Eso lo decía mucho mi padre y tenía razón. Intentas ayudar a tus hijos a no repetir los fallos que tuviste. Les advierte y aconsejas, pero es inútil.
Al final van a hacer màs caso de cualquiera que pase por allí que de ti, por lo menos en mi caso. Y luego te toca ayudarles a recoger los pedazos. Es muy frustrante.
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