Diario conservador de la actualidad

El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

jueves, 31 de octubre de 2024

Halloween morboso

 Nunca he entendido esta fiesta. Entiendo que años niños les gusta disfrazarse pero para éso està el carnaval. Hoy entré en mi centro comercial de siempre y había un hombre asesinado y una ahogada en en pozo. Si tuviera niños no podría llevarlos allí. Tendrían terrores nocturnos.

Acostumbrarse a la muerte puede ser algo aceptable, pero no lo es celebrar la muerte violenta, el asesinato. Eso es malsano. No te puedes pasar 364 días renegando del mal y otro día ensalzándolo. No tiene sentido. Pero quien tenga esos gustos siempre puede ver películas de terror. Lo que no deben hacer es imponernos esas aficiones a todos.


Cualquier excusa es buena

 Se dice cuando se da una explicación inverosímil para hacer algo. Poner excusas es algo muy habitual hoy en día. Yo creo que se ha convertido en un hábito.

Sirve para no hacer tu trabajo o hacerlo mal. Siempre es culpa del profesor, del jefe o del gobierno. La responsabilidad está mal vista.

Màs sobre Israel: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-salvad-a-los-rehenes-30-10-24


miércoles, 30 de octubre de 2024

Cinco países probarán la tarjeta de vacunación europea

 Es una amenaza directa a la libertad: Bélgica, Alemania, Grecia, Letonia y Portugal probarán la nueva tarjeta de vacunación en distintos formatos, entre ellos, tarjetas impresas, copias enviadas por correo y versiones digitales para teléfonos inteligentes.

En septiembre, cinco países de la Unión Europea (UE) pondrán a prueba la Tarjeta Europea de Vacunación (EVC) recientemente desarrollada, que “tiene como objetivo empoderar a las personas consolidando todos sus datos de vacunación en un lugar de fácil acceso.


El programa piloto marca un paso hacia la implementación de la tarjeta en todo el continente, según Vaccines Today .


Bélgica, Alemania , Grecia , Letonia y Portugal probarán la nueva tarjeta en una variedad de formatos, incluidas tarjetas impresas, copias enviadas por correo y versiones digitales para teléfonos inteligentes. El programa tiene como objetivo “allanar el camino para otros países armonizando la terminología de las vacunas, desarrollando una sintaxis común, garantizando la adaptabilidad en diferentes entornos de atención médica y perfeccionando los planes de implementación de EVC”, informó Vaccines Today.


Los planes se harán públicos en 2026, “ampliando el sistema EVC más allá de las fases piloto y permitiendo una amplia adopción en todos los Estados miembros de la UE”.


Según Vaccines Today, el programa EVC busca aprovechar “las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 ” y fomentar la “innovación en la gestión de la vacunación ”, con el objetivo de “tomar medidas cruciales hacia un futuro más resiliente y seguro en materia de salud”.


El EVC se basa en la Red mundial de certificación sanitaria digital (GDHCN) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La UE y la OMS pusieron en marcha conjuntamente la GDHCN en junio de 2023 para promover un pasaporte de vacunas digital interoperable a nivel mundial , basado en el certificado sanitario digital de la UE lanzado durante la pandemia.


Vaccines Today describió el GDHCN como un “método centrado en el ciudadano para almacenar y compartir datos”, en lugar de un sistema que depende “exclusivamente de los sistemas de salud pública”.


Grecia fue el primer país europeo en proponer la implementación de un pasaporte de vacunación , que finalmente fue adoptado como el “Pase Verde” de la UE. Más tarde, Grecia se convirtió en el primer estado miembro de la UE en adoptar un “ pasaporte Covid ” digital .


La Universidad de Creta (Grecia) está coordinando el proyecto EVC junto con 14 socios de nueve países, y con 6,75 millones de euros (7,3 millones de dólares) de financiación del programa EU4Health de la Comisión Europea (CE) . La CE es el poder ejecutivo de la UE.


‘Amenaza directa a nuestra libertad’

Numerosos expertos dijeron que los planes para el EVC representan una amenaza directa a la libertad personal y de salud y a la soberanía nacional.


El Dr. David Bell , médico de salud pública, consultor de biotecnología y ex director de Tecnologías de Salud Global en Intellectual Ventures Global Good Fund, dijo: “La tarjeta de vacunación propuesta refleja un esfuerzo creciente por utilizar las herramientas de salud pública como un medio para concentrar la riqueza y proporcionar un medio para controlar a las poblaciones. Recuerda mucho a los enfoques que se aplicaban en algunas partes de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial y, en esencia, cumple un propósito similar: excluir de la sociedad a las personas que no siguen las instrucciones del gobierno.


“El ensayo en Europa es un siguiente paso obvio después de la reciente ampliación de la vigilancia en virtud de las modificaciones del RSI (Reglamento Sanitario Internacional) , que aumentan en gran medida la probabilidad de confinamientos recurrentes para permitir la vacunación obligatoria como una forma de forzar el uso masivo y la obtención de beneficios a partir de las vacunas”.


La abogada holandesa Meike Terhorst también criticó el programa piloto y calificó el pasaporte de vacunación digital como una “amenaza directa a nuestra libertad y también a la soberanía de cualquier estado”. “Todos nuestros poderes están entregados a los globalistas, al grupo de banqueros e inversores”, dijo Terhorst.


Catherine Austin Fitts, fundadora y editora del Informe Solari y exsecretaria adjunta de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos, dijo que los planes para el EVC representan “otro paso hacia la afirmación del control de la mano de obra y los viajes, con el objetivo de controlar los recursos y los activos”. Fitts dijo: “El objetivo es el control financiero. No hay ningún propósito legítimo de salud pública. Los banqueros centrales se esconden detrás de un discurso sanitario: políticas como el confinamiento son una forma de gestionar la inflación y la demanda de recursos cuando la política monetaria es altamente inflacionaria”.


Los expertos también vincularon el lanzamiento del EVC a las advertencias de los funcionarios gubernamentales y de salud sobre la “ próxima pandemia ”, potencialmente causada por la gripe aviar o una “ Enfermedad X ” aún desconocida .


Según Fitts: “Se están tomando muchas medidas para prepararse ante una pandemia de gripe aviar. El pollo es la fuente más importante de proteína de carne. “Hasta ahora, en respuesta a las actuales afirmaciones sobre la gripe aviar, los expertos que siguen las denuncias sobre la gripe aviar me han dicho que se han matado 99 millones de aves en los EE. UU. y 500 millones en todo el mundo. Se han enviado vacunas contra la gripe aviar a Europa. Se puede utilizar una tarjeta de vacunación para intentar presionar u obligar a las personas a que se pongan otra inyección innecesaria”.


El periodista científico y autor francés Xavier Bazin dijo: “Por el momento, la tarjeta de vacunación en Europa tiene como objetivo garantizar que la mayoría de los niños reciban su vacuna”. Sin embargo, dijo que cree que el siguiente paso es intentar imponer la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) en toda Europa. “Incluso si no tienen éxito con la vacuna MMR, este tipo de tarjeta será perfecta cuando llegue la próxima ‘pandemia’ y quieran imponer una vacuna de emergencia, como hicieron con la COVID”, dijo Bazin.


De manera similar, Bell dijo: “ La OMS y otras agencias son claras en su intención de vincular el cumplimiento de los dictados sanitarios centralizados con la capacidad de las personas de continuar con su vida cotidiana. “Si bien se oponen directamente a las convenciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, incluida la Declaración Universal de Derechos Humanos y el espíritu de la Declaración de Nuremberg , cuentan con el respaldo de las principales agencias internacionales y de los intereses corporativos que se han enredado con ellas en las últimas dos décadas”.


Los expertos también señalaron que los planes para el EVC estaban en marcha incluso antes de la pandemia de COVID-19. “El pasaporte de vacunación digital es un medio técnico para anular las libertades individuales, como el derecho a decir no a una vacuna”, dijo Terhorst. “Es un medio para convertir a seres humanos libres en ‘esclavos’. Este pasaporte de vacunación digital ha sido planeado con muchos años de antelación por los globalistas”.


Los planes para la tarjeta de vacunación de la UE comenzaron en 2018

El desarrollo del EVC comenzó en 2018, según documentos oficiales de la UE .


Ese año, Gavi, la Alianza para las Vacunas, anunció en la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) que se convertiría en la primera organización internacional sin fines de lucro en asociarse con el Centro para la Cuarta Revolución Industrial del FEM . “En mi opinión, [el EVC] está vinculado al proyecto de Gavi de mezclar la identificación digital y la prueba de vacunación”, dijo Bazin.


En 2019, la Alianza ID2020, junto con Gavi y el Gobierno de Bangladesh, anunció un nuevo programa de identificación digital , cuyo objetivo, según se anunció más tarde, era “ofrecer identificaciones digitales vinculadas a la biometría a los bebés cuando reciben vacunas de rutina”.


La Fundación Bill y Melinda Gates es socio de Gavi, que, a su vez, colabora estrechamente con la Alianza ID2020 , que ha impulsado el desarrollo de la identificación digital .


