La «tragedia silenciosa» de los embriones 'in vitro': «Son los grandes olvidados hoy en día»
La profesora de la Universidad Camilo José Cela Natalia Ochoa participa en el XXV Congreso Nacional Provida con una ponencia sobre la desprotección internacional del embrión
Para Natalia Ochoa el
embrión humano es «el gran olvidado» de nuestro tiempo. La profesora
titular de Derecho Internacional Público en la Universidad Camilo José
Cela de Madrid y especialista en Bioderecho lo plantea en el XXV
Congreso Nacional Provida, que tiene lugar este fin de semana en la
Universidad CEU San Pablo. Allí, Ochoa participa con una ponencia
titulada La desprotección internacional del embrión in vitro.
–Empecemos por la premisa, ¿es necesario proteger al embrión humano?
–Sí,
porque el embrión humano es el gran olvidado hoy en día. En los
ordenamientos jurídicos se discute si entra en la categoría de
'persona', pero lo que está claro es que es un ser humano, miembro de la
especie humana, y merece una protección como tal. De hecho, los
instrumentos internacionales sobre bioética apuntan a esto, y señalan
que el embrión debe protegerse contra prácticas que puedan vulnerar su
dignidad.
–¿Qué tipo de prácticas?
–Por
ejemplo, la clonación, la ingeniería y edición genética o la creación
de embriones solo para la experimentación… Hoy existen muchos riesgos
para el embrión humano, sobre todo para el producido in vitro:
las técnicas de reproducción asistida producen cientos de miles de
embriones sobrantes, que quedan congelados a -196º en tanques de
nitrógeno líquido y tienen un destino incierto.
–¿Cómo se ha llegado a esta situación?
–La
protección del embrión humano se ha visto perjudicada por dos
tendencias previas. En primer lugar, el intento de reconocimiento
internacional del aborto a raíz de la sentencia Roe v. Wade en EEUU, que
acaba de ser derogada. Esto generó una controversia que llegó al
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que concluyó que el no nacido no
es «persona», y por tanto no se beneficia de los derechos reconocidos en
la Convención Europea de Derechos Humanos. De estas sentencias se
derivan muchísimas más, y el aborto se va introduciendo en las
legislaciones europeas.
–¿Y la segunda tendencia?
–La
gran ofensiva de los llamados «derechos sexuales y reproductivos» a
partir de los años 90, entre los que algunos de los grupos más radicales
pretenden incluir un presunto «derecho al aborto». Otros argumentan que
ser padres también es un derecho incluido en este saco.
–Hoy en día en España esto no levanta ninguna ceja. Pocas voces cuestionan las técnicas de reproducción asistida
–Es
que tenemos una de las legislaciones más permisivas del mundo. De
hecho, somos un destino de turismo reproductivo, porque no se ponen
pegas prácticamente a nadie. Ni mujeres solas, ni parejas de lesbianas… y
tampoco hay límite de embriones que se puedan fecundar. En cada ciclo
de estimulación ovárica se pueden producir entre ocho y diez embriones,
pero la ley española solo permite implantar un máximo de tres.
–Y los sobrantes se congelan. ¿Qué ocurre con ellos?
–La
Sociedad Española de Fertilidad publicó recientemente un estudio que
estima que en nuestro país se conservan casi 670.000 embriones humanos
congelados, una cantidad elevadísima. Algunos se implantan en la madre,
cuando intenta un nuevo ciclo de fecundación, y menos de 5 % se donan a
parejas infértiles, que yo creo que es el destino ideal porque al menos
se les permite nacer. ¿El resto? La ley permite destinar embriones a la
investigación científica; es el destino de cerca del 17 % de los
congelados. El 18 % son destruidos a petición de sus propietarios, y hay
unos 80.000 que se consideran abandonados, porque los padres han dejado
de pagar las tasas o no están localizables. El panorama es preocupante,
una tragedia silenciosa.
Se reabre el debate
–¿Cómo está la situación legislativa sobre este tema en otros países?
–Hay
un poco de todo. Hay países que son mucho más cuidadosos. En Alemania o
Austria, por ejemplo, solo se permite la fecundación homóloga; es
decir, dentro de la propia pareja. Y en Italia solo se pueden fecundar
los óvulos que van a ser implantados, de forma que no se producen
embriones sobrantes. Pero en países como el Reino Unido, EE.UU. o México
la legislación también es muy permisiva.
