futuro presidente de Estados Unidos ha anunciado una “nueva era” para la nación. Propongo 10 objetivos que harán que la próxima administración Trump sea tan sólida como el comienzo de Load de Metallica .
Regreso a la libertad
Durante la administración Biden se perdieron muchas cosas: la unidad, la prosperidad y la capacidad de desenvolverse en el escenario mundial, entre otras. Sin embargo, la principal víctima fue la libertad. La libertad está en el centro de la identidad estadounidense. Trump tiene la oportunidad de revivir el principio básico del carácter de Estados Unidos y, como dijo Reagan, ser “los guardianes de la llama de la libertad”. Es una oportunidad para alentar a las personas a perseguir sus sueños y sus propios caminos y hacer que el gobierno deje de comportarse con los ciudadanos como el padre de un adolescente. El gobierno tendrá derecho a actuar como un padre cuando nazcan los niños a través de un registro oficial, por duplicado y con la firma del gobernador.
El viejo patriotismo
La gente necesita recuperar su orgullo de ser estadounidense. Los demócratas han luchado contra la identidad nacional y han pasado cuatro años humillando el alma misma del pueblo estadounidense: su sentido de pertenencia a la nación, su historia y sus símbolos. Recuperar el orgullo estadounidense es fundamental para volver a sentirse en casa. Y no tenemos que inventar nada nuevo. Es viejo. Es el viejo patriotismo. Y todavía funciona. ¡Icen su bandera!
Alivio fiscal para la clase media
La administración Biden afirmó odiar a los ricos (a menos que fueran miembros de la familia), pero a quienes realmente acosó fue a la clase media. Trump debe reducir el tamaño del gobierno y aliviar la carga impositiva sobre las familias. La receta fiscal de Reagan logró, entre otras cosas, reducir la inflación del 13,5 por ciento al 4,1 por ciento en ocho años. Personalmente, yo reduciría los impuestos a todos, excepto a la representante Alexandria Ocasio-Cortez, que se divierte pagando tasas.
Restaurar la unidad nacional
Los demócratas han trabajado duro para dividir la nación en dos bandos: buenos y malos, negros y blancos, ricos y pobres. Hay que unir a la nación. No es necesario que los principios sean idénticos a los del oponente. Basta con restaurar la comunidad, empezando por la condición humana, e inspirar la igualdad cristiana, la dignidad de todos los hombres y el orgullo de pertenecer a la nación.
Seguridad y Estado de Derecho
No tengan miedo de limpiar las calles. Digan lo que digan las izquierdas, nadie se va a quejar de vivir en un barrio más seguro. La defensa de los criminales y la campaña para desfinanciar a la policía es una de las batallas más estúpidas que ha librado la izquierda en los últimos tiempos.
Diplomacia internacional, liderazgo y pacifismo
La política exterior de Trump es una de las principales preocupaciones de los europeos, que temen que el “America First” se traduzca en aislacionismo y que Estados Unidos se desentienda de los asuntos globales. Lo cierto es que es imposible que Trump alcance los niveles de irrelevancia internacional de la era Biden. Estados Unidos debe volver a ser el líder del mundo occidental, promover la paz y la resolución de conflictos y dejar de contribuir económicamente a los líderes idiotas de la ONU que quieren enfriar el planeta a base de derrochar dólares. Para lograr ese liderazgo, lo mejor es volver a ser fuertes por dentro (así me lo dijo mi entrenador personal).
Sigamos luchando contra la guerra cultural
Ahora será tentador centrarse en la gestión y el gobierno y dejar de lado la batalla cultural que ha permitido a Trump, en parte, ganar las elecciones. Eso sería un error. Debemos levantar todas las estatuas que los demócratas han derribado, promover una oposición radical al wokismo (que murió en estas elecciones) y exhibir con orgullo las insignias del conservadurismo clásico. Debemos aplastar las ideas que empobrecen a la nación, que nos hacen peores personas y que nos han traído a este punto.
Educación y cultura de limpieza
Las dos grandes fuentes de decadencia moral son la educación y la cultura. Las universidades son fábricas de wokistas y antisemitas estúpidos, y Hollywood es tan insostenible ideológicamente como un documental de Al Gore. No tengo ni idea de cómo solucionarlo, pero es obvio que si no se hace algo, ese caldo de cultivo se volverá venenoso en cuanto se acerquen las próximas elecciones.
Un nuevo conservadurismo ambiental
Las políticas climáticas son ruinosas y estúpidas. Eliminarlas debería ser una prioridad. Pero Trump tiene la oportunidad esta vez de promover un nuevo ambientalismo conservador, basado en el mundo real y en la necesidad de preservar el medio ambiente. Pero también en el sentido común de los trabajadores agrícolas de todo el país y en la importancia de promover un mundo limpio sin impuestos verdes, religión climática ni toda esa basura progresista altamente contaminante.
Fomentar el aprecio por la creación de riqueza
La riqueza es buena. Deberíamos repetir ese mantra todos los días y ponerlo en las paredes de las escuelas. Y el capitalismo es el camino más eficiente hacia la prosperidad. La riqueza y la pobreza son como la belleza y la fealdad: nadie, excepto un progresista, soñaría con afirmar que la culpa de que haya gente fea es de la gente guapa.
https://spectator.org/ten-priorities-for-trumps-new-administration/
No parece que lo que Itxu Díaz pidió el 12 de noviembre de 2024 se esté cumpliendo el 8 de abril de 2025. Algo ha empezado y queda tiempo, ya veremos. Pero me parece también que la lista de deseos para Trump es aplicable a los gobernantes (actuales y futuros) españoles. E igual de difícil de cumplir.
ResponderEliminarUn saludo.
Las políticas a largo plazo no son apreciadas por la gente, pero yo confío en Trump. Un beso
EliminarCreo que tocar fondo hará que se salga de toda esta locura, un abrazo Susana!
ResponderEliminarYa debemos estar tocando. Un beso
EliminarNo me gusta Trump solo piensa en sus intereses. Te mandoun beso.
ResponderEliminarSus intereses son los de su país. Un beso
Eliminar