Según Vaccines Today, la EVC es necesaria porque las enfermedades zoonóticas (aquellas que se transmiten de animales a humanos) “siguen representando una amenaza importante para la salud mundial”. “Mientras Europa pasa de las medidas de emergencia a la gestión a largo plazo del COVID-19, existe una oportunidad crítica para fortalecer la resiliencia y aumentar la preparación para futuras amenazas a la salud ”, informó Vaccines Today, citando al EVC como uno de esos proyectos.


Otros proyectos a nivel de la UE en marcha, según Vaccines Today, incluyen “un sistema de decisión clínica que proporciona recomendaciones de vacunación, una herramienta de detección para identificar e invitar a las poblaciones vulnerables, un folleto electrónico de información del producto (e-PIL) para permitir la transferencia de vacunas entre países sin tener que reenvasarlas, y una herramienta de modelado y previsión para evaluar el impacto de las intervenciones de salud pública”.


Pero para Bazin, esos esfuerzos tienen poco que ver con la protección de la salud pública. “Para aquellos que piensan que la vacunación es un procedimiento médico que siempre debería seguir siendo una elección libre, la Tarjeta Europea de Vacunación es realmente escalofriante y debería ser rechazada”, dijo.


Fuente: Michael Nevradakis| Defender


https://adelanteespana.com/realmente-escalofriante-cinco-paises-probaran-la-tarjeta-de-vacunacion-europea

martes, 29 de octubre de 2024

Sin sorpresas detrás del lobby de la carne falsa, por Itxu Díaz

 

Hace unos 2,6 millones de años, los humanos comenzamos a comer carne y, hasta hoy, no hemos dejado de hacerlo. Gracias a ello, nuestro cerebro se ha vuelto más grande y desarrollado. Con el pretexto de frenar el cambio climático, han crecido las campañas ecologistas, la ONU, el Club de Davos y muchos gobiernos progresistas contra la industria ganadera y el consumo de carne. Afirman que, después de la quema de combustibles fósiles, la industria ganadera es en gran medida responsable del apocalipsis climático que anuncian. El Washington Post da una muestra de la locura vegana colectiva que se ha apoderado de nuestros medios de comunicación y de la clase política. 


El origen de esta nueva ofensiva contra la carne viene de un reciente estudio publicado en Nature Communications que propone reducir en un 50 por ciento el consumo de carne y leche para el año 2050. El estudio afirma que esta medida detendrá casi por completo la deforestación y reducirá los gases de efecto invernadero y el uso de la tierra en un 31 por ciento.


A pesar de la dudosa correlación, es interesante ver quién está detrás de este estudio.


La autora en cuestión es Marta Kozicka de Integrated Biosphere Futures (IBF), una organización dedicada al “desarrollo de transformaciones en los sectores alimentario y de base biológica que permitan satisfacer las necesidades humanas al tiempo que garantizan el uso sostenible de los entornos terrestres y marinos”. 


“Podemos tener un impacto real reemplazando nuestro consumo de carne y productos lácteos por alternativas basadas en plantas, aunque sea solo parcialmente”, dice Kozicka en el Washington Post , lo que lleva al periodista a comparar el imperativo de cambiar la dieta con el de fumar. “Dejar de comer de golpe es difícil”, señalan, “pero incluso si no estás dispuesto o no puedes volverte completamente vegano, aún puedes diseñar una dieta mucho mejor para el medio ambiente”.


“Necesitamos mucho más que ‘Lunes sin carne’ para reducir las emisiones globales de GEI que impulsan el cambio climático”, afirma Eva Wollenberg, coautora del estudio. Wollenberg trabaja para Biodiversity Alliance y Gund Institute, dos organizaciones que carecen de credibilidad a la hora de analizar las relaciones entre el clima y la carne porque su razón de ser y premisa es precisamente cambiar el suministro mundial de alimentos. Biodiversity Alliance dice en su página web que su plan es “una estrategia unificada para resolver las crisis globales, dando la vuelta a los sistemas alimentarios”, mientras que Gund Institute basa su estrategia en asociarse con gobiernos y empresas, no para investigar, sino para promover el cambio, incluido el cambio alimentario: “la investigación no es suficiente para resolver nuestros problemas ambientales; también necesitamos acción”. 


El Instituto Gund para el Medio Ambiente forma parte de la Universidad de Vermont, que está detrás del estudio y que, a su vez, se distingue por su militancia ambiental y su catequesis vegana. En un documento publicado en 2021, la universidad admitió abiertamente el motivo de este fervor verde:


En la actualidad, los estudiantes de la Universidad de Vermont se preocupan por la salud y el medio ambiente. El 42 % de los estudiantes eligen la UVM debido al compromiso de la institución con estos valores. A menudo, estos valores se reflejan en las elecciones de alimentos que hacen los estudiantes. En estrecha colaboración con los estudiantes, el comedor de la UVM ha modificado la oferta de alimentos para satisfacer las crecientes solicitudes de opciones de alimentos de origen vegetal en los comedores. Ahora hay más opciones vegetarianas y veganas disponibles para los estudiantes en todas las comidas. 


Pero si todos los implicados en el estudio te siguen pareciendo creíbles, por mucho que apoyen una única conclusión de la investigación, la cosa se pone peor: El tercer colaborador del informe publicado en Nature Communications es Impossible Foods , una de las mayores empresas dedicadas a la producción de carne de laboratorio, entre cuyos inversores figuran Peter Jackson, Serena Williams, Katy Perry y, por supuesto, Bill Gates.


Para sorpresa de nadie, la conclusión a la que llegó esta investigación fue que es urgente abandonar el consumo de carne (al menos hasta el 50 por ciento antes de 2050) y que una dieta vegana resolvería nuestros problemas, en concreto, una dieta basada en productos de Impossible Foods. En otras palabras: para frenar el cambio climático y evitar la muerte por asado, congelación o inundaciones (el peligro varía según la década), necesitamos urgentemente consumir productos de Impossible Foods. 


Cabe señalar que lo que todas estas organizaciones pretenden es, en realidad, conseguir esa posición. Su plan no es convencer a la gente, sino obligarla. Por eso admiten que trabajan en estrecha colaboración con los gobiernos y los organismos internacionales para garantizar que sus investigaciones se traduzcan en acciones reales.


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Huelga decir que nadie se ha molestado en pedir la opinión del sector ganadero, que emplea a millones de personas en todo el mundo y del que dependen muchos millones de consumidores. Los ambientalistas tampoco han explicado por qué el calentamiento global se debe al gas metano de las vacas en Estados Unidos y Europa, y no a los 12.466.316 megatoneladas que el comunismo chino emite cada año (el estudio de Nature Communications admite discretamente este problema, reconociendo que “los principales impactos en el uso de insumos agrícolas se dan en China”).


El estudio tiene otros puntos débiles. Por un lado, propone sembrar la misma cantidad de cultivos y reducir a la mitad la ganadería sin explicar cómo evitará que millones de personas mueran de hambre. Por otro, tampoco explica cómo será posible que las clases medias y bajas accedan a la carne sintética, mucho más cara que la real, sin acentuar radicalmente las desigualdades económicas, como ya está sucediendo con la imposición de los coches eléctricos en los países europeos.


Davos, la ONU y la izquierda globalista están detrás de estudios que buscan promover cambios reales y profundos. En el caso del lobby de la carne falsa, está claro que el ecologismo de las élites es una excusa para saquear y empeorar la vida de las clases medias. 

 https://www.theamericanconservative.com/no-surprises-behind-the-fake-meat-lobby/

lunes, 28 de octubre de 2024

Ponerse las pilas

 Es lo que hacemos todos al acabar el verano. Hacer planes para el curso. Habituayarnos para el invierno como los animales. Retomar la actividad.

Yo vengo cargada de artículos para este año, confiando en que nadie me impida seguir con mi labor de divulgación. De hecho, tengo demasiados acumulados, así que espero que sigan funcionando el blog.

Más sobre EEUU: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-la-agonia-del-partido-democrata-17-10-24

domingo, 27 de octubre de 2024

Rusia se mantiene firme respecto a la familia

 NUEVA YORK, 20 de septiembre (C-Fam) Diplomáticos de Rusia dijeron que “trazarían la línea” sobre la familia en un debate sobre la inminente Cumbre del Futuro de la ONU.


En un hecho sorprendente, los delegados de Rusia insisten en que “la familia” es importante para el desarrollo social y económico en los acuerdos que se espera se adopten en la Cumbre del Futuro la próxima semana.


Si bien se sabe que la Federación Rusa ha adoptado posiciones profamilia en el pasado, especialmente en el Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, es raro y quizás sin precedentes ver tal insistencia en una negociación de alto nivel en la Asamblea General de la ONU.


Los países occidentales, por su parte, no quieren ninguna referencia a “la familia” en singular. Sostienen que la noción de familia en singular es una construcción occidental que excluye otros tipos de familias, incluidas las familias LGBT. Insisten en que si hay alguna referencia a las familias en la política de la ONU, debería ser en plural “familias”.


