Diario conservador de la actualidad

El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

martes, 24 de junio de 2025

Todos y cualquiera pueden ser sabios, por Itxu Díaz

 es muy posible ser bien leído y completamente estúpido. No son incompatibles. Pero, como sociólogo, déjenme decirles que las personas que todavía leen, incluso como gesto de resistencia, tienen una mayor oportunidad de entender una vida un poco mejor, y eso es suficiente. Vivimos rodeados de gadgets que dicen ser más inteligentes que nosotros. En clase siempre nos metíamos con el nerd, el que tenía la misma inteligencia emocional que una ameba, pero que obtuvo las mejores notas, porque devoraba los libros de texto y luego los vomitaba exactamente en el mismo orden. Después del examen, serían limpiados.

    La vida digital es odiosa, el mundo moderno repele a cualquiera con sentido común.

Nunca he sido impresionado por la gente con la capacidad de retener datos. Podrías pensarlo envietud, porque mi memoria es la de un pez dorado, un pez dorado muerto en eso, y tal vez tienes razón, pero honestamente, creo que he salido en la cima al final: cuál es el bien demonios que te da ese recuerdo dotado ahora cuando ChatGPT te será mejor cada vez que?

En definitiva, la lectura oxigena. En estos tiempos de histeria y urgencia es más necesario que nunca, porque te obliga a detenerte y enfocar tu atención durante unos minutos en algo que no puedes desplazarte con el dedo cada cinco segundos. Sustituir la lectura con TikTok es la forma en que la civilización contemporánea decidió ponerse al tanto y escapar de la incómoda realidad de vivir. Marx hizo mucho alboroto sobre la alienación, pero nunca hemos estado más alienados que nosotros hoy.

Lo cierto es que en estos días no hay excusa para la frivolidad, ni para el analfabetismo literario. Ya no es necesario ser rico, viajar por el mundo y asistir a las escuelas más élite para convertirse en un torrente cultural. Todo lo que uno necesita es una conexión a Internet y una cierta inquietud intelectual. Los 20 millones de libros disponibles en Google Books es mucho más de lo que cualquiera de los grandes estudiosos del pasado podría leer en toda una vida.

La vida digital es odiosa, el mundo moderno repele a cualquiera con sentido común, y el siglo XXI es, en términos generales, un vertedero mucho más aterrador que el inolvidable tango argentino, Cambalache, representado:

    Que el mundo era y será un desastre, lo sé

    En 506 y en el año 2000 también

    Que siempre ha habido ladrones, maquiavélos y estafadores.

    Contentado y amargo, valores y oro laminado

    Pero que el siglo XX es un espectáculo

    De maldad insolente, nadie puede negar más

    Vivimos revolcándonos en merengue

    Y en el mismo barro, todos estamos manoseados

Y sin embargo, cada moneda tiene dos caras. Tenemos cultura. Abrumador, universal, atemporal. La gran cultura. Todo. Antiguos códigos morales, los modales perdidos hace mucho tiempo, una escritura culta y elegante, el costumbrismo, documentación histórica a salvo de envenenadores despercibidos, vidas ejemplares, profecías cumplidas, las novelas atemporales, los libros clásicos de filosofía, arte, ciencia, religión.

En el pasado, aquellos que siempre tienden a justificar el crimen (sabes quiénes son), solían decir que la mayoría de los criminales, o terroristas que dieron su vida al odio, lo hicieron porque no habían tenido la oportunidad de ir a la escuela y estar moral e intelectualmente desarrollados. En realidad, ya no hay coartada cultural para nadie con acceso a Internet. Así que la gente de siempre puede empezar a trabajar en otro discurso para justificar la barbarie.

Y luego están los que ya no son capaces de sentir, los hijos inescrupulosos y sobreestimulados de la revolución digital. Aquellos que cayeron en redes cibernéticas durante los años 90, matando zombis, y que desde entonces no han experimentado ninguna actividad cerebral. Hoy tampoco tienen excusa. Debido al mismo veneno que digitalizó sus vidas durante la adolescencia, el mismo veneno que robó sus libros de papel, la misma pequeña pantalla que los hizo tontos en las edades de 15 o 20 años, ahora, a los 30 o 40, los puede rescatar.

No necesitan gastar más dinero en psicólogos. La elección es suya. Y esto demuestra que, incluso en el peor de los tiempos, la libertad siempre termina apareciendo para rescatarnos del cautiverio, ya sea voluntaria o involuntaria. La división cultural se ha roto para siempre. Y también la excusa favorita de la izquierda para justificar sus revoluciones violentas. Una gran parte de lo que está mal con Nicolás Maduro es que nunca ha leído un libro gordo en su vida. Y gran parte de lo que está mal con Venezuela es que nadie ha tenido la oportunidad de tirarle una a la cabeza todavía.

 https://spectator.org/everyone-and-anyone-can-be-wise/

4 comentarios:

  1. Somos muchos y molestamos los que pensamos, algo habrá que hacer, y en eso están, un abrazo Susana!

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  2. El tango "Cambalache" fue escrito y compuesto en 1934 por Enrique Santos Discépolo. Con Videla y Massera estuvo prohibido.
    Aunque la inspiración directa fue la situación argentina de la época, la fuerza de la letra reside en su capacidad para trascender ese contexto y volverse un símbolo universal de denuncia frente a la corrupción y la pérdida de valores en cualquier sociedad. La canción plantea que en el siglo XX, la línea entre el bien y el mal y la honradez.
    No ha perdido vigencia.
    salut

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