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El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

sábado, 6 de diciembre de 2025

Desmontando mitos progres, por Amparo Castelló

El calentamiento global? Un mito. ¿La brecha salarial entre hombres y mujeres? Un mito. ¿La negación del sexo biológico? Un mito. Así lo demuestra con datos el profesor de filosofía Michael Huemer en el libro Mitos progres (Deusto) atreviéndose a ser «el malo» de la película. Todas ellas, asegura, son ideas falaces que se han lanzado repetidamente como mantras por parte de la izquierda progresista y que ya se aceptan como «verdades sagradas» por parte del máximo común de la sociedad, confirma.

Pero ¿adónde nos están llevando?», se pregunta. Los progresistas se presentan como los defensores de la razón, la ciencia y la justicia social y quienes discrepan de sus ideas se les tacha de «racistas», «tránsfobos», «fachas»... y sus opiniones son calificadas de «discurso de odio», como asegura Pablo Malo en el prólogo.

No obstante, ¿qué ocurre cuando los argumentos de los progresistas no resisten el más mínimo escrutinio? Huemer identifica y rebate las falacias de la izquierda con datos y rigor, llegando a desmontar ideas influyentes del progresismo actual como que la brecha salarial entre hombres y mujeres se debe al machismo, que los tiroteos policiales en EE.UU. son sistemáticamente racistas o que el cambio climático nos llevará a la extinción. «He escrito este libro porque creo que la verdad importa», asegura el autor. Para ello distingue entre mitos personales, raciales, feministas, de género, económicos y científicos.

Además, realiza un análisis sobre las raíces del wokismo y los peligros de caer en la creencia de estos mitos. «El prejuicio más evidente de cualquier mito político es que conduce a políticas fallidas», concreta. «Para resolver un problema social, primero es necesario comprenderlo bien. Si no se identifica el problema ni su causa, las soluciones propuestas serán, en el mejor de los casos inútiles», argumenta. Un ejemplo claro en España han sido, por ejemplo, las políticas feministas que no han servido para bajar las estadísticas de muertes por violencia machista pero sí para quitar al hombre de los mismos derechos que las mujeres a la hora de ser denunciados. Huemer da un ejemplo: las políticas basadas en mitos «serán como los tratamientos que prescribe un 'médico' que nunca ha ido a la facultad de Medicina y no sabe cuál es la enfermedad del paciente. Si ese médico propusiera un tratamiento basándose en el diagnóstico que le pareciera más interesante o emocionalmente atractivo, lo más probable es que causar más año que otra cosa».

El segundo gran prejuicio de creer en estos mitos, asegura Huemer, es que dificultan la transmisión de información veraz al público. El autor pone el ejemplo en lo que ocurrió con las mascarillas durante la pandemia de la Covid-19. «Al principio a la ciudadanía se le dijo que las mascarillas no eran eficaces contra los virus respiratorios. Unos meses más tarde se aseguró que las mascarillas eran cruciales para protegerse y que todo el mundo debía de usarlas», recuerda. Declaraciones contradictorias que hicieron a la población desconfiar de las autoridades sanitarias y que, más tarde se concretó en la vacilación entre la población de si debían vacunarse o no. Mucha gente ya no se fio de lo que dijeran estas autoridades. Esta disparidad en las opiniones acerca de temas candentes lleva al tercer gran prejuicio de los mitos: la polarización social, que lleva en muchas ocasiones a la violencia y los disturbios. En España, recientemente, hemos visto las protestas propalestina que han acabado con 22 policías heridos y la cancelación del último día de La Vuelta Ciclista a España por la violencia de algunos manifestantes.

Huemer finaliza el listado de consecuencias de creer en estos mitos indicando que, paradójicamente, perjudican a las minorías que los progresistas dicen querer ayudar. «Si la población negra cree que la policía es un cuerpo de asesinos racistas se mostrará reacia a llamarla o a colaborar con ella. Eso facilita que los delincuentes ataquen a los barrios negros», ejemplifica. Y lo mismo si los negros piensan que todos los blancos son racistas. «Así desconfiarán de médicos, profesores, jefes y compañeros de trabajo blancos», creándoles un problema a los propios negros. El principal problema, dice Huemer, radica en «hablar constante y obsesivamente del tema» de la raza porque «mantiene presente la división racial en la mente de todos». En España hay variados ejemplos: asociar a la actual derecha con Franco o a la unión de PP y Vox con un «peligro público para la seguridad», según propias palabras del presidente socialista Pedro Sánchez.

Así, concluye el autor, que el problema más grave de los mitos progresistas es que «están diseñados casi al milímetro para minar la lealtad y la confianza mutua entre los miembros de una sociedad». Los mitos feministas sostienen que nuestra sociedad desprecia a las mujeres y las oprime en beneficio de los hombres. Los mitos económicos aseguran que nuestra sociedad oprime y explota a los pobres para beneficiar a los ricos, enumera, entre otros Huemer. Todas estas ideas acaban enfrentando a los distintos grupos de la sociedad constituyendo «el programa de propaganda más tóxico que podría concebirse para destruir una sociedad».

El profesor advierte: «Si debilitamos nuestras normas e instituciones actuales, lo más probable no es que avancemos hacia un paraíso de justicia y amor fraternal, sino que retrocedamos a una situación en la que una élite reducida y poderosa oprime, explota y comete actos de violencia contra la mayoría».

Como solución, Huemer propone recuperar «el pensamiento crítico», ser escépticos ante la información que recibimos y, por supuesto, tener «libertad de disentir».

https://www.eldebate.com/sociedad/20250929/desmontando-mitos-progres-extincion-calentamiento-global-generos-biologicos-dos_335474.html 

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