Diario conservador de la actualidad

El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

miércoles, 9 de marzo de 2022

Ucrania y el globalismo

 Juan Antonio de Castro

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Sé que cuando se lea este artículo se me tachará de comunista o de pro-ruso, no soy  ninguno de las dos. A pesar de ello, me voy a permitir gozar de la libertad de expresión  que consagra la constitución española para expresar, con verdad y pragmatismo, mi  convicción de que, aparte de otras razones de menor peso, el conflicto actual que vive  Europa es sobre todo el resultado de la irresponsabilidad de fuerzas globalistas que,  desde antes del 2014 y hasta hoy, han hecho, de su hostigamiento hacia Rusia, el eje de  sus actuaciones. 

Ni Rusia, ni la OTAN, son osos de peluche. Son profundas las heridas de la guerra fría y  amplio aun el espacio que separa las ideologías rusa y occidental. Es casi tarea imposible  borrar la desconfianza que perdura entre ambos bloques, sin embargo, cada paso que se  hubiese dado, en pos del acercamiento entre ambos, hubiese sido motivo de esperanza y  paz para Europa. ¿Somos conscientes de que es precisamente eso lo que anhelan los  pueblos de este continente? La mayoría de los europeos desearía hoy alcanzar una paz  duradera que de lugar, paulatinamente, a un entendimiento creciente que será sin duda  semilla de grandes empresas en común, y especialmente ante el inmenso potencial de  expansión de Eurasia que se construye poco a poco entre Rusia y China a través, entre  otros, de la iniciativa de la nueva ruta de la seda. Hostigar a Rusia, ampliando la  influencia de la OTAN a través de Ucrania, y apuntando sus misiles al Kremlin, no es un  acto de paz y amistad. Viene siendo desde hace ya muchos años, un acto de guerra.  

Nuestra tarea pendiente, es repasar la historia. No fue Rusia la que derrocó al presidente  de Ucrania Víktor Yanukóvich, en 2014. Fue un conglomerado en el que jugaron el papel  protagonista Soros, su Open Society Foundation y organizaciones allegadas ligadas y  aliadas a una intervención, dicho sea de paso, en la que la cooperación norteamericana y  otros instituciones, tales como el National Endowment for Democracy (NED), intervinieron  de manera directa e indirecta. A eso se le llama provocar un golpe de Estado y se llevó a  cabo planificando y organizando así, una más de las revoluciones de color (esta vez  naranja) activadas, de manera sistemática, desde la caída del muro y de la Union  Soviética. No se sostiene el argumento de estos actores globalistas-golpistas, de que lo  hicieron para “exportar la democracia” a Ucrania, tal y como lo esgrimen, con absoluto  cinismo, la mayor parte de las instituciones a través de las cuales han perpetrado estos  ataques a la libertad de los pueblos. Se constata asimismo el silencio cómplice de los  medios adictos y siervos del globalismo, es decir casi todos los más visibles. El  globalismo lleva consigo siempre esa repugnante ansia de poder económico y favorecer  así al conglomerado de magnates y grandes empresas a las que se les amplía el radio de  acción y negocio a través del control de países como Ucrania. Hoy Ucrania esta en  manos de un globalista que saluda al final de sus intervenciones con el símbolo del puño  característico del esgrimido por todos los golpistas de las revoluciones de color, pero  también de una ministra suya que anuncia a bombo y platillo que se adhiere al Nuevo  Orden Mundial de Soros y demás globalistas. 

Tampoco ha sido Rusia la responsable de la masacre perpetrada por ese régimen  instalado en el poder en Ucrania y que lleva ocho años asesinando a la población de las  Repúblicas Populares Democráticas de Donetsk y Lugansk, tras ese golpe de estado de 2014. Eso tampoco es “exportar la democracia”, sino sembrar la muerte y el sufrimiento  de hombres, mujeres, niños y ancianos inocentes. También en estos años constatamos  ese silencio inmoral de medios de comunicación occidentales que, faltando a la verdad,  no sólo han sido cómplices de ese genocidio, sino que han contribuido a acrecentar la  ignorancia de los pueblos que integran las naciones de la OTAN y que hoy, tras la  intervención rusa, sólo son capaces de ver lo que les quieren mostrar esos mismos  medios inmorales a sueldo del globalismo. 