El delegado ruso respondió a estos argumentos occidentales durante una reunión abierta la semana pasada. Dijo que la delegación rusa no estaba “cómoda con cómo se oponía el género a las cuestiones familiares”. Sostuvo que la familia en singular era un “término general” y que los países podían definir la familia como prefirieran en las leyes nacionales.


El delegado ruso instó a los colegas de otros países a ser flexibles. Incluso dijo que la Federación de Rusia podría haber adoptado una línea aún más dura y haber utilizado lenguaje de los tratados existentes que se refieren a la familia como la “unidad grupal natural y fundamental de la sociedad” y definen expresamente el matrimonio como entre un hombre y una mujer.


Varias delegaciones de África y Asia, incluida China, apoyaron la posición rusa.


Es un giro sorprendente de los acontecimientos. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética difundió la noción de que la familia era una construcción social capitalista que obstaculizaba la capacidad del gobierno para alcanzar objetivos sociales comunes y perpetuaba las normas tradicionales. Rusia ahora insiste en que la familia es la base de la sociedad. Por el contrario, las delegaciones occidentales que alguna vez promovieron a la familia como sede del derecho a la privacidad y un baluarte contra la extralimitación del gobierno ahora ven a la familia como un obstáculo para la eficiencia del gobierno y los derechos de las mujeres.


La escasez de tiempo y las presiones diplomáticas pueden beneficiar a Rusia.


Está previsto que se adopte un paquete de tres acuerdos finales en la Cumbre de los próximos días. Con la llegada de los líderes mundiales a la ONU, existe una intensa presión sobre los diplomáticos para que abandonen sus líneas rojas y sean flexibles. Esto podría beneficiar a Rusia y dar lugar a un acuerdo de alto nivel que haga referencia por primera vez a la importancia de la familia para la política de desarrollo.


La Federación de Rusia es sólo una de varias delegaciones que retrasan los acuerdos finales para la Cumbre del Futuro sobre una serie de cuestiones.


Otro tema importante en disputa es cómo referirse a las injusticias percibidas como resultado del colonialismo. Los países occidentales, el Reino Unido y la Unión Europea rechazan un lenguaje que los comprometería a encontrar formas de “remediar tragedias pasadas” debido al colonialismo. Delegaciones de América Latina, África y Asia buscan algún tipo de restitución.

https://c-fam.org/friday_fax/rusia-se-mantiene-firme-respecto-de-la-familia-en-la-cumbre-del-futuro-resultado-incierto/

sábado, 26 de octubre de 2024

Trump ante el estado profundo

 «Sistema amañado», «intereses especiales», «drenar el pantano» y «Estado Profundo» han sido expresiones tan recurrentes en el discurso de Trump desde que presentó su candidatura a mediados de 2015 que han pasado a ser parte reconocible de su identidad. Todo el mundo responde pavlovianamente a ellas, bien a favor o en contra, porque saben de quién provienen… aunque no tanto hacia quién van dirigidas. El contorno de su significado resulta un tanto difuso y quizá ahí radique parte de su éxito, como ocurre con la poesía y las letras de las canciones, donde cada uno añade lo suyo en esos espacios en blanco y entonces cree que tratan de su propia experiencia personal. Podríamos pensar entonces que son significantes vacíos, pero entonces vemos cosas extrañas aquí y allá en diferentes estamentos del sistema, reacciones tan coordinadas, tan notoriamente sujetas a «órdenes de arriba», que se hace imposible no empezar a sospechar que están enlazadas por hilos invisibles movidos por algunos que se dan por aludidos y ven en el extra de Solo en casa 2 una amenaza para su poder. Así que algo hay. Haberlo, haylo.

¿Pero exactamente qué? ¿De qué intereses especiales estamos hablando? ¿Quiénes son esas misteriosas criaturas que habitan en el pantano? ¿Cuál es el origen, composición y forma de actuar de ese Deep State o Estado Profundo? En esa tarea nos resultará de utilidad The Deep State: The Fall of the Constitution and the Rise of a Shadow Government deMike Lofgren: tras dos décadas en el House Budget Committee en asuntos de seguridad nacional conoce bien el sistema desde dentro y tiene libertad, ya retirado, para describirlo. Ya se sabe que no hay cuña como la de la misma madera. La expresión «Estado Profundo» proviene de los últimos días del Imperio otomano, cuando bandas criminales se pusieron al servicio de los generales llamados Jóvenes Turcos para formar la naciente república turca. Alude, por tanto, a aquellos poderes estatales o ramificaciones del mismo que no están sujetas a control democrático y tienen su propia agenda de intereses.

En el caso estadounidense, dice Lofgren, «el Estado Profundo es la gran historia de nuestro tiempo. Es el hilo que une la guerra contra el terrorismo y la militarización de nuestra política exterior. La financiarización y la desindustrialización de nuestra economía. El ascenso de una estructura social plutocrática que nos ha dado la sociedad más desigualitaria en al menos un siglo, y la disfunción política que ha paralizado la gestión cotidiana». Concretamente estaría compuesto por el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, el Departamento de Seguridad Nacional, la CIA, el Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro en su relación simbiótica, todos ellos, con Wall Street y Silicon Valley.

Aquí el propio Trump da una sucinta explicación de ese Establishment y sus fines últimos. Por ello, cuando los medios intentan desmentirlo dicen que eso del Estado Profundo es solo una teoría de la conspiración sobre algo inexistente y, simultáneamente, que se trata de servidores públicos y agencias que al no estar bajo las órdenes del presidente velarían por frenar sus excesos preservando el orden liberal. O sea, que sí conspiran contra él, pero son los buenos de la película, nos cuentan.

Bien, ya nos vamos haciendo una idea de sus fines y de sus coartadas. Hay además dos rasgos del comportamiento humano característicos suyos, como leyes newtonianas a las que están sujetos inexorablemente. Uno es lo que el psicólogo Irving L. Janis definió como «pensamiento de grupo», es decir, la habilidad camaleónica de la gente para adoptar los puntos de vista de sus superiores e iguales, lo que hace que parezcan a menudo tan coordinados e intercambiables como minions. Un síndrome que sería endémico en Washington D.C., el nodo principal del Estado Profundo, definido alguna vez como un «Hollywood para gente fea», pues se trata de un microcosmos donde los contactos y el estatus son tan importantes como en aquél, pero las apariencias se requieren más discretas.

 «Un traje Armani no es apropiado; es importante que uno parezca un sobrio servidor del pueblo, o un humilde aspirante a servidor del pueblo, incluso aunque ese pueblo al que uno sirve sean plutócratas», aclara Lofgren, al tiempo que aconseja dejar de lado los Ferraris y Bentleys y apostar por el coche oficial del Estado Profundo, el Chevrolet Suburban negro. Ese SUV que tantas veces hemos visto con el que persiguen o secuestran al protagonista de cualquier thriller cuando pasa a saber demasiado.

El segundo rasgo se resume en aquella célebre cita de Upton Sinclair: «Es difícil conseguir que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda». Hermanada con aquella ley de hierro de la oligarquía por la que las élites tienen como prioridad perpetuarse en el poder, la llamémosla ley de hierro del chiringuito establece que el fin último de toda agencia es preservar o ampliar su dotación presupuestaria. Dado que es una vía de dirección única, esto conlleva que los organismos públicos van multiplicándose y extendiendo sus raíces indefinidamente sin que nadie parezca capaz de ponerles freno. Basta fijarse en sus orígenes y desarrollo.

La CIA fue fundada en 1947 por exigencias de la Guerra Fría ante las reticencias de algunos que veían en ella una «Gestapo americana», incluyendo el propio presidente Truman (quién, años después, se arrepentiría públicamente de la deriva que tomó). Su poder fue creciente, conformándose durante los años 50 como una agencia capaz de derrocar gobiernos en otros países, desde Irán a Guatemala. Para enero de 1961, el presidente Eisenhower pronunció un histórico discurso de despedida en el que alertaba de la «influencia injustificada, buscada o no, por el complejo militar industrial. El potencial para un desastroso aumento del poder fuera de lugar existe y persistirá. Solo una ciudadanía en alerta y conocedora puede obligar a que una enorme maquinaria industrial y militar se combine adecuadamente con nuestros métodos y objetivos pacíficos».

Ese mismo año su sucesor, Kennedy, dio otro discurso igualmente célebre ante la Asociación de Prensa señalando las restricciones e imposiciones de la seguridad nacional y cómo con su poder paralelo y sus actividades conspiratorias pueden ahogar las libertades en principio llamadas a defender, pues «la propia palabra ‘secreto’ es repugnante en una sociedad libre y abierta; y nosotros, como pueblo, hemos sido intrínsecamente e históricamente opuestos a las sociedades secretas, a los juramentos secretos y a los procedimientos secretos». El destino le tenía preparada una amarga ironía.

Se cuenta de Cincinato que aceptó el puesto de dictador que le ofreció el Senado romano para combatir a los invasores eucos; tras reunir un ejército y derrotarlos en apenas unos días, renunció a todo el poder que le había sido otorgado y regreso a su granja para seguir cultivando la tierra con sus manos. Que tal gesto alcanzase niveles de leyenda, citado y recreado en los siglos venideros, nos hace temer que en realidad es bastante infrecuente. 

