puedo decir que tengo una vida sosegada. Teniendo en cuenta que seguro que ya he vivido tres cuartos de mi vida, me pregunto hasta qué punto me ha compensado. Eso sí, creo haber atesorado mucha experiencia para poder analizar el mundo.

Me imagino que bebo de todas esas fuentes para escribir mis artículos y también para saber discernir lo que es realmente importante, entre tanto información que recibimos a diario. De manera que se puede decir que este blog, y los anteriores, es el fruto de toda mi soledad, mi tristeza, mis decepciones; y también de las alegrías, que naturalmente también he tenido. Sin todo ello yo no sería la persona que soy, y probablemente pasaría mi tiempo viendo series y jugando a los videojuegos.