Desde el Institute for Statecraft, (institución que depende del Foreign and Commonwealth  Office británico) y que según papeles hackeados en su momento y accesibles en las  redes, promovió la famosa “integrity Initiative”, se ha venido propiciando, desde hace  años, una narrativa casi bélica contra Rusia, creando incluso “clusters” (grupos) de  políticos, diputados, periodistas y otros profesionales que desde cada país de la OTAN,  se vienen dedicando a promover una estrategia de influencia y desinformación sobre  Rusia, con el fin de influir en la política y la opinión de esos estados en contra de Rusia.  La operación contra el Coronel Baños, desde el “cluster España”, así como la  designación de «maldita.es» e incluso de CIDOB, como los principales mecanismos  activos, que bajo la excusa de buscar la verdad, se han dedicado a imponer siempre la  “verdad globalista y anti-Rusa”, son perfectas ilustraciones. 

¿Podemos entonces seguir creyendo que todo este hostigamiento sistemático contra  Rusia es moralmente aceptable y no tendría consecuencias? Estados Unidos y el Reino  Unido son cada vez más “jinetes solitarios” dentro de una OTAN en la que muchos países  empiezan a considerar si su seguidismo belicista y globalista podría no coincidir con sus  intereses en defensa de sus respectivas soberanías. El caso de Alemania y Polonia,  negándose a desplegar, en estos momentos cruciales, aviones a Ucrania, muestra que no  están dispuestos a aceptar la frase del Secretario de Estado Blinken, de Estados Unidos,  afirmando que “le permite a los países de la OTAN, desplazar aviones a Ucrania”. ¿Quien  es Estados Unidos para permitir una señal, inequívocamente bélica contra Rusia, a  naciones soberanas europeas y no europeas miembros de la OTAN? La respuesta de  estos dos países de la Alianza es quizá, en estos momentos, la señal más clara de una  mayor independencia de decisión de la UE, una UE que empieza quizá a deshacerse de  las garras angloamericanas que vienen subyugándola desde el inicio de su existencia. 

Con respecto a España, no puede demorarse la consideración de nuestros estrictos  intereses en esta contienda. Seguir alineándose con la estrategia globalista, y su ceguera  y obcecación en contra de Rusia, es trabajar para los intereses del globalismo, no  necesariamente para los de Europa y menos para los de España. Es preciso integrar las  consideraciones precedentes como garantía de nuestra seguridad y reconsiderar las  prioridades para España de su actual posicionamiento en la OTAN. España debe seguir  perteneciendo a la OTAN, pero a una OTAN que se comprometa, cosa que no ha hecho  aún, a defendernos en la frontera sur de España y de Europa. Mientras eso no se  produzca, y ante la certeza de que las actuaciones agresivas de la OTAN solo pueden  empeorar las cosas, es necesario pararse un momento a reflexionar antes de actuar y no  tomar decisiones alineadas de las que seguro nos arrepentiríamos. Es el momento de  construir una nueva arquitectura europea, independiente de intromisión alguna  angloamericana. Una Europa abierta a un futuro de paz, seguridad, cooperación y  prosperidad con Rusia, China y con todo socio adicional que contribuya a mejorar el  bienestar de los españoles. Es la hora de la neutralidad de España en esta contienda.

 https://rebelionenlagranja.com/noticias/el-enemigo-principal-es-el-globalismo-no-rusia-por-juan-antonio-de-castro-20220308

Más información: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-la-peculiar-alianza-de-la-familia-biden-y-los-nacionalistas-ucranianos-07-03-22

3 comentarios:

  1. Había un programa radial hace muchos años en mi país en el cual el conductor tenía un lema, "...porque siempre hay que mirar el otro lado de las cosas". Un abrazo Susana!

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