Los atentados de 2001 abrieron el paso a nuevas agencias de seguridad, mayores competencias para ellas y presupuestos más generosos, además de una constante implicación en costosísimas guerras foráneas… No sería fácil volver a meter luego el genio en la botella. Recordemos que el mismo Obama llegó al poder advirtiendo de los excesos de la «guerra contra el terror» y de la amenaza que suponían para los derechos constitucionales. Sin embargo, sus ocho años en el cargo desmintieron clamorosamente lo prometido.  

Pero los votantes no lo olvidaron. Las promesas de Trump de no involucrarse en conflictos externos y «drenar el pantano» sin duda jugaron un papel en su elección en 2016. Esta vez el resultado fue algo más satisfactorio, pero lejos de lo prometido… incluso para alguien no muy dado a la autocrítica como él. Hace unos meses anunció un plan que incluía desmontar departamentos y estructuras burocráticas, crear auditorias independientes para controlar las agencias de inteligencia y organizar «una Comisión de Verdad y Reconciliación para desclasificar y publicar todos los documentos sobre espionaje, censura y corrupción del Estado Profundo».

Lo contaba, también, hace unos días su nuevo fichaje para esa tarea, Robert F. Kennedy Jr. sobre la experiencia de Trump en su primer mandato tal como a él se la contó: «Dijo, no sabía nada sobre gobernar y ganamos esta elección, y de repente, tienes que llenar 60,000 puestos (…) dijo que estaba rodeado de personas, de cabilderos e intereses empresariales que decían, tienes que nombrar a este tipo, y eso es lo que hizo. ‘No quiero hacer eso de nuevo’ dijo, ‘esos eran tipos malos y esta vez, vamos a hacer algo diferente’. Me ha pedido que le ayude a hacerlo. Así que, si lo hacemos, si él hace lo que dice, soy muy optimista de que realmente podemos remediar gran parte de esta corrupción».

Ahora bien… ¿Qué será capaz de hacer ese pantano para evitar ser drenado?   

https://ideas.gaceta.es/trump-ante-el-estado-profundo/

viernes, 25 de octubre de 2024

Razones de la crisis de natalidad

 España vive una crisis muy profunda de natalidad, que viene a su vez agravada por un profundo desplome de la nupcialidad y una normalización y fomento del divorcio, lo que todo junto ha dejado a España y al resto de países de Occidente con la estructura familiar al borde del alambre y en proceso de descomposición.


¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué consecuencias puede tener esta ausencia de hijos? ¿Es culpa del sistema que no favorece a las familias o en realidad la gente no quiere tener hijos?


A todas estas cuestiones tan importantes en un tema en el que la humanidad se juega su futuro da respuesta Alejandro Macarrón, demógrafo y profesor universitario, en una entrevista con Javier Lozano en la revista Misión, publicación de suscripción gratuita, editada en papel y la favorita de las familias católicas españolas.


- España no llega a 1,2 hijos por mujer. ¿Cómo ve la situación actual?


- El diagnóstico es muy malo. Nacen menos niños de los necesarios para el relevo generacional y vamos hacia peor. El 40 % de las mujeres no tiene hijos, un 20 % tiene uno, un 28 % dos, un 9 % tres y hay un 3 % con cuatro o más. Sigue habiendo quien tiene tres o cuatro hijos, pero hoy son minoría.


- ¿Cómo ve el contexto mundial?


- Si siguen las cosas así, dentro de entre 15 y 30 años la población mundial empezará a decrecer. El máximo de nacimientos se tocó hace 10 años. Desde entonces nacen menos niños que el año anterior.


- ¿Qué provoca esta crisis de natalidad?


- El número de hijos por mujer empezó a caer en los países desarrollados hace unos 150 años. Al mismo tiempo cayó, incluso más, la mortalidad infantil. En España, en 1880, la mitad de los niños que nacían no llegaban a los 12 años. O se tenían muchos niños o la sociedad decaía y esto generó una cultura pronatalidad. Esa tendencia se quiebra en el siglo XIX.


- ¿Cómo afecta la crisis del matrimonio?


- Tener hijos es hacer la mayor inversión de tu vida. Pero hoy casi la mitad no se casa, y de los que sí lo hace, la mitad se divorcia. Sólo el 25 % permanecen unidos para toda la vida. Eso es un desastre. Y encima los hijos de divorciados se divorcian mucho más.


- ¿La caída de la natalidad va unida a la descristianización?


- Por supuesto. La gente más religiosa tiene más hijos. Hoy ni para las élites ni para el pueblo los valores cristianos cuentan, y son estos los que permiten ver la paternidad como un gran tesoro, a pesar del sacrificio y del compromiso que entraña. Si la gente cree que el matrimonio es algo sagrado y que hay que estar abierto a la vida, esto tiene un efecto evidente en su existencia.


- El gran argumento que se ofrece hoy es económico…



- Los factores económicos en lo importante no tienen la menor incidencia. Quienes más hijos tienen en España son el segmento posiblemente más pobre: los musulmanes. Ellos y los cristianos muy religiosos, que pueden ser de clase alta o no. Los funcionarios, con empleos estables, tampoco tienen muchos niños. En plena guerra civil nacían muchos más niños que ahora.


- ¿Es entonces una cuestión cultural?


- Es fundamentalmente cultural. Si una sociedad quiere niños, ya sea por presión del pueblo o por los votos, el político haría lo imposible porque hubiera más. Pero si no se conciencia de que es mejor tener niños y no se fomenta la estabilidad matrimonial, las personas no se embarcan en esta aventura.


- ¿Existe hoy una ausencia de responsabilidad social?


- Lo que me enfada es que se presuma de no tener hijos. Si todo el mundo actúa así, sería el caos. No habrá quien les cuide o quien produzca lo que necesitan. Muchos no ven esta responsabilidad para consigo mismos ni para con los demás.


- ¿Qué consecuencias tendrá esto?


- Lo peor es el desierto afectivo, pues la persona no genera esa red de afecto personal, esa continuidad familiar y personal. En los últimos 50 años se ha multiplicado por seis el porcentaje de personas que viven solas en España. La soledad es especialmente dura en la sociedad moderna. Esto no lo cura la inmigración. Yo no puedo importar un niño o un adulto para que sea el hijo que no tuve.


- Vamos hacia una sociedad anciana…


- Y la democracia se está convirtiendo en una gerontocracia. Esto lleva a que se estruje fiscalmente a la gente que produce. Los pensionistas son el segmento electoral más homogéneo. Hoy día es el más poderoso. No es culpa de ellos, el político sabe dónde están los votos.


- ¿Cómo será una sociedad de individuos que han crecido solos?


- Más pobre. No es que ser hijo único sea lo peor, pero no es lo ideal. Los hermanos juegan y se pelean, negocian, cooperan y compiten continuamente. Eso genera unas habilidades. En China sufren las consecuencias del experimento social del hijo único. La llaman “la sociedad de los pequeños emperadores…”.  Para la formación como ser humano es mucho mejor tener varios hermanos, sin duda.


Un niño solo ante una nada, foto de Guillaume de Germain para Unsplash


- Pero no se destaca lo bueno…


- Sólo se hace énfasis en lo que cuestan los niños y así se justifica que tener hijos “no compensa”. Se destaca lo que penaliza, pero no se pone en valor la maravilla de tener un niño y criarlo, y de lo que compensa afectivamente.


- ¿Por qué no es un tema prioritario para los gobernantes?


- Es un problema que avanza lentamente y el ser humano se mueve más por problemas agudos. Es incómodo para los políticos, porque muchas personas no tienen hijos. El que busca votos tiene miedo de molestar a parte de sus electores. Luego hay ideologías antinatalidad como el feminismo. Y prefieren fomentar leyes como la del aborto o el divorcio exprés.


- ¿Es posible cambiar estas políticas?


- Es importante la sociedad civil. Si no buscas el voto, puedes decir que el rey está desnudo, pero si estás en la corte, no puedes porque te meterán en la mazmorra, aunque el rey esté desnudo y todo el mundo lo sepa. Hay que pedir que haya hijos, no para garantizar las pensiones, sino porque es bueno para las personas y para la sociedad.


- ¿Cómo revertir esta situación?


- Hay que contar la verdad a la sociedad desde la escuela. Si no tenemos niños, nos espera un futuro muy gris y no es justo para quienes sí los tienen. Las élites, que son las que tienen más influencia, tienen que ser pronatalidad.


- ¿Algo más?


- Hay que hacer un cambio en el Estado. Las personas que tienen hijos tienen un gasto en crianza que redunda en favor de la sociedad. Tienen que tener mucha menos carga fiscal. Hay que favorecer la estabilidad familiar y desincentivar el divorcio, mostrando el daño que se hace a los hijos. Y cambiar el que el Estado sea anticristiano. Los católicos tienen unos valores estupendos para una sociedad, porque generan estabilidad y producen un bien para la sociedad.


