En el Govern lo decimos alto y claro: basta ya de perseguir, robar y vejar a Catalunya. Pongamos lo del Barça. Un honrado club de fútbol se gasta 7,5 millones durante años en pagos secretos al vicepresidente de los árbitros y los medios de Madrit van y deducen que ha sido para influir en los arbitrajes, para comprar partidos. Qué barbaridad. Qué nivel de maledicencia. Lo ha explicado perfectamente el bueno del president Laporta: todo es una conjura del Real Madrid, el equipo franquista por antonomasia. Y si el Barcelona le concedió tres veces su medalla de oro al «Generalísimo», y si el «més que un club» fue rescatado tres veces de la quiebra por Franco, y si los directivos blaugranas se ataviaban con uniformes del régimen en grandes fastos en el Nou Camp… todo eso no era más que un modo sofisticado de seguir avanzando en nuestro hecho identitario sin levantar sospechas.
Diario conservador de la actualidad
El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
sábado, 17 de junio de 2023
La realidad de Cataluña
La verdad es que el acoso español a nuestro pueblo viene de lejos. En el siglo XIX, Madrit nos
impuso un arancel textil que nos concedió el monopolio del algodón en
España. ¡Imagínense el curro que da eso! Y más tarde, Franco nos dio a
dedo la fábrica de la Seat, y el monopolio junto con Valencia para
montar ferias internacionales, y las primeras autopistas del país. Y
luego llegarían los únicos Juegos Olímpicos que se han celebrado en
España, gracias en parte a un enorme esfuerzo del Estado y la Corona. Y
el robo español continuó con Felipe González, que en 1994 vendió Enagás,
monopolio de facto de la red de transporte de gas en España, a la
gasera catalana por un precio inferior en un 58 % a su valor en libros. Y
Repsol, la gran petrolera española, pasó también a manos catalanas. Y
Aznar se plegó a Pujol en el Majestic para llegar al poder. Y todos los
modelos de financiación autonómica se han cortado al dictado de Cataluña
(aunque luego descubrimos que todos eran un robo a Cataluña). Y somos
la comunidad autónoma que más dinero ha percibido de los fondos de
rescate estatales. Y Sánchez nos ha inflado a pasta a lo bestia –en
detrimento de otras regiones–, en un intento de comprar a tocateja lo
que llama con cursilería «la desinflamación». Y el Código Penal se
cambia al dictado de los partidos separatistas catalanes. Y hemos
prohibido el español en los rótulos y en los colegios, saltándonos
incluso la ley para hacerlo, pero el castellano sigue siendo tozudamente
la lengua más hablada en Cataluña, probablemente por culpa de
omnipresente Franco, que no descansa ni un minuto aunque lleve ya 47
años muerto.
En
fin, que no paran de oprimirnos. Un último ejemplo. Los mossos y el
Consell de la República del president Puidgemont han investigado y la
sequía que soporta la Tierra Prometida no es para nada casual. Detrás se
oculta la mano negra de Madrit. Probablemente en algún momento
del franquismo colocaron ventiladores en un punto secreto de la Meseta
para que las borrascas que traen el agua no lleguen como es debido a
Cataluña. Es un tema grave, que vamos a llevar a la próxima mesa
bilateral con Sánchez. Exigiremos un nuevo Estatut para que Cataluña
tenga las competencias de los pantanos desde el Sil al Tajo y que el
Estado opresor nos indemnice debidamente. Y si alguien se pone tonto, un
toque a Sánchez y Conde-Pumpido y se arregla, que para eso los hemos
colocado ahí (y para que en el 2024 nos organicen la «consulta de la
claridad», léase el referéndum, y a partir de ahí, España, si te he
visto no me acuerdo, porque tanta persecución es insoportable).
La
artista española más universal hoy en día, Rosalía, es catalana, como
muchos de los principales comunicadores que triunfan en Madrid, o varios
de los escritores más leídos en España, o los cocineros mediáticos que
admira todo el país. Pruebas irrefutables de la implacable persecución a
Cataluña y todo lo catalán. A por la República, amigas y amigos, que un
tío de Tarragona es distinto y superior a uno de Teruel o de Tarifa y
no pueden continuar ni un minuto más siendo compatriotas desde hace
siglos en un mismo país.
https://www.eldebate.com/opinion/20230419/madrit-franco-persiguen_108866.html
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Alma y género, por Juan Manuel de Prada
Abundando en la tesis que exponíamos en un artículo anterior, leo en estos días un libro donde vuelve a probarse que con frecuencia el ateo ...
Cataluña es un mundo aparte, Susana, creo que el problema (te lo dice alguien que nació allí, en la Barcelona del 49) no lo tienen con España, de momento deben resolver casi el mismo que tenemos en toda España, ya sabes, las dos Españas, pues en cataluña es una mitad contra la otra mitad y sin posiblidad de acuerdo alguno, como en España en general.
ResponderEliminarA nuestro pesar, sigamos.
Un abrazo.
Pero les han convencido de que el problema es España. Un beso
EliminarVaya lío! Un abrazo Susana!
ResponderEliminarEs co picado. Un beso
EliminarLos prejuicios siempre hacen odiar lo diferente o ridiculizarlo. Te mando un beso.
ResponderEliminarIncluso cuando te beneficia. Un beso
EliminarVaya, sí que es un problemón. Uno grande y con muy difícil salida.
ResponderEliminarBesos
Lleva mucho tiempo ya. Un beso
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