–Antes citaba algunos documentos internacionales que sí abogan por cierta protección del embrión
–Es
cierto que cuando se empezaron a ver las amenazas para el ser humano
que suponen los avances en la clonación, las terapias génicas o la
investigación con embriones se empezaron a adoptar una serie de
declaraciones. La primera fue la Declaración Universal sobre Genoma y
Derechos Humanos que la UNESCO aprobó en 1997, y que prohíbe, por
ejemplo, la clonación con fines de reproducción. Esta hace mucho
hincapié en la dignidad del ser humano, tanto el nacido como el no
nacido.
–¿Hay más declaraciones en esta línea?
–En
2005, por ejemplo, la UNESCO aprobó la Declaración Universal sobre
Bioética y Derechos Humanos, que afirma que los derechos humanos priman
sobre el interés exclusivo de la de la ciencia o de la sociedad, y la
ONU pidió a los estados miembros que adoptaran las medidas necesarias
para proteger adecuadamente la vida humana. No obstante, el instrumento
más importante fue adoptado en el Consejo de Europa, el Convenio de
Oviedo, firmado en 1997, que garantiza la dignidad de todo ser humano,
de nuevo, nacido o no. Sobre la experimentación, remite a la legislación
de cada Estado, pero dice que la ley deberá «garantizar una protección
adecuada del embrión».
V Congreso Nacional de Bioética
–¿Qué se puede hacer, a su juicio, para revertir la desprotección de los embriones humanos?
–Creo
que habría que retomar el debate; ya no solo sobre las técnicas de
reproducción asistida, sino también sobre la gestación subrogada, que
algunos pretenden que se legalice también en España. Otro debate del que
no se habla mucho es la cuestión de la edición genética de seres
humanos, que solo se puede hacer con embriones in vitro. También se está
experimentando con la hibridación de embriones humanos con blastocistos
de ratones o conejos (para crear tejidos que se usen en trasplantes), y
se está avanzando en la creación de gametos y úteros artificiales. El
futuro pasa por hablar de todo esto: parece que el debate sobre la
reproducción asistida está cerrado, pero hay muchos peligros nuevos que
hay que poner sobre la mesa. Hay que seguir trabajando por un estatuto
jurídico del embrión humano que de verdad lo proteja, porque si no toda
la humanidad, también las generaciones futuras, está desprotegida.
–¿Hace falta, también, una mayor implicación del movimiento provida?
–Cuando
digo que el embrión humano es el gran olvidado, también pienso en los
grupos defensores de la vida, que a veces no lo tienen en cuenta. De
todos modos, sí hay propuestas, como este congreso o como la iniciativa
ciudadana europea One of Us, que se lanzó en 2012 y con la que se
pretendía lograr que la Comisión Europea dejara de financiar los
programas de investigación que conducen a la destrucción de embriones
humanos. Se trata de la iniciativa ciudadana más exitosa hasta la fecha,
ya que logró reunir casi dos millones de firmas, pero la Comisión
Europea decidió no tramitarla.
https://www.eldebate.com/familia/20230306/tragedia-silenciosa-embriones-in-vitro-son-gran-olvidado-hoy-dia_98002.html
Como todo gran avance de la humanidad tiene que tener su legislación, su cuidado y respeto, un abrazo Susana!
ResponderEliminarY no permitir embriones sobrantes. Un beso
EliminarTodo avance si se emplea para el bien de la humanidad es bienvenido pero siempre se cae en la tentación de usarlo para hacer daño y es es muy lamentable.Besicos
ResponderEliminarSiempre hay quien se aprovecha. Un beso
EliminarEs un tema que me supera, Susana, creo que mi subconsciente me impide razonar sobre este asunto. No lo entiendo, quizás sea una herida moral o, simplemente, un arcaísmo muy arraigado, los que me impiden llegar a un acuerdo conmigo mismo.
ResponderEliminarCurioso, no estoy ni a favor, ni en contra.
A mí lo que más me duele son los embriones congelados. Un beso
EliminarY aún peor los selectivos de género como el caso de la Paris que nos has contado hoy.
EliminarA ver, una cosa son los óvulos y otra los embriones. La diferencia está en que el embrión está fecundado, el óvulo no.
ResponderEliminarY hay que distinguir entre cigoto y embrión. El último paso sería ya feto.
Besos.
Aquí estamos hablando siempre de embriones. Un beso
EliminarA seguir protegiéndolos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me temo que la mayoría acaban en la basura. Un beso
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