Por otro lado, Alejandro Macarrón ofrece 5 razones que explican la crisis de natalidad:


1. Cambio en los valores familiares:

Ha habido un cambio en los valores ligados a la familia y a la estabilidad familiar. “Se desvalorizó el matrimonio, el casarse joven y el tener hijos pronto. Mucha gente quiere tener niños, pero cuando ya es demasiado mayor”, advierte Macarrón.


2. Crisis del matrimonio:

“La mitad de la gente en España ya no se casa. Hay tres formas de hogares con hijos: matrimonios, parejas de hecho y hogares monoparentales. Los matrimonios tienen más hijos, porque es un marco mucho más estable para tener niños, pero el divorcio ha tenido fuertes efectos antinatalistas”.


3. Incorporación de la madre al mundo laboral y ataque a la figura paterna.

“La incorporación de la mujer al mundo laboral tiene mucho peso, ya que dificulta formar familias grandes. Ahora mismo hay un ninguneo de la figura del padre y un desprecio a la madre que no quiere trabajar fuera del hogar”.


4. Aborto y el ecologismo:

Macarrón recuerda que “de estar penalizado, el aborto ha pasado a ser considerado un derecho. Además, se fomenta un catastrofismo ecológico en el que tener hijos es malo para el planeta”.


5. Ambiente antinatalidad:

“En España hay una generalización del pesimismo, como si tener hijos fuese empobrecerse. Se mete miedo a las familias y a los jóvenes, a la vez que se vacía de estatus el matrimonio y se fomenta la monoparentalidad, una auténtica barbaridad, tanto afectiva como materialmente”, asegura el experto.


https://www.religionenlibertad.com/vida_familia/188109085/alejandro-macarron-razones-crisis-natalidad-espana-occidente.html

jueves, 24 de octubre de 2024

Sacar fuerzas de flaqueza

 Como la frase indica supone hacerse fuerte cuando ya estás agotado. Eso pasa mucho por ejemplo cuando tienes un niño pequeño que criar.

Es curioso pero hay veces que crees que ya no puedes más y es justo en ese momento cuando descubres que eres mucho más fuerte de lo que creías.

Màs sobre Israel: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-se-colapsara-israel-antes-de-un-ano-18-10-24

miércoles, 23 de octubre de 2024

La historia oficial culpa de todo a nuestros antepasados

Hace unos años, justo al comienzo de la pandemia, llegó a las librerías Esto no estaba en mi libro de Historia del Imperio español (Almuzara). La idea de Pedro Fernández Barbadillo era rescatar del olvido hitos y personajes que marcaron la historia del mundo, con el problema de haberlo hecho bajo la bandera de una nación que llegaría a estar lo suficientemente acomplejada como para no atreverse a recordarlos. Se quedó corto. "La historia del Imperio es un baúl de cerezas", comenta para LD. "Coges una y salen enlazadas muchísimas más. Podrías no acabar nunca de escribir sobre el tema". Así que ahora publica Historia desconocida del Imperio español (Almuzara), una segunda parte que tampoco suena a definitiva; y charla con nosotros acerca de este país extraño. Tanto, que si hiciéramos caso a quienes se dedican a difuminar su historia para restarle legitimidad, tendríamos que decir que nunca ha existido, aunque parezca existir hoy, si es que algún español del futuro no inventa alguna nueva teoría que lo desmienta.


Pregunta: Hace unas semanas, después de la celebración de la victoria de España en la Eurocopa, levantó revuelo un cántico: ¿Gibraltar es español?


Respuesta: Esperaba esa pregunta. Bueno… Lo que demostró la campaña de la izquierda a cuenta de ese grito de los jugadores fue el grave problema de unidad nacional que tenemos en España. Es decir, los franceses, los ingleses, los suecos, los portugueses… no tienen ese problema. Esa obsesión morbosa con el "cuándo nace España"... Para algunos, España es un país que no debió de existir nunca. Y este último revuelo es muy revelador. La izquierda que abjura de los paraísos fiscales defiende el paraíso fiscal de Gibraltar. La izquierda que está contra el colonialismo, está con Gibraltar. ¿Y eso por qué? Pues porque lo que detesta es únicamente que Gibraltar sea español. Quienes sostienen esto contradicen las declaraciones de la ONU cuando les conviene. Pero la cosa está clara: Gibraltar tiene que ser reintegrado a España, como España tuvo que reintegrar Ifni a Marruecos en los años 60. Es así de simple. Quienes no lo quieren entender lo que odian es España. Es un problema muy grave el que tenemos. Por otro lado, lo que pasa es que España es un pueblo histórico, una nación histórica que tiene una vinculación innegable con el catolicismo. Y por ahí también se explican muchas cosas. Quizás esta izquierda de los Errejones y de los Echeniques estaría más contenta de vivir en Al Ándalus.


P: ¿Tanto peso sigue teniendo la religión, todavía hoy?


R: Sí, sigue teniéndolo porque se trata de un complejo que marca el espíritu de nuestro tiempo. El nacionalismo más aceptado hoy es el francés, por ejemplo, precisamente por ser laicista. Proviene de una revolución que guillotinó a un rey y cargó contra todo lo que tuviese que ver con la sociedad tradicional. Todos los demás patriotismos están mal vistos: el alemán, el español, el polaco… Pero el caso de España es paradigmático porque es un país que todo lo que ha hecho en la historia está indisolublemente unido al catolicismo. Y esto mucha gente no lo puede soportar. La última manifestación del confesionalismo católico de la nación española fue la guerra civil y la victoria del bando nacional. El bando nacional definía su actividad como una cruzada de liberación. El Papa nunca la declaró cruzada, hay que decir. Y esto no funciona igual que en el caso de los musulmanes, cuya yihad la puede declarar cualquiera que tenga la autoridad en su comunidad. Pero bueno… Franco iba a misa. Franco entraba bajo palio en las iglesias. Y en parte mucho del odio que despierta su figura tiene que ver con eso. No existe un odio igual en Portugal contra Salazar. Si algo define a la izquierda que odia a España es que es furibundamente anticatólica. Es una izquierda atea, socialista, que sueña con instaurar un régimen comunista. En su momento también había gente que miraba la Albania de Hoxha, que hay que estar tocado, pero bueno. Luego, por otro lado, tienes a todos los acomplejados, a todos los que se alimentan de los libros de Nieves Concostrina y de sus charlas en la SER…


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La izquierda que está contra el colonialismo, está con Gibraltar. ¿Y eso por qué? Pues porque lo que detesta es únicamente que Gibraltar sea español

P: Sin embargo, la izquierda española mira con buenos ojos a otros nacionalismos patrios. Y tampoco se puede decir que no estén ligados al catolicismo…


R: Bueno, claro. Los del PNV reivindican a personajes como Sabino Arana, totalmente católico, e incluso tan carca que llega a hacer parecer al nacionalismo catalán un descafeinado con leche. Pero eso es porque esos nacionalismos y la izquierda tienen objetivos comunes. Los nacionalistas vascos y catalanes, al igual que la izquierda, necesitan construir un discurso contra España, contra lo español. Así que hasta te presentan un catolicismo de concordia, sobre todo después de la guerra civil, no digamos ya después del Concilio Vaticano II. Se trata de un catolicismo guay, un catolicismo de viva la gente, diferente del catolicismo mesetario, castellano, español, que es el catolicismo de la Inquisición, de la imposición, de la intolerancia. Lo que hacen es construir un pasado cuanto más oscuro mejor, para poder legitimarse. Dicen: "No queremos ser como ellos". Así que "ellos", es decir, los españoles, tienen que ser lo más oscuro, lo más siniestro, lo más despiadado, lo más inculto, lo más bruto.


P: He empezado hablando de Gibraltar porque algunas personas salieron a decir que cuando se firmó el Tratado de Utrecht, España no existía. Eso me hizo pensar en cómo incluso quienes más denostan el recurso a la historia acaban acudiendo a ella si creen que les da la razón…


R: No hay más que ver cómo esa misma gente que acude a la historia para "demostrar" que España nunca existió defiende la existencia milenaria de Cataluña, o del País Vasco… Sí, vamos a ver, es que el hombre es un ser social. Necesita identidades. Y la historia es necesaria en ese sentido, porque es la que nos da una identidad. Lo que pasa es que es como un medicamento, que es necesario en la dosis adecuada, pero que si te pasas envenena. Los nacionalismos vascos y catalán están alucinados con la identidad, en ese sentido. Aunque son diferentes entre sí. Salvador de Madariaga decía que el catalán puede, retorciendo los hechos, ocultando información, manipulando el pasado, con mucho esfuerzo, llevar el agua a su molino. Puede, en la medida de lo posible, construirse una supuesta historia propia que lo justifique. El nacionalismo vasco sin embargo tiene que inventárselo todo. Y no digamos el gallego. Porque lo que sabemos, lo que está demostrado, es una vinculación innegable, indestructible, de lo gallego y lo vasco, también de lo navarro, con lo español.


P: ¿Por qué la historia nos interpela tanto?


general-miguel-ricardo-de-alava.jpgGeneral Álava.

