Es un dicho castizo que me gusta mucho. De hecho el chocolate lo tomó con cuchara. Siempre he sido muy clara en mis opiniones. Incluso demasiado. No me van las medias tintas. No sé disimular.
Naturalmente, comprendo que un mundo donde todos dijeran lo que piensan sería un desastre. Demasiada sinceridad puede hacer daño. Pero demasiada ocultación es peor.
Llevo ochocientas cuarenta entradas en este blog, que es mi número nueve. Por decirlo no habrá sido
Sobre Europa: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-elecciones-al-parlamento-europeo-07-06-24
Gracias
ResponderEliminarhttps://sintrabloguecintia.blogspot.com/
Un beso
EliminarLa sinceridad dicha con amabilidad no está mal. Siempre es preferible al silencio cómplice, un abrazo Susana y bien por las ochocientas y pico!
ResponderEliminarO peor, a aprobar sin màs. Un beso
EliminarUn refrán con el que estoy de acuerdo aunque haya que tener a veces mucha diplomacia para decir la verdad.Besicos
ResponderEliminarQue no falte la educación. Un beso
EliminarA mi no es que me guste mucho el chocolate, ni espeso ni claro.
ResponderEliminarUn beso.
Ahora no puedo. Me han quitado el azúcar. Un beso
EliminarNo se puede decir en voz alta lo que pensamos, aunque he sentido tentaciones. Un abrazuco
ResponderEliminarA veces hay que decirlo. Un beso
EliminarYo creo que uno debe decir lo que piensa. Trato de ser sincera conmigo misma y con los demás. Lo que si es uno debe respetar la opinión de los demás.
ResponderEliminarAmbas cosas deberían ser compatibles. Un beso
EliminarHola Susana, acá decimos Al pan pan y al vino vino.
ResponderEliminarEl respeto es fundamental para la buena convivencia.
Abrazos y te dejo un besito
Acá también lo decimos. Un beso
Eliminar