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El experimento holandés ha fallado
La experiencia de los Países Bajos,
donde la venta y el consumo del cannabis es legal desde 1976, puede
servir de marco referencial para España. Pese a que el cultivo de la
marihuana está prohibido en Holanda, porque la intención a largo
plazo continúa siendo la de rebajar la demanda, la simple aquiescencia
con respecto al uso recreativo de las drogas blandas ha generado dos
efectos no previstos: los Países Bajos se han convertido en uno
de los principales productores de estupefacientes sintéticos del mundo
y, además, el crimen organizado –el principal encargado de proveer de
cannabis a las tiendas que luego venden a los pequeños consumidores–
cada vez tiene mayor aceptación social debido a los inmensos beneficios
económicos que genera el negocio y a la atmósfera de tolerancia
reinante.
El fenómeno guarda similitudes para los expertos policiales neerlandeses con lo que ocurre en México con el narco,
aunque en los Países Bajos la corrupción de momento no ha entrado en
los partidos políticos y la judicatura. En cualquier caso, Ámsterdam ya
es una ciudad conocida por ser el mayor epicentro europeo de la mafia.
Las luchas entre distintos clanes de narcotraficantes acontecen a plena
luz del día e incluyen amenazas, sobornos y tiroteos; también asesinatos
tanto de rivales en el crimen como de los periodistas que investigan el
submundo de hampa.
Curiosamente, la
referencia explícita al narco estuvo presente la pasada semana en la
Asamblea de Madrid. «Las drogas producen delincuencia organizada y eso
lo sabe bien su partido, Podemos, del que venía usted, y del que se
separó por poder y no por principios. Ese partido nació de las narcodictaduras. Bien sabe usted del sistema criminal que tienen detrás las drogas», le contestó Isabel Díaz Ayuso a Mónica García,
la líder de Más Madrid y principal impulsora de la propuesta de
legalización del cannabis. «No le pienso decir a los jóvenes que se
fumen dos porros, que alguien les va a regalar una paga y el aprobado,
porque esa miseria me niego a que esté en la Comunidad de Madrid», zanjó
Ayuso.
Drogas + Joven = Dificultades
Pero ¿qué hay de cierto en las afirmaciones de la presidenta regional? En los Servicios Sociales
de la Comunidad de Madrid, que atienden diversas problemáticas
juveniles, disponen de un conocimiento social de primera mano. Existe,
sin embargo, miedo a hablar. El temor por quedar señalado, por entrar en
cualquier lista negra –presente o futura– hace que muchos
profesionales, a la hora de conversar con los medios, soliciten hacerlo
preservando su anonimato.
«Las drogas suponen un atentado contra
la salud. Muchos de los problemas serios que surgen con los jóvenes
–aislamiento, salud mental, delincuencia, violencia– están relacionados
con las drogas. Es así. Lo tenemos más que demostrado… Legalizarlas
significa ponérselas un poco más cerca», señala un trabajador social con
décadas de experiencia en primera línea. «El enfoque científico
de la cuestión apunta justo en la dirección contraria; la ciencia
demuestra el efecto dañino, incluida la adicción, que producen estas
sustancias, especialmente entre los jóvenes, porque son más vulnerables.
Hay que explicarles a los chicos en base a los estudios científicos, es
decir, en base a las evidencias, que las drogas les hacen daño.
Mucho daño. Y luego, a mayores, para educarles también están los
testimonios de la gente que ha estado enganchada, en bandas, de los que
han tenido problemas de salud mentales o sociales, etc. Los testimonios
sirven de mucho», comenta el interlocutor.
Con relación al prisma de izquierdas sobre la cuestión educativa –la última reforma aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez permite que los alumnos puedan graduarse sin tener todas las asignaturas aprobadas y presentarse a la Selectividad con
un suspenso–, la valoración que realiza otra fuente de El Debate
próxima a la CAM también dista de resultar positiva: «Bajar el nivel de
exigencia tiene un claro impacto negativo entre los chavales. El PSOE y
Podemos lo encubren diciendo que la Unión Europea indica que las
competencias han de resultar más prácticas, pero Europa en ningún caso
exige una rebaja en cuanto a los conocimientos en sí. Sin exigencia, sin
esfuerzo, la calidad baja, y también baja el margen de autonomía de los
jóvenes, que tienen menos capacidades para luego afrontar las
dificultades».(...)
https://www.eldebate.com/espana/20220525/sexo-drogas-e-incultura-plan-izquierdas-convertir-jovenes-estado-dependientes.html
Miedo me da como está la situación. Cuando yo era joven, había trabajo. Hoy en día, hay pocas opciones y me temo que siempre estará además el que directamente intente tirar con una "ayuda". Las ayudas deben entregarse, y agrandar su cuantía, pero de forma correcta.
ResponderEliminarMientras hay trabajos que no se cubren. Un beso
EliminarEs alarmante comprobar que hay cuestiones parecidas en diferentes lugares del mundo, y no para bien, un abrazo Susana!
ResponderEliminarPorque es algo organizado. Un beso
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