R: Mira, ocurre una cosa, y es que los pueblos que no conocen su historia, se la acaban inventando. Así de fuertemente necesitamos una identidad. Las personas necesitan raíces para vivir. La propia historia está plagada de ejemplos que lo atestiguan. Y por eso, de hecho, la historia siempre es susceptible de ser utilizada e interpretada como a cada cual le convenga. Lenin, por ejemplo, abjuró de buena parte de la historia rusa. Era un internacionalista. Sin embargo, Stalin la recuperó. Seleccionó a los personajes que más le convenían para enlazar su presente con el "gran pasado" de la historia rusa. Y escogió a Iván el Terrible, por ejemplo. Era como él, en cierto modo. Cuando llegó la invasión alemana quedó claro que la bandera del socialismo y del comunismo no servía para movilizar a la gente. Así que terminó recurriendo a lo de siempre: a la patria, a la Iglesia, a Dios… A la Segunda Guerra Mundial en Rusia la conocen como la Gran Guerra Patriótica. Por decir menos que eso, Lenin te mandaba a Siberia. Sin embargo, con Stalin quedó patente que ese tipo de componentes patrióticos eran mucho más poderosos que cualquier abstracción económica. Porque lo más aglutinador es el patriotismo. Es la famosa frase de Foxá: la gente no muere por el sistema métrico decimal. La fuerza más movilizadora para los hombres está enraizada en todo lo que entraña el patriotismo. El apego a una tierra, a una sociedad, a una cultura, a una historia compartida, a una identidad. ¿Qué es lo que permitió a Lincoln armar un ejército? No fue la causa del abolicionismo. Fue la causa de la Unión. La gente fue a la guerra por mantener la Unión. Y los del Sur lucharon por defender su modo de vida, que incluía la esclavitud.


P: En esa liza de interpretaciones de la historia, ¿por qué los españoles desconocemos tanto del Imperio español? ¿Pareciera que, más que creernos la Leyenda Negra, lo que todavía no cuestionamos es la leyenda dulcificada de los imperios inglés y francés?


R: Pues mira, hasta hace relativamente poco la cosa en Occidente era así, sí. Cuando yo era crío, los británicos y los franceses conocían la historia de sus imperios y estaban orgullosísimos de ella. Maldecían la descolonización, por ejemplo. En ese momento, la anormalidad en Occidente era España: un país que despreciaba su historia y que se maldecía a sí mismo. Hoy eso parece haberse contagiado al resto de países. No hay más que ver el revisionismo estadounidense con el tema de la esclavitud. Algunos quieren borrar a todos los presidentes que tuvieran esclavos. También les está pasando a la hora de acercarse a su propia guerra civil. Antes había películas que incluso hacían una reivindicación del viejo sur. Hoy es impensable. En el fondo lo que está pasando sigue el mismo esquema que tanto conocemos en España. Existe una izquierda que ha comprado una leyenda negra que odia lo europeo, lo cristiano, lo occidental, y que está aplicando el mismo molde. El veneno segregado en las universidades ya está empapando a todo el mundo. Antes se usaba como arma para acomplejar a los países hispanoamericanos, exclusivamente. Siempre te encontrabas antropólogos de universidades norteamericanas o europeas en las protestas indigenistas que se organizaban en Bolivia, en Perú o en México. Qué curioso, verdad. El indigenismo ha contribuido a un desmembramiento en hispanoamérica que dio a luz a un montón de Estados débiles, peleados entre sí e impotentes debido a rencillas internas carentes de sentido. Bien, pues ese mismo estado mental que discrimina la herencia histórica en base a una ideología desnortada es lo que se está dando en el resto de Occidente. Y ahora son el resto de europeos los que tienen que avergonzarse de lo que hicieron sus antepasados…


La anormalidad en Occidente antes era España: un país que despreciaba su historia y que se maldecía a sí mismo. Hoy eso parece haberse contagiado al resto de países

P: Centrándonos en España, ¿por qué, al hablar de la Ilustración, por ejemplo, desconocemos la influencia de la Escuela de Salamanca?


R: Eso tiene que ver con la Leyenda Rosa anglosajona que mencionabas antes. Se vio muy bien cuando Giscard d’Estaing, al ponerse a elaborar la Constitución Europea, se negó a hacer una mención especial al cristianismo. Pero es que en la base de la Ilustración está la Iglesia. Y la Iglesia española, más concretamente. Lo que ha habido tradicionalmente es una lucha de relatos en la que lo que se impuso fue que los modernizadores fueron los británicos y los franceses, mientras que los españoles estaban atrasados. Es la historia de la supuesta España oscurantista, la España de Felipe II, el rey déspota, la Inquisición española, en contraposición a una Europa mucho más avanzada en ideas y mucho más plural. Lo curioso es que si revisas la historia llegas a la conclusión contraria. España iba más avanzada que el resto del continente. Aquí se desarrolló la primera teoría monetaria y sobre la inflación, por ejemplo. Los holandeses también fueron bastante precoces. Fueron capaces de desarrollar unos sistemas financieros de compañía mercantil y de bolsa que les permitieron financiarse y conseguir un vehículo legal adecuado para desarrollar el capitalismo. También existían en España, pero las que más rápido se adaptan y las que mejor funcionan en un primer momento son las holandesas. Después, todo eso lo copiaron los ingleses. Pero es que todo, como he dicho, es una lucha de relatos. La historia no es sólo hacer las cosas bien y hacerlas antes. Es venderlas mejor. Y venderse, por el camino, como el único capaz de hacerlas. Es lo mismo que hizo Kennedy con el primer alunizaje. Esa forma de decir que se había ido a la luna no porque se pudiese hacer o porque fuese fácil, sino porque de hecho es difícil, y los únicos que tenían la capacidad para lograrlo eran los estadounidenses. La interpretación de la historia está plagada de choques de relatos. En el caso de los ingleses, convierten hasta su piratería y sus depredaciones en empresas civilizatorias. Para eso tienen que reinterpretar, por supuesto, y borrar determinados hechos. Pero sobre todo manchar al enemigo. El rival de los ingleses durante mucho tiempo fue el Imperio español. Así que la cosa es clara: los españoles son papistas, son lujuriosos, son vagos, son explotadores… Los indios del Perú sufren bajo el yugo español, estarían mucho mejor bajo el nuestro. En fin. Eso, que no pasa de ser propaganda, se ha acabado convirtiendo en canon histórico, que luego en España, por desgracia, se ha comprado. Todas las grandes potencias de la historia han tenido sus leyendas negras. El problema está cuando se las creen ellas mismas.


P: Su libro se centra mucho en el espionaje del Imperio. ¿Por qué?


R: A ver, es que los historiadores anglosajones son tan buenos, escriben tan bien y transmiten tantas maravillas de sí mismos, que es difícil no creerlos. El desastre del 98 en España explica también algunas cosas. Era un momento en el que todos los países europeos, hasta los portugueses y los belgas, tenían unos imperios coloniales descomunales. Había que buscar una responsabilidad, unos culpables del declive absoluto español. Y la respuesta rápida fue que nunca fuimos tan listos como los ingleses, ni tan buenos navegantes, ni tan industriosos, ni tuvimos unos gobernantes tan serios… Y, desde luego, no tuvimos unos espías como los de ellos. El espionaje es un tema fundamental en la historia. Y un imperio no dura lo que duró el español sin redes de inteligencia excelentes. Esa imagen que tenemos de nosotros mismos, como si siempre los españoles hubiesen sido gente bruta, supersticiosa, aguerrida, poco sofisticada… Gente que supuestamente llegó ante el Imperio azteca y lo conquistó a base de mandobles —y porque los indios no habían visto nunca caballos ni escuchado los disparos de arcabuz, que si no…—. Simplemente no se sostiene. Yo lo que intento demostrar es que un imperio que dura 300 años, es decir, más que el británico y que el soviético, no se mantiene exclusivamente con soldados brutos e ignorantes. Detrás hacen falta ingenieros, navegantes —y para ser navegante, en aquella época, había que saber mucho de matemáticas—, tiene que haber botánicos, y sacerdotes, y lingüistas, y gramáticos… Es decir, hace falta una cantidad de gente de ciencia y de cultura descomunal. España fundó una treintena de universidades en América. Y, por supuesto, tiene que haber muy buenos espías. El Imperio español contó con los mejores, pero son completamente desconocidos. Y esto ocurre por dos tergiversaciones de nuestra historia que sufrimos: están quienes dicen que los españoles eran unos ignorantes y unos brutos; y están los que sostienen todo lo contrario, que eran unos ángeles, unos seres de luz inmaculados que en vez de espadas llevaron la pluma y cosas por el estilo. Para esos segundos, ¿cómo iba a espiar un español? ¡Si eso era una cosa indigna! Pues bien, Felipe II le daba instrucciones a su hermano Juan de Austria sobre cómo tenía que usar a los espías en la Liga Santa cuando preparaba la batalla de Lepanto. Carlos V cifraba y descifraba personalmente sus mensajes. Y lo mismo hacía Fernando el Católico.


P: Tengo entendido que Fernando fue un pionero a la hora de establecer redes diplomáticas por toda Europa.


diego-sarmiento-de-acuna-i-conde-de-gondomar-y-el-mejor-embajador-espanol-en-londres.jpgConde de Gondomar.

