Por ser la hija menor de cinco hermanos, mis padres se hicieron mayores antes de que mis hijos se hubieran independizado. Eso supuso un problema de organización. Me pasé unos diez años pendiente de sus enfermedades y sus ingresos hospitalarios que por desgracia fueron muy habituales. Como no vivía en la misma ciudad y no me gusta conducir, me pasé muchas horas yendo a visitarlos.
Por una parte fue muy duro verlos degradarse de aquella manera con lo que habían sido, pero por otra parte era satisfactorio poder hacer algo por ellos y acompañarlos en lo posible. Finalmente, murió mi padre y dos años después mi madre, ambos a los ochenta y cinco años. Aunque sufrimos no se puede pedir tampoco un final mejor para una larga vida juntos.
Estoy de acuerdo, no es un gusto, pero acaba siendo una satisfacción cuidar de los padres. Es, sobre todo, una ocasión de darles cariño, algo que necesitan más que la medicación.
ResponderEliminarUn saludo
Es la última oportunidad de convivir con ellos. Un beso
EliminarEstar cerca de ellos es nuestra aspiración y cuando mueren dejan un hueco que vamos llenando con los recuerdos. Abrazos
ResponderEliminarSu recuerdo es indeleble. Un beso
EliminarCuidar de los padres y a la vez de de los hijos fue algo muy habitual también en mi caso y en otros casos que conozco. Algunos de mi generación también cuidan de los nietos y de las mascotas cuando lis hijos se van de vacaciones.
ResponderEliminarEso último nos va a tocar ahora. Un beso
EliminarTambién en el mío. Tuve a mi madre y a mis suegros hasta el fin de sus días, tal como suena, sin problemas. Puedo morirme con la conciencia tranquila.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego. Te has ganado el cielo. Un beso
EliminarEstar con los padres, es una forma de devolverles un poquito de lo mucho que nos dieron.
ResponderEliminarUn beso.
Aunque no se pueda hacer ya mucho por ellos. Un beso
EliminarMe tocó asistir a mis padres y a mis suegros, mi marido era hijo único y no tenía familiares acá, sólo en España por su mamá. Pude hacerlo y no sé cómo, mis hijos eran chicos cuando comenzaron a tener problemas de salud, los dejaba en la escuela y salía de acá para allá. Pero fue bueno haber podido ayudarlos en esos momentos, me quedan los recuerdos, un abrazo Susana!
ResponderEliminarLas mujeres tenemos que poder con todo. No nos queda más remedio. Un beso
EliminarRecuerdo con especial intensidad los últimos días de mi padre en el hospital. Tras una larga vida de desencuentros, tuve ocasión de encontrarme con él y le despedí en su último momento riéndome con él. Lo último que recuerdo de la muerte de mi padre es la carcajada que di cuando él me dijo algo sobre lo que yo le había planteado. Mi madre murió sola.
ResponderEliminarYo también tuve más relación con mi padre en su enfermedad. Un beso
EliminarPoder ayudar a nuestros mayores puede suponer una satisfacción, pero también es nuestra obligación, dentro de nuestras circunstancias personales que, por desgracia, no todos están dispuestos a afrontar.
ResponderEliminarPara mí era algo imprescindible. Un beso
EliminarNo sé las circunstancias familiares, ni tienes por qué decirlas. Has asistido a tus padres cuando más lo necesitaban, para mi eso te define y reafirma el concepto que, desde la distancia, tengo de ti.
ResponderEliminarTienes un cofre llenito de recuerdos valiosos, vividos por el cariño a tus padres ¡Eso sí que es hermoso!
Besos.
Tengo tres hermanos varones que no podían ocuparse mucho y me hermana trabajaba. Un beso
EliminarUno siempre debe cuidar de sus padres ellos nos dieron todo. Te mando un beso.
ResponderEliminarSiempre he pensado así. Un beso
EliminarA mí me pasó igual que a ti, la pequeña y cuidando a mis padres. Un beso.
ResponderEliminarVaya. Un beso
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