El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

domingo, 11 de febrero de 2024

Los de los Goya, por Luis Ventoso

 Ya se acercan, un año más. Lecciones de cejas altas de «progresismo» aplicado para todos, todas y todes. Chistes muy audaces… pero solo para zumbarle a «la derecha y la ultraderecha», porque con Mi Persona, ni una coña, que para eso somos del régimen. Almodóvar soltando alguna pequeña idiotez política. Y de presentadores, una dosis de comunismo camp (Ana Belén) y otra del inevitable mensaje pro homosexual (Los Javis). Modelitos súper chupis, a ser posible epatantes. Paseos por la pasarela dándose pote y gustándose, como si en la alfombra roja de Valladolid estuviésemos viendo desfilar a Marilyn y Marlon Brando reencarnados.

En efecto, hablamos de la plúmbea gala de los premios Goya, que retorna mañana vendiéndose un año más como «la gran fiesta del cine español».
¿Y qué pasa con el cine español? Pues que interesa muy poco a los españoles que nos vemos forzados a costearlo con nuestros impuestos, querámoslo o no, nos guste o no. Este periódico publicaba ayer una reveladora encuesta: el 70,7 % de los lectores reconocían que en el año pasado no habían visto ni una sola película española. Un 20 % había visto una y solo un 3,8 % habían acudido a dos.
¿Cuánto factura el cine español de taquilla? Ochenta millones de recaudación el año pasado. ¿Mucho o poco? Leche Feiraco, que es una cooperativa ganadera del interior de la provincia de La Coruña, suma más: 87 millones. El cine español es un gran tinglado de magros resultados, con muchas películas que reciben más dinero público del que luego consiguen en taquilla.
A mí me gusta que exista un gran cine español. Algunas de sus películas son hitos culturales que perduran en la memoria de nuestro país. Aunque otras que continúan siendo veneradas han envejecido fatal, como las de Berlanga de la serie de la «Escopeta nacional», o los soporíferos filmes con criptomensaje de Saura, o gran parte de la obra de Almodóvar. Pero lo que no me agrada es tener que subvencionarlo. ¿Cine español? Por supuesto, pero compitiendo en el libre mercado, sin flotadores artificiales. Si un director no interesa, si su historia es un truño que deja al público sopa, si los actores que ha elegido no saben ni vocalizar y se les entiende malamente, si encima trufan el bodrio con el inefable «mensaje»; si la cosa es un pestiño que no se sostiene comercialmente, ¿por qué tenemos que sufragarlo con el dinero que el Estado extractivo detrae de nuestras nóminas? El genio ignoto de turno tiene todo su derecho a rodar su película si encuentra financiación privada para ello, faltaría más. Pero no con nuestros impuestos.
https://www.eldebate.com/opinion/20240209/goya-dinero-nomina_173328.html
Me gustan las pelis de Nolan. He disfrutado con Origen, o con Interstellar. Y sin embargo, el Estado no me ha metido la mano en la cartera para ayudar a costearlas. En cambio he pagado infinidad de peñazos sobre la Guerra Civil –contada siempre desde un lado, o hasta rodados en vascuence normativo– que jamás veré. ¿Por qué tengo que aportar un dinero que me cuesta mucho trabajo ganar para financiar películas que pasan a un olvido inmediato en cuanto acaba la gala goyesca de autobombo?
España es ese país donde nos quejamos de las listas de espera hospitalarias, pero dilapidamos el dinero que no tenemos en traductores en el Parlamento, museos snobs de arte contemporáneo, cuchipandas culturales para que hagan turismo los creadores del régimen, pelis que no se ven, 17 defensores del pueblo, o una televisión pública que ofrece lo mismo que las privadas (e idéntica propaganda del PSOE).
Aprovecharé la gala de los Goya para ver alguna buena película. Igual me pongo «Río Bravo», o «Testigo de Cargo», o «Mi tío Jacinto». Pero en lo de Ana Belén y Los Javis mucho me temo que voy a causar baja.

12 comentarios:

  1. Tristemente pasa lo mismo por acá, un abrazo Susana!

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  2. Hola, Susana:
    No he visto la gala. De las películas premiadas me encantó “Robot Dreams”. “La sociedad de la nieve” me pareció lograda en lo técnico, no en lo narrativo.
    Creo que la Cultura debe ser accesible y promocionada, no gratuita ni subvencionada.
    Un abrazo.

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  3. Cuando voy a ver una pelicula, lo último que pienso es en la ideología del director o actores protagonistas, por eso, no entiendo que la fiesta del cine, se convierta en otra cosa que no sea dar premios a los que se lo merezcan y si quieren manifestarse, se salgan a la calle, como hace el resto de mortales.
    Un saludo.

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    1. Lo malo es que las películas también tienen ideología. Un beso

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  4. No veo películas españolas desde hace tiempo y tampoco veo las galas de los Goya.Besicos

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  5. Temas manidos (guerra civil y posguerra, ruralismo digno de mejor causa y ahora asuntos sobre la sexualidad alternativa), directores poco experimentados (surgidos muchos de ellos del mundo de la publicidad), actores principiantes que no saben vocalizar y sonido directo que ayuda a no entender nada de lo que dicen, películas innecesariamente premiosas, etc. Todo eso hace que rehúya ver cine español. Un cine que solo es posible gracias a las subvenciones que le da de comer, ya que no va ni el tato a ver esas películas. De ahí esas absurdas ceremonias como las de los "goyas" para darse pisto y animar a que alguien vaya al cine a verlas. No sé quiénes son esos "académicos", pero en su mayoría deben de estar afiliados al clan de "los de la ceja", provenientes de los tiempos de Zapatero. No sé qué pensará Víctor Erice y su despreciada "Cerrar los ojos" a pesar de tener bastantes imitadores, pero eso es en parte por no pertenecer a ese clan. Mucho slogan, mucha frasecita hecha, muchos chistecitos, mucha alfombra roja a los pies de Sánchez y mucho citar a sus papás y a sus mamás, intentando tocar la fibra sensible. Eso es la pesadísima gala de cada año. Hace bien en no verla. Lo mejor: la elegancia de Sigourney Weaver y su homenaje a su dobladora (dobladores/as es lo que necesitarían la mayoría de nuestros premiados actores y actrices).
    Un saludo.

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    1. Dicen que los dobladores son lo mejor que tiene el sector. No sería mala idea que doblaran también a los actores españoles. Bienvenido. Un beso

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