R: Es así. Esa fue una de las grandes innovaciones de España. Antes las embajadas eran temporales. Solían ser embajadas que se constituían para negociar un tratado, una paz, o para felicitar a otro monarca recién coronado y cosas por el estilo. Fernando e Isabel son los primeros que establecen las embajadas diplomáticas permanentes. Con el Papa, primero. Y después, Felipe II tiene hasta siete en toda Europa, cuando Isabel de Inglaterra tenía una. Fíjate tú lo que supone eso en gasto, pero también en gente preparada. Todo eso lleva al desarrollo del espionaje, porque se establece una guerra oculta entre las diversas potencias, que pugnan por interceptar los mensajes de sus vecinas. Así que comienzan a cifrarse. Yo en el libro hablo, por ejemplo, de los problemas que tenía Felipe II con sus correos, que eran atacados sobre todo en Francia por los hugonotes, con la connivencia de la Corona francesa. Al final, una cosa que no hay que olvidar es que el primer gran Imperio europeo fue el español. Fue el primero en estar en los cuatro continentes —sin contar Oceanía—. Y para ello tuvo que valerse de muchísimos perfiles valiosísimos en muchísimas áreas diversas. De lo contrario, no habría aguantado tanto.


P: Dedica su último capítulo al 12 de Octubre. ¿Tiene sentido esa frase que dice que un español no está completo hasta que no conoce América?


R: Yo creo que sí. A ver, España está en la historia por dos motivos. El primero, por la Reconquista, que también es negada, aunque esa es otra historia. Pero sobre todo está en la historia por el descubrimiento y la colonización de América. Ese es el nacimiento de la hispanidad. Existen críticas que dicen que la situación de pobreza y caos que se vive en hispanoamérica ahora se debe a la deuda histórica de la hispanidad, cuando en realidad es al revés. Lo que existe de institucionalidad allí es heredado de lo español. En Madrid no hubo universidad ni catedral hasta el siglo XIX, ya con la independencia de los virreinatos americanos. México y Lima tuvieron universidad y catedral a mediados del siglo XVI. ¿Los ingleses y los franceses y los alemanes han hecho algo parecido en sus imperios? De ninguna manera. ¿Qué universidades dejaron los británicos en la India o los franceses en África o en el Canadá francés? La hispanidad es, por tanto, un vínculo que nos une a los hispanos de las dos partes del atlántico, que debemos reivindicar y por el que debemos sentirnos orgullosos. Que eso lleve a una identidad, a una unidad política a muy largo plazo… puede que no lo veamos. Nuestros países tienen gobiernos muy distintos. Nadie quiere ser como Cuba o Venezuela. Algunos ahora quieren... les llama mucha atención el experimento que hay en Argentina, con Milei. Otros, precisamente los españoles que antes admiraban a Argentina, ahora, por el mismo motivo, la detestan. En cualquier caso, la hispanidad es imprescindible para que España, hablamos como españoles, recupere un lugar en el mundo. Es lo lógico, además. Es decir, mira cómo los británicos tratan de mantener sus lazos con sus antiguas colonias de la Commonwealth. En Francia mantienen también la francofonía, de la que se están separando ahora mismo Mali, o Níger

En ese sentido, los españoles no podemos pretender dar lecciones a los hispanoamericanos, o ser una especie de primus inter pares en comparación con otros hispanos; pero sí debemos tratar de proyectar algún tipo de unión, no necesariamente política, pero sí que garantice un vínculo que de hecho comparten 600 millones de hispanohablantes. Tenemos que saber, todos, que tenemos una historia y una identidad comunes. Y que, merced a ella, podemos estar presentes de alguna manera en el mundo. Ponte por caso el ejemplo de Yugoslavia. Cuando yo era joven, era un país importante en el mundo. Era un país grande, entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, aunque fuese de régimen comunista. Y era un país halagado por los dos bloques. Es cierto que era un país artificial, pero tenía una influencia internacional poderosa. Encabezaba el movimiento de los no alineados. Cuando se desmembra, con una guerras tremendas, aparecen una serie de países más pequeños que actualmente no cuentan absolutamente para nada en el mundo. Kosovo es un portaaviones de Estados Unidos en los Balcanes. Montenegro, Macedonia, ¿de qué viven? Del narcotráfico, de la delincuencia, del contrabando y de la ayuda de la Unión Europea. Ahora piensa en la hispanidad. ¿Qué es de Honduras? ¿Qué es de Centroamérica? ¿Qué es Cuba? Venezuela, Bolivia… ¿Qué son hoy en día países como Uruguay, Argentina, Chile? ¿Qué pueden hacer ante mastodontes como Estados Unidos, China o la India? Una hispanidad en la que, antes de tomar una decisión, los políticos pensasen en las consecuencias que podría tener para sus vecinos, sería un avance. Hemos empezado hablando de Gibraltar. Plantéate el peso que podría tener dentro de Naciones Unidas un bloque hispano unido en la reclamación legítima sobre la devolución de Gibraltar. Sería otra cosa. Sería una molestia permanente y sería una muestra de que, cuidado, que si te metes con un ecuatoriano te estás metiendo con más gente. Al final, España no puede ser neutral, como Suiza. Lo impide su situación geoestratégica. Estamos en la boca del Estrecho, uno de los pasos marítimos más importantes del mundo. Tenemos también la proyección atlántica y, por supuesto, la proyección americana. Necesitamos aliados.


Un Imperio que dura 300 años, es decir, más que el británico y que el soviético, no se mantiene exclusivamente con soldados brutos e ignorantes

P: ¿Pero cómo pudo haber hispanidad, si España no existió hasta el XIX?


R: Es llamativo, ¿verdad? Hablando de Leyenda Negra, yo cito el caso de Australia. Australia no tiene ningún problema de identidad nacional ni de cuándo existe como nación. Entre 1788 y 1868, los ingleses, la Corona británica, el gobierno, el parlamento inglés, usó Australia como colonia penal. La poblaron con deportados. 162 mil convictos enviados. Y no tienen ningún problema con eso. De España se cuenta la mentira de que en los barcos de Colón iban convictos. Es mentira, claro. Pero, ¿y qué? Se dice que a América iban los más tontos, los más vagos, delincuentes de la peor calaña… Eso lo dicen hispanoamericanos y lo dicen españoles. Historiadores, por fortuna, cada vez menos. Porque es mentira. La corona española vigilaba que no pudiera pasar cualquiera. A Cervantes se le prohíbe ir en dos ocasiones, como relaté en mi anterior libro. Como era un mutilado de guerra, no cumplía los requisitos. No podía ser soldado. "¿Qué va a hacer allí?". "No, no queremos que pueda dar ejemplo de holgazanería". Por supuesto, se colaba gente, y había contrabando. La vida podía ser más cómoda allí para un sinvergüenza. Los había que dejaban aquí a la mujer y se iban a probar suerte. Pero precisamente por eso la Corona intentaba que las mujeres se pasasen también al otro lado. A los casados que encontraban en América les daban a elegir entre eso o volver a España. Eso te indica que se quería transplantar España allí. No se quería utilizar ese territorio para explotarlo colonialmente.


P: ¿Cuál es su criterio de selección de los temas para estos libros?


R: No es difícil. Este tipo de desconocimientos enormes son abundantísimos. Abres el cofre del Imperio y es como las cerezas. Coges una y van saliendo más, enlazadas. Es tal la cantidad de personajes asombrosos desconocidos que tenemos que no terminarías nunca de escribir sobre ellos. Yo selecciono personajes poco conocidos, o que empiezan a ser conocidos ahora. Por ejemplo, en el libro anterior indagué en la expedición de la Viruela. Un acontecimiento increíble que se mantuvo en la sombra de forma inexplicable hasta hace bien poquito. No digo ya en las facultades de Historia. Es que en las de Medicina apenas se conocía. O gentes como el general Álava, que fue amigo y colaborador de Wellington durante la guerra de Independencia. Al menos, por fortuna, aparece en el monumento a la batalla de Vitoria. Pero poco más. Claro, en España lo que se investiga es sobre la Memoria Histórica, con una clara anteojera ideológica, además. Sobre los muertos del franquismo. Eso es lo que está subvencionado. Por otro lado, ¿cómo van los gallegos o los vascos a reivindicar al conde de Gondomar, o al general Álava, cuando fueron personajes que ennoblecieron y honraron lo español? Yo sí intento rescatarles, en la medida de lo posible. Uno que se me ha quedado pendiente es Agustín de Betancourt, un militar canario, ingeniero, ilustrado, listísimo, creador de multitud de inventos, que podría haber sido uno de los grandes industrializadores de España. La Corona le mandó a París para ponerse al día con los adelantos científicos que allí se estaban dando. Escribió sobre fábricas, sobre maquinaria, sobre el funcionamiento de la maquinaria de vapor… Pero en España no se le quiso porque Godoy no lo tragaba. Napoleón incluso le hizo una oferta para quedarse en París, pero él decidió marcharse y se puso al servicio del Zar ruso, contribuyendo a desarrollar la navegación a vapor por el Volga. Bien, pues apenas es conocido en España. Y, desde luego, merece por lo menos un capítulo de mi próximo libro. Y un documental, también. Otros personajes que me gustaría tratar son los grandes marinos que tiene España, no sólo Blas de Lezo. Tenemos a Pedro Menéndez de Avilés, en el siglo XVI, que es el que elabora el sistema de flotas de indias, que dura más de doscientos años, por ejemplo. O Antonio Barceló, balear y semianalfabeto, pero que a pesar de todo llegó a ascender a teniente general de la Armada. Fue recibido por Carlos III y consiguió acabar con la piratería berberisca mediante un bombardeo descomunal de Argel. Y hay muchos más. Tenemos todo tipo de personajes: santos, militares, navegantes, científicos, teólogos, misioneros…


