Diario conservador de la actualidad

El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

miércoles, 11 de octubre de 2023

Ser español en Cataluña

 En el resto de España no acaban de entender lo difícil que resulta defender a España en mi tierra ni los riesgos, censuras, y múltiples incomodidades que supone. Algo tan simple como llevar una pulsera con los colores de nuestra bandera puede acarrearte no pocos disgustos y no lo estoy diciendo como figura retórica. Te expones a que no te sirvan en un bar, a que te insulten por la calle, a que a tus hijos les hagan el vacío en el colegio, a que la gente te mire mal por la calle o a perder clientes en tu negocio. Así de claro. Bien lo saben los chavales de S’ha Acabat o los militantes que se han visto una y mil veces agredidos simplemente por estar distribuyendo propaganda de partidos constitucionalistas en sus carpas. No esperen ayuda de nadie. La gente tiene pavor a significarse, incluso aquellos que los votan. Ese sistema fundamentado en el miedo a la pública discrepancia se llama fascismo, porque fascistas son esos partidos que se llenan la boca de libertad, la misma que niegan a quienes difieren de sus ideas.

Que la locura del nacionalismo mutado en su última fase, la separatista, campa a sus anchas en Cataluña es evidente. Solo hay que intentar dar un mitin como le ocurrió a Ignacio Garriga en Badalona el pasado fin de semana. Un grupo de provocadores intentó reventar el acto que, no hay ni que decirlo, era pacífico y autorizado. La cosa llegó hasta el punto que el bueno de Nacho tuvo que abandonar el atril de oradores, interrumpir el acto, y exigir a los mozos de escuadra que hiciesen el favor de alejar a los fascistas que intentaban perturbar el normal y democrático desarrollo de un acto convocado por un partido legal y respetuoso de la Constitución. «Fuera fascistas de nuestros barrios», gritaban los auténticos herederos de los squadristi mussolinianos, porque consideran que los barrios, los pueblos, las ciudades y Cataluña entera es de ellos y de nadie más. He ahí el totalitarismo, he ahí su maldad y su racismo segregacionista. Se trata de meter miedo para que la gente no tenga valor para salir y decir que no, que se sienten tan catalanes como españoles, que no hay derecho a que un minoría de golpistas nos digan al resto de catalanes cómo hemos de pensar o votar. Es indignante que se tenga que requerir a la fuerza pública que intervenga porque eso revela las consignas políticas que emanan de sus responsables, que no de los agentes que sólo cumplen órdenes.

De ahí que estas elecciones del 23 sean tan importantes para volver a la normalidad, a algo que nadie discute en ningún otro país, y es que no debería ser una anomalía decir que amas a tu patria y la quieres defender. Pero para los lazis y sus socios de la izquierda catalana, tan malos o peores que ellos, sólo hay una patria, esa quimera de la república catalana y los países catalanes, y solo hay un desfile o un acto que valga, esos que montan ellos a base de esteladas, autocares y fanáticos. Y odio. Hay que votar para erradicarlo de una vez por todas.

https://gaceta.es/opinion/ser-espanol-en-cataluna-20230719-0450/

13 comentarios:

  1. Me parece que se pasan cuatro pueblos.

    Un beso.

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  2. Es triste la división entre hermanos, y cuando el odio se esparce hace mucho daño, un abrazo Susana!

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  3. nacionalismo es una palabra que como tantas otras ha perdido su significado de tanto usarse.
    abrazoo

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  4. No puedo estar más de acuerdo con el mensaje de este artículo, Susana. Yo nací en la Barceloneta y te puedo asegurar que si aún me quedan amigos en Barcelona es porque yo quiero, pues si les hablo de España me retiran el saludo. Una verdadera pena.
    Beso amable, Susana.

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    1. Más de lo que parece. Hay una mitad de la sociedad catalana que no es separatista, aunque muy catalana, pero son los olvidados de todos los Gobiernos y medios de comunicación, cierto es que es una masa silenciosa y los otros unos extremistas que rondan el nazismo más puro y al final ...

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  5. Triste situación la que viven en Cataluña y además es un problema muy difícil de solucionar ya que llevan demasiados años adoctrinando a la gente para que odien al resto de España y quieran ser un país aparte.No se dan cuenta de que esa parte de España es de todos los españoles y que la separación sería muy perjudicial para todos especialmente para los catalanes pero claro son tan fanáticos que eso no lo explican. Los fanáticos suelen ser muy ignorantes y además algo que es peor: generan odio entre hermanos.Besicos

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    1. Siete millones de personas no pueden autoabastecerse. Se irían a la ruina. Un beso

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  6. Quieren separarse, pero a la hora de pedir bien se acuerdan de España
    Un abrazo.

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