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El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

viernes, 5 de abril de 2024

La transgresión artística es aburrida, por Itxu Díaz


La exposición de la artista sueca Elisabeth Ohlson en el parlamento Europeo en Bruselas, Bélgica. (Elisabeth Ohlson vía Facebook)

Por ITXU DÍAZ

Una exposición en el Parlamento Europeo es tan escandalosa que resulta 

tHabía una época en la que cualquier cosa viral debía manejarse con medicación, descanso y un esfuerzo de buena fe para no infectar a otros. Luego llegó el siglo XXI y decidimos eliminar su significado despectivo. Está de moda ser viral, aunque eso signifique escandaloso, y la gente paga mucho dinero para conseguirlo. La novedad, sin embargo, está empezando a parecer tedio, especialmente en el mundo del arte, donde “contemporáneo” con demasiada frecuencia prevalece sobre la palabra que le sigue.


HISTORIAS DESTACADAS 

'No' al 

La gran conquista artística del posmodernismo es la transgresión; cuanto más viral, más escandaloso, más exitoso. Y la estratagema desciende a la autoparodia. Recientemente, funcionarios de mentalidad progresista decidieron montar una exposición de arte en el Parlamento Europeo y, sí, lo adivinaste, no es Velázquez, ni Bernini, ni siquiera Warhol. Se trata de una colección de fotografías en las que Jesús aparece rodeado de apóstoles homosexuales y transgénero, algunos vestidos de sadomasoquistas. Obtiene puntos entre cierta multitud por aplicarlo a cristianos devotos, como si los romanos no hubieran inventado ya la práctica.


¿Y quién es Elisabeth Ohlson, la artista? Hasta los 38 años, pese a ser un buen fotógrafo, el artista sueco había llevado una carrera discreta. Tan discreta que no había ninguna posibilidad de que hubieras oído hablar de ella. Pero luego se dio cuenta de que podía ganarse la vida sin esfuerzo, en lugar de ganarse la vida a duras penas filmando bodas y ceremonias de graduación. Ella tenía razón. Así, en 1998, Ohlson, una lesbiana, decidió crear su exposición Ecce Homo (parte de la cual se exhibe ahora en el Parlamento Europeo). Como obra de arte, el espectáculo en sí era tan sugerente como una inspección del IRS, pero tenía algo que disparó la popularidad de Ohlson: el escándalo. Se volvió viral. Desde entonces no ha hecho más que recrear escenas religiosas con contenido homosexual. Veinticinco años de transgredir sin parar.


La idea de los eurodiputados de izquierda era generar un gran escándalo, pero la verdad es que a mí lo único que me ha provocado es un bostezo; En cuanto a la artista, me temo que en el Juicio Final tendrá que rendir cuentas por tediosa, más que por blasfema.


Este mundo alberga ya más obras de arte con drag queens, porno gay, plátanos pegados a la pared con cinta adhesiva, orina, semen o sangre que personas capaces de quedar impactadas por ello. Quizás la única manera de producir algo verdaderamente transgresor hoy en día sea fotografiar una familia numerosa, con un padre y una madre normales, no drogadictos, y siete u ocho niños lindos que parezcan no haber sido maltratados. O pintar algo minuciosamente, con estilo, profundidad y técnica.


El único artista transgresor que ha hecho algo inteligente y coherente es Damien Hirst, quien decidió quemar 6.000 de sus obras como parte de un proyecto artístico. Quizás recuerdes a Hirst; es el tipo que se hizo famoso en los años 90 por exhibir un tiburón en formaldehído y agregar un título pretencioso a la obra: La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo . El único problema es que el título funcionaría igual de bien si, en lugar de un tiburón en formaldehído, Hirst hubiera ofrecido al museo unas salchichas chisporroteando en una freidora. Espero no haberle dado ninguna idea a Ohlson.


La mitad de la enfermedad viral del arte se resolvería si los artistas volvieran sus ojos a John Keats: “La belleza es la verdad, la verdad es la belleza; eso es todo lo que sabéis en la tierra y todo lo que necesitáis saber”. Lejos de esto, leo que Ohlson pretende despertar reflexiones profundas a través de su obra, y yo, que he contemplado el Ecce Homo para escribir esta pieza, admito que ha despertado en mí una reflexión muy profunda: ¿Por qué?


Cuando PJ O'Rourke caminaba por la calle Arbat de Moscú, escribió: “Hay artistas con paletas y caballetes que venden el tipo de arte moderno que los críticos de arte soviéticos solían criticar con excavadoras. A juzgar por las pinturas que vi, los soviéticos tenían razón la primera vez”. Pero al menos esos tipos vivían de su dinero y exhibían en cualquier barrio pobre. A ninguno de ellos se le ocurriría exponer en el Parlamento Europeo, donde hoy, sin duda, hay muchos políticos boomers intentando provocar, y unas cuantas excavadoras serían útiles.

https://www.nationalreview.com/2023/05/artistic-transgression-has-become-so-very-boring/

4 comentarios:

  1. Está bien que cada persona elija lo que quiera ser, lo que no me parece es la agresión para mostrarse y obligarnos a aplaudirla realizando obras de mal gusto, un abrazo Susana!

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  2. Iba a escribir algo parecido a lo que ha escrito María Cristina, pero me apunto a tu respuesta con lo de la excavadora.
    Feliz tarde, Susana.

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