Con esto de la pandemia me ha dado por pensar si todas las vidas valen lo mismo. Me temo que esto es eugenesia, hablar de vidas que no valen la pena ser vividas. Pero resulta que a veces oyes que ha muerto una persona joven con niños pequeños, un médico que hacía una gran labor, y pienso si es justo. Habiendo tanta gente que no domina ningún oficio, que no tienen a nadie a su cargo, que no tiene amigos ni familiares que le echen de menos. Afortunadamente no se puede elegir.
Porque ¿quién decide que vidas son más valiosas?. Y si resulta que alguien no puede vivir sin esa persona. Y si el impacto sobre su entorno es irreparable. ¿Vale más una mujer trabajadora que un ama de casa?. Y la gente que dedica su vida a ayudar a los demás debería ser intocable. Pero a veces la vida se lleva a los más imprescindibles y deja a aquellos sin los que el mundo puede seguir girando igual. Me alegro de no ser la persona que tenga que decidirlo.
Creo que todos por suerte o por desgracia somos importantes en esta vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Algunos no nos sentimos tanto. Un beso
EliminarPienso que cada vida tiene su sentido, por algo estamos acá, y que la muerte es algo inevitable, el por qué algunos se van muy temprano está más allá de nuestra comprensión, tal vez podríamos imaginar que esa alma necesita una nueva envoltura, un abrazo Susana!
ResponderEliminarSupongo que tiene un sentido que no sabemos. Un beso
EliminarHasta a los más imprescindibles les toca, Susana. El poeta dijo "la muerte tiene una mirada para todos". Por eso todos somos preciosos, porque tenemos que disfrutarnos mientras vivimos.
ResponderEliminarQue haya buena salud por esos lados. Abrazos.
A algunos les toca muy pronto. Un beso
EliminarEeeeeeeeeeh, qué hay una cosa que se llama derecho a vivir.
ResponderEliminarYo solo me cuestiono cúal es el orden. Un beso
EliminarEs muy cierto lo que dices, pero la vida y la muerte no eligen, las cosas suceden sin mirar a quién.
ResponderEliminarPor mi casa pasan dos hermanos cartoneros (juntadores de cartón, papeles que después venden y de eso viven) duermen en la calle o bajo los puentes y andan sin barbijo, no se han enfermando y sigue su vida como si nada. ¿Cómo es posible me pregunto, mientras que otros con todos los cuidados se enferman y mueren?
No lo entiendo.
mariarosa
Es realmente extraño cómo se propaga la enfermedad. Un beso
EliminarSí, es algo que da que pensar a veces.
ResponderEliminarUn abrazo, Susana.
Es sólo una reflexión personal. Un beso
EliminarTodos temos o direito de viver e fazer o nosso próximo viver também.
ResponderEliminarNaturalmente. Un beso
EliminarAsí de "injustas" pueden resultar la vida y la muerte.No podemos hacer nada para evitarlo así que resignación.Besicos
ResponderEliminarParece algo aleatorio. Un beso
EliminarTodas las vidas valen lo mismo.
ResponderEliminarAbrazos.
Así debería ser al menos. Un beso
EliminarPor suerte,no soy médico, ni atiendo urgencias, ni he de tomar decisiones rápidas sobre donde acudir. Creo que la labor que están realizando en hospitales y concretamente en las UCIS es tremendo. Porque todos tienen derecho a vivir, pero por desgracia, a veces no da tiempo a salvarlos a todos. Creo que s la enfermedad la que elige en la mayoría de los casos.
ResponderEliminarBesos :)
Supongo que está en el destino de cada uno. Un beso
EliminarTodos somos imprescindibles para alguien. A todos nos quieren y todos queremos. En mi entorno hay y hubo muchas amas de casa más imprescindibles que otras personas que trabajan fuera de casa, porque ellas nos curan, cocinan, cuentan historias, nos enseñan el mundo, ríen con nosotros y nos quieren incondicionalmente. Nunca valoraría a alguien por su oficio o por si tiene hijos, me importa si son buenas o malas personas, sin más.
ResponderEliminarPara mí los únicos queno son imprescindibles son los violadores o asesinos, los demás siempre son valiosos para los que les quieren.
Feliz jueves.
Lo que pasa es que a algunos les quieren muchas personas y a otros pocas. Me pregunto si eso cuenta. Un beso
ResponderEliminarNadie debería ser juez de nadie. Cada persona tiene su corazón y su alma. Sólo Dios decide. Debemos vivir de la mejor manera que sabemos y procurar una conciencia tranquila y así, cuando seamos viejos y miremos hacia atrás, seamos nosotros quienes nos juzguemos para aceptarnos con fé de haber vivido.
ResponderEliminarUn beso
A cada uno no le queda más que vivir lo que le toca. Un beso
EliminarTodos somos prescindibles, por suerte nadie tiene que elegirlo, si no sería demencial.
ResponderEliminarUna gran reflexión Susana.
ResponderEliminarDe todas formas, falte quien falte, el mundo va a seguir girando igual.
Besos.