P: Rescata también el ejemplo del calendario gregoriano…


R: Que quizá debería llamarse calendario filipino… O sea, el mundo entero cuenta el tiempo, los días y los meses con un calendario cuya base se elabora en la Universidad de Salamanca. ¿Cuántas investigaciones se han hecho profundas, serias, sobre este calendario? Yo solo he encontrado una. ¿Por qué? Eso tenemos que preguntárselo a la Academia española. Parece estar más interesada en lo que diga Emilio González Ferrín, que es de los que niega la existencia de la Reconquista, porque, según él, ni siquiera hubo invasión musulmana… O con políticas de género y con rebuscar el papel de las mujeres en la España de la Restauración… Al final, seguimos teniendo que esperar a que nos cuenten nuestra historia los de fuera.


P: ¿Por qué? Tengo entendido que el género histórico funciona muy bien editorialmente.


R: Sí, es cierto. Hay muchísima demanda. Hay una necesidad. Como hemos dicho antes, el hombre necesita saber. Conocer sus raíces, sus tradiciones. Y ya hay un cierto hartazgo de esa historia oficial de España, perpetrada por la izquierda, que consiste en echarle la culpa de todo a nuestros antepasados. Eso de que te digan, por ejemplo, que exterminaron a una civilización y a una cultura fantástica como la azteca… Los españoles les interrumpieron sus sanas costumbres de realizar sacrificios humanos, claro. Debemos pedir perdón por cometer semejante barbarie. Pero es que resulta que los aztecas eran una civilización mucho más refinada, ¿sabes? Algunos dicen que enseñaron a los conquistadores a bañarse… Lo mismo que hicieron los musulmanes de Al-Ándalus con los cristianos del norte, según los andalucistas. Bueno, pues con ese nivel, normal que la gente esté cansada.


Hay un cierto hartazgo de esa historia oficial de España, perpetrada por la izquierda, que consiste en echarle la culpa de todo a nuestros antepasados

P: ¿Desde cuándo existe España?


R: Pues si seguimos las tesis de algunos, como la de González Ferrín, es imposible de precisar. Si no hubo Reconquista, porque además las partes del norte de la península estaban supuestamente poquísimo romanizadas… quién sabe. Ese tipo de barbaridades se llevan diciendo tiempo. En los años 70, sobre todo desde la Universidad de Oviedo, se desarrollaron unas teorías absurdas que ponían en tela de juicio que Pelayo fuese visigodo, por ejemplo. O que, de serlo, daba igual, porque la población de allí no respetaba a los visigodos, ya que no había sido ni romanizada. Todo venía de una serie de profesores comunistas que se inventaron que aquella era una sociedad ajena al resto de la península. Y una sociedad matriarcal, además, colectivista, el sueño de todos los que siguen necesitando demostrar que el comunismo puede funcionar… En fin, si algo bueno han tenido las autonomías es que como allí no hay demasiado monumento, lo que hicieron fue ponerse a cavar. Y lo que se ha descubierto es que hay yacimientos romanos y visigodos tan importantes que ya no se puede seguir manteniendo ese discurso. Hace poco, por ejemplo, apareció un puerto romano descomunal, el más grande después del de Burdeos, en el golfo de Vizcaya. Y en Asturias han aparecido yacimientos importantes también. Así que bueno, como la cosa es buscar argumentos para desmontar cualquier evidencia histórica que pueda explicar lo que es España, ahora ya no sólo se niega la Reconquista, sino que se niega hasta la conquista islámica previa. En fin. De todas formas, al final las evidencias siempre caen por su propio peso.



 https://www.libertaddigital.com/cultura/libros/2024-08-04/pedro-f-barbadillo-hay-un-hartazgo-de-esa-historia-oficial-que-le-echa-la-culpa-de-todo-a-nuestros-antepasados-7152780/

martes, 22 de octubre de 2024

Glosario del perfecto woke, por Itxu Díaz

Aliade: progresista que simula apoyo y admiración a una mujer feminista/ecologista joven, rubia, y de ojos azules, con la que le gustaría ir a cenar para discutir toda la noche, con unos mojitos, sobre la discriminación que sufren les gallines al ser violades per les galles.

Alienación: procede de alien, del latín alienus, y deriva del verbo latino alienare, extrañar. Uno puede sentirse alienado cuando se siente un alien. Estoy seguro de que podrás cobrar alguna ayuda social por eso.

Apropiación cultural: no sé exactamente qué demonios significa, pero si lo utilizas en una discusión, la has ganado.

Beethoven: músico mediocre; ser despreciable nacido para invisibilizar a los negros, las mujeres, los gays, y los modernos.

Butler: primera santa súbita en el santoral woke.

Cisnormatividad: los pájaros les disparan a las escopetas.

Clictivismo: trastorno múltiple de la personalidad.

Ciudadano global: cursilada indefendible.

Conciencia crítica: expresión que puede utilizarse cuando tienes invitados en casa, es tarde, y no resulta educado decir abiertamente: "me muero de sueño, ¿es que no tenéis casa, sinvergüenzas?".

Cuerpo no normativo: la fiesta del colesterol.

Cultura de la cancelación: la forma en que ganamos las discusiones cuando nuestro oponente es el sentido común.

Desigualdad: lo que ocurre cuando comparas tu cuenta bancaria con la de los Sánchez-Gómez.

Discurso del odio: cualquier discurso parlamentario de Pedro Sánchez.

Diversidad: virtud teologal según el Catecismo del Buen Progresista.

Ecofeminismo: cuando no eres lo bastante fea como para ser feminista, pero te gusta demasiado comer hamburguesas y volar en clase Business como para serecologista.

Empoderamiento: redistribución marxista del poder.

ESG – medio ambiente, social y gobernanza: área de una corporación que se encarga de lograr la quiebra de la empresa y el despido de todos los empleados en el menor tiempo posible.

Fascismo: todo lo que no es wokismo.

Género: artefacto semántico que logró acabar con el sexo mucho más rápido que el dolor de cabeza.

Gordofobia: sirve para denunciar el odio a las personas que obtienen cifras, digamos, no normativas cuando se suben a la báscula.
Del autor

    2 Ago. 2024: El mérito civil después de Irene Montero
    28 Jul. 2024: La toalla de playa
    21 Jul. 2024: Prepara tu barco para un veraneo perfecto
    19 Jul. 2024: El mundo necesita que los tíos vuelvan a su lugar

Heteropatriarcado: el que llevo aquí colgado.

Invisibilizar: lo que intenta hacer Sánchez con el Rey (sin éxito).

Interseccionalidad: otra razón para lloriquear pidiendo privilegios.

Justicia social: nombre más elegante para el comunismo.

Lenguaje: arma con la que Foucault (otro sociólogo sinvergüenza, como yo) nos enseñó a cambiar la realidad cuando la realidad no se puede cambiar, llamándola de otra manera.

Mansplaining: la forma woke de decir que alguien es gilipollas.

Masculinidad tóxica: cuando confundes la botella de whisky con la de aftershave.

Mena: un amigo, un hermano, un aliado.

Microagresión: cuando le metes el dedo en el ojo a alguien sin darte cuenta.

Normativo: enemigo a abatir.

Nueva masculinidad: todo aquello que haría vomitar a John Wayne.

Personas que dan a luz: todos aquellos seres humanos que están en una sala de partos y no son ni los médicos, ni las enfermeras, ni personas que no dan a la luz.

Queer: teoría que tú mismo podrías desarrollar en diez minutos si mordisqueas la suficiente ayahuasca.

Realidad: donde habita el fascismo.

Sexismo: yo creía que era una nueva vanguardia centrada en promover el sexo pero, no, qué va, es mucho más aburrido.

Teoría crítica de la raza: cuando quieres teorizar para justificar por qué te pasas los fines de semana quemando contenedores con una camiseta de BLM y te sale mal.

Tolerancia: aquello que hay que tener con todos excepto con los cristianos.

Trump: nombre que recibe el demonio en la nueva mitología woke.

Vagina universal: he vivido más de 40 años sin saber qué es eso. Creo que puedo aguantar otros cuarenta en mi feliz ignorancia.

Veganismo: sustituto de la antigua Dieta Dukan. Segunda acepción: cuando incluso comer se convierte en un acto ideológico.

Zero Waste – desperdicio cero: ritual ancestral de la secta Adoradores de la Pachamama. El mejