12 de mayo de 1931. Turbas republicanas incendian iglesias y conventos en toda España
Tal día como hoy, 12 de mayo de 1931, se extendía a toda España la quema de conventos y edificios religiosos iniciada por los republicanos más radicales en Madrid el día anterior. No había pasado un mes desde la proclamación de la República.
El Gobierno Azaña había conocido el 10 de mayo la intención de los exaltados de quemar templos. Azaña, por toda respuesta, comentó que sería un caso de “justicia inmanente” y otros ministros interpretaron la amenaza como “tributo” que la iglesia paga “al pueblo soberano”. El ministro Maura propuso sacar a la Guardia Civil para frustrar los incendios, pero Azaña pronunció su tristemente célebre “Todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano”. Así el Gobierno no moverá un dedo para impedir los ataques.
Una comisión de los incendiarios llegó a Presidencia. El ministro radical-socialista Marcelino Domingo se dirigió afectuosamente al jefe de los pirómanos: era Pablo Rada, compañero de Ramón Franco en el Plus Ultra y, como él, jacobino y exaltado. El alcalde de Madrid, Pedro Rico, de la órbita de Azaña, emitió un bando tras los incidentes donde trataba de reconducir a los incendiarios en los siguientes términos: “[que] meditéis sobre si la nobleza ingenua de vuestra exaltación (…) no podrá producir gran regocijo a los elementos partidarios del extinguido régimen monárquico”. Era la época en la que Política, el periódico de Azaña, denunciaba “la sordidez de los obispos”. No hubo represión gubernamental por estos hechos. Al revés, el Gobierno aprovechó la situación para plantear –así lo hizo Azaña- la expulsión de los jesuitas. Mientras esa medida llega, el Gobierno expulsará al obispo de Vitoria, Mateo Múgica, el 18 de mayo, y el 13 de junio al cardenal Segura. Y Largo Caballero, como de costumbre, pedirá que se arme al “pueblo”.
La “noble e ingenua exaltación” de los republicanos en 1931 se extendió de Madrid a Levante y Andalucía. Ardió un centenar de iglesias y edificios, incluidos centros de enseñanza: la escuela de Artes y Oficios, el Colegio (obrero) de los Padres de la Doctrina Cristiana en Cuatro Caminos, escuelas de salesianos. Fueron quemadas las bibliotecas de la casa profesa de los Jesuitas (80.000 volúmenes, con ediciones príncipe del siglo de Oro) y la del Instituto Católico de Artes e Industrias (20.000 volúmenes y archivos científicos). Perecieron numerosas obras de arte: Zurbarán, Valdés Leal, Pacheco, Van Dyck, Coello, Mena, Montañés, Alonso Cano, templos monumentales. Fueron arrasadas las sedes de siete periódicos derechistas en Levante y Andalucía. Hubo tres muertos. Los atentados contra iglesias y centros religiosos seguirán, de manera esporádica, durante toda la República.
https://eltorotv.com/rebelion-en-la-granja/efemerides-11-de-mayo-el-ultimo-viaje-de-colon-20240511?scroll-event=true
Muy interesantes datos históricos, Susana, uno de los nombres, Pedro Rico me recordó al cantante Pedrito Rico, muy querido por acá, un abrazo!
ResponderEliminarEsto fue tres años antes de la guerra. Un beso
EliminarEsos incendios lo sufrió mi madre que estaba estudiando interna en un colegio católico de Logroño y tuvieron que salir corriendo junto con las monjas y profesoras porque les quemaron el convento y el colegio. A un tío mío recién casado lo metieron a la cárcel porque cometió el "pecado" de tratar de sofocar el fuego de la parroquia de Nájera en La Rioja que la habían incendiado esos bárbaros. Besicos
ResponderEliminarHay miles de historias parecidas que no quieren que se conozcan. Un beso
EliminarAl quemar iglesias ardieron obras de arte (la incultura siempre ha estado al lado de los comunistas), y lo peor fue el maltrato y asesinato de sacerdotes, algo que no se contempla en "la memoria histórica" Un abrazo
ResponderEliminarHasta diez mil personas por odio religioso. Un beso
EliminarQue horror Susana, la violencia que esta pasando en todo el mundo no tiene freno.
ResponderEliminarAbrazos y besos, que tengas un precioso día
Ahora matan cristianos en África. Un beso
EliminarEl fanatismo de cualquier lado es peligroso. Re mando un beso.
ResponderEliminarSobretodo con los màs inocentes. Un beso
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