A pesar que la comunista República Popular China es uno de los estados fundadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no ha ratificado las convenciones relativas a la libertad de asociación y a la negociación colectiva.
En China hay casi dos millones de sindicatos. El establecimiento de sindicatos es obligatorio en las empresas estatales, mientras que en las privadas depende de la iniciativa de cada empresa.
Pero ahora viene lo kafkiano: La ley china obliga a que todos los sindicatos se integren dentro de ACFTU, un organismo que no es considerado ni democrático ni independiente y que es la única organización sindical permitida, al ser ésta un mero tentáculo del Partido Comunista Chino. Así pues, no hay sindicatos independientes y cualquier movimiento en esta línea es reprimido con dureza.
Claro que cuando uno conoce las precarias condiciones laborales existentes en la República Popular China, comienza a entender los precios, escandalosamente bajos, de los productos ´made in China´. Y entonces es cuando uno se pregunta por qué el gobierno comunista chino no aplica en su propio país lo que sus correligionarios, partidos y sindicatos de inspiración marxistas, se dedican a pregonar y exigir en el Mundo Libre.
Para encontrar antecedentes de las infrahumanas e insalubres condiciones laborales existentes en la actualidad en China, habría que remontarse al liberalismo capitalista salvaje, existente en la Europa del siglo XIX, cuyos abusos dieron origen al nacimiento del marxismo y sus diferentes sucedáneos socialistas.
Éstos son algunos de los testimonios recogidos y publicados por diferentes organismos internacionales que han investigado la situación real de las condiciones de trabajo en la República Popular China:
“Trabajo 11 horas diarias, seis días a la semana, pero solo gano 2.200 yuanes (270 euros) al mes. Vivo en un dormitorio mal ventilado compartido con otros compañeros”.
“Trabajo seis días a la semana de las 7 de la mañana a las 7 de la tarde. Es un trabajo duro que debe hacerse muy rápido: tenemos que acabar 105 piezas cada hora”.
“Mientras trabajas no puedes pensar en nada más: el encargado te riñe si no estás concentrada o vas demasiado despacio”.
“La soldadura provoca que las temperaturas sean extremadamente altas, el ambiente es tóxico. No tenemos ninguna protección para la boca y cuando me toco la cara se me irrita la piel. Nos pasamos de pie turnos de 12 horas seguidas y tenemos que pedir permiso para sentarnos”.
Estas declaraciones corresponden a trabajadores de importantes y conocidas fábricas. Si esto sucede en centros de trabajo que por su relevancia están más ´controlados´ y son centro de atención del periodismo internacional de investigación, ¿qué sucederá en el resto de fábricas, las menos importantes, que son la mayoría del país?
Mejor no pensar lo que sucede tras sus puertas. Allí nos podríamos encontrar con siniestros personajes con ´look´ Fu ManChú, proclamando orgullosos que ellos son como un padre para los obreros y que solo les pegan cuando se lo merecen. Suposiciones aparte, lo bien cierto es que 600.000 chinos mueren todos los años en su trabajo por ´agotamiento´.
Los muertos por suicidio, van aparte.
Eso sí, los comisarios políticos de dicho sindicato, se deben de poner ciegos de gambas, mientras sus afiliados se tienen que conformar con arroz hervido, sin delicias.
https://www.periodistadigital.com/politica/opinion/columnistas/20231201/china-paraiso-marxista-infierno-trabajadores-noticia-689404959791/
Los sindicatos que comenzaron con el fin de obtener beneficios para sus afiliados, ya en todo el mundo son emporio de riquezas para sus integrantes y a los trabajadores que los ayude Dios, lo de lo chinos es directamente un delito, un abrazo Susana!
ResponderEliminarY el mundo hace la vista gorda. Un beso
EliminarLa hipocresía de los países occidentales en particular y de todos en general cuando se trata este asunto, es repugnante, Susana.
ResponderEliminarFeliz viernes, si nos dejan, claro.
El dinero es el que manda. Un beso
EliminarAsí es.
EliminarConocía la situación, mi sobrino estuvo cinco años en china y mucho me temo que no es en lo único que abusan sus diregentes.
ResponderEliminarUn saludo.
Deberíamos contar estas cosas. Un beso
EliminarUna situación horrible para estos sufridos trabajadores chinos.Saludos
ResponderEliminarLlevan así toda su vida. Un beso
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