El matrimonio es un toma y daca. Hombres y mujeres tenemos distintas aficiones y tenemos que amoldarnos. Por ejemplo, a un hombre le gustan las películas de acción o ciencia; a una mujer más las sentimentales. Un hombre va a comprar a la ferretería o el Leroy merlin, mientras que una chica prefiere las rebajas. Por eso hay que ponerse de acuerdo e irse turnando o de lo contrario uno siempre quedaría decepcionado. Lo importante es hacer cosas juntos, lo que sea.
A mí no me gustaba visitar a mi suegra los sábados por la tarde, pero me aguantaba, y cada dos semanas comíamos en casa de mis padres. Mi marido se aburría y se aguantaba. Eso es el matrimonio. Hay que ceder ambos. Si los dos trabajan, las tareas se hacen a medias. Si a uno le gusta más comprar y a otro cocinar, pues se ponen de acuerdo. Lo que no puede ser es que uno prefiera estar siempre en su cuarto haciendo cosas en solitario.
El fin de semana hay que hacer algo especial, aunque sólo sea un paseo, que es muy sano. Visitar un sitio donde no se haya estado antes o ver a los amigos, a ser posible al mismo tiempo. Es decir, los amigos de él con los dos, los amigos de ella con los dos. Mejor que por separado. De vez en cuando sí conviene tener actividades diferentes, pero no como norma. El matrimonio significa compartir un proyecto de vida y eso es imposible hacerlo cada uno por un lado.
Y las tareas pesadas, como la compra, la limpieza o las cuentas de la casa no pueden ser todo el tiempo responsabilidad del mismo. Es un proyecto común. Si no teniendo niños ya se producen roces con esos temas, el problema sólo va a empeorar con más responsabilidades. Desde el principio es esencial tener un planning de la pareja, de la familia y de todas las tareas. Los caprichos son la última prioridad. La familia debe ser algo vivo que crece y se desarrolla o si no no sobrevive.
Sabias palabras, además de la necesidad respetarse y alcanzar una especie de acuerdo hay que aprender a complementarse.
ResponderEliminarUn saludo.
Siempre que exista un proyecto común. Un beso
EliminarCon mi marido éramos muy buenos compañeros en la convivencia y proyectos en común, claro que él tenía su tema de Don Juan, pero cuarenta años duró, un abrazo Susana!
ResponderEliminarComo digo, creo que a la larga compensa. Un beso
EliminarMucho problema el matrimonio, me aburro terriblemente, me ahogo :D
ResponderEliminarSaludos, buen inicio de semana
Es como convierte con otra persona, un padre, un hermano... Un beso
EliminarEl matrimonio se tiene que dar con amor, pasión y sobre todo compañerismo uy paciencia. Te mando un beso.
ResponderEliminarMucha paciencia. Un beso
EliminarUnas reflexiones interesantes, la experiencia en la convivencia nos lleva a la forma de compaginar nuestro día a día en pareja. las parejas en la actualidad lo tienen mas difícil, las inquietudes son distintas haciendo la convivencia mas complicada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por eso es un reto interesante que afrontar juntos. Un beso
Eliminar. Hay que ceder ambos. Tal como dices.
ResponderEliminarUn saludo
Hola.
ResponderEliminarYo creo que depende mucho de la situación. Yo adoro las pelis de acción( y las románticas también) y odio las rebajas, prefiero ir a Leroy Merlín a mirar herramientas, jajaja.
En mi caso a ambos nos gustaba estar con los padres del otro, de hecho nuestros padres y tíos eran amigos. A día de hoy disfruto visitando a mi suegra, y hacemos llamadas muy a menudo.
Pero en otras cosas no nos parecemos y tenemos que ceder, porque, en mi opinión, no son cosas muy importantes.
Me ha gustado leerte.
Feliz jueves.
Tener las mismas aficiones es lo ideal, pero a veces no sucede. Un beso
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