Hace tiempo que tengo la costumbre, cuando veo a una persona anciana, de intentar imaginarmela cuando era un niño, un joven, un padre o madre joven y más tarde un abuelo ilusionado, si ha tenido esa suerte. Cuesta mucho porque uno siempre tiende a ver a sus padres como padres y los abuelos como abuelos. A los niños los ves evolucionar en su camino al mundo adulto, pero los demás permanecen varados en un tiempo. A veces me pregunto si en la resurrección eterna seremos capaces de reconocer a nuestros seres queridos dependiendo del momento en que se vean representados.
Porque si viéramos a nuestros padres y abuelos como jóvenes tal vez no los asociaríamos a la imagen guardada por el recuerdo. Resulta duro pensar que somos las mismas personas y que todos acabaremos si Dios quiere como ancianos dependientes, ni sombra de lo que éramos. Pero es importante hacer el esfuerzo de extrapolar la imagen, para ser capaces de ver en cada etapa, desde el niño hasta el viejo a la persona que pudo haber sido o podrá llegar a ser en el futuro.
Con 19 recuerdo tener la idea de un hombre con los años que yo tengo ahora y ya me resultaba viejo. La cosa es que a lo largo de mi vida no he tenido ninguna crisis de edad, simplemente he vivido hasta ahora. Pero si veo a mi madre demasiado mayor y a mis hermanos de igual manera. Ya tengo mas canas que color de pelo natural. Espero no tener la crisis de mayor de edad pero uno ya tiene una edad y lo miosmo que tienes goién las tengo yo...por lo menos, que no nos coja ninguna enfermedad seria y vivamos de la mejor manera que podamos.
ResponderEliminarYo no me hago a la idea de la edad que tengo. Me sigo imaginando joven. Un beso
ResponderEliminarNunca me lo he planteado, pero pienso que si realmente nos veremos en el más allá seremos perfectamente reconocibles, pero tal vez no por el cuerpo, quizás el cuerpo no exista.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Yo espero que el cuerpo mistico sea otra cosa. un beso
EliminarJamás se me ocurrió pensar en cómo se vería un niño de viejo pero es un buen ejercicio para comprender que somos tiempo, efímeros, cosa que a veces, arrogantes, olvidamos.
ResponderEliminarExcelente reflexión.
Un beso.
Y que seguimos siendo los mismos. un beso
EliminarNo me imagino algo así.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo hago un esfuerzo para imaginarlos. Un beso
EliminarEl cuerpo se deteriora, sin duda. Espero que nos suceda como Moisés que vivió 120 años "y nunca se oscurecieron sus ojos y no perdió su vigor" (Deuteronomio 34:7)
ResponderEliminarA tanto no creo que lleguemos. Un beso
EliminarA mi también me pasa, supongo que porque ya voy teniendo achaques y me estoy volviendo "lenta". Pienso que los abuelos también fueron niños y jóvenes llenos de inquietudes. Además, no puedo dejar de ver en ellos a mis propios padres. Besos cariño :D
ResponderEliminarCuando has visto a tus padres envejecer ya te haces una idea. Un beso
EliminarHola guapa, gracias por pasar de nuevo por mi blog. Yo cuando veo un/a anciano/a suelo imaginarme como ha sido su vida, creo que esa costumbre me viene porque yo he conocido a todos mis bisabuelos y abuelos y todos ellos me han contado muchas anécdotas de cuando eran niños y jóvenes que yo de pequeña escuchaba con tanta atención.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué suerte has tenido de conocerlos. Un beso
EliminarA veces busco la bolsa de fotografías y los álbums ordenados cronológicamente y rememoro momentos, el tiempo pasó tan rápido que no me di cuenta, lo importante creo es disfrutar del momento que vivimos, un abrazo Susana!
ResponderEliminarLas fotografías siguen ahí y no mienten. un beso
EliminarCuando cojo algún album de fotos y veo el paso del tiempo a través de esas fotos me sorprende que yo haya podido ser esa niña o esa joven de la imagen. Me ocurre los mismo con mis padres, hermanos y mis hijas, el tiempo pasa para todos y con el las trasformaciones.Besicos
ResponderEliminarPor eso no hay que encasillar a las personas en una edad. Un beso
EliminarSí que es difícil imaginarte a tus padres en una etapa en la que no los has conocido, es como si no tuvieran más vida que en la que han sido tus padres.
ResponderEliminarBesos.
Y menos imaginarlos de niños. Un beso
EliminarInteresante entrada, es un temazo.
ResponderEliminarYo he ido adaptándome poco a poco a las etapas de mi vida, la más crucial es cuando me vengan la edad avanzada y los achaques importantes que conllevan: la limitación y la acusada disminuiciones en : vista, fuerzas, oído, memoria, etc, esa será la más difícil de todas, pero hay que prepararse también...
Pronto acabaré mis trabajitos y frecuentaré los blogs como siempre.
Besos.
Lo más duro es llegar a la vejez pero es peor no llegar. Un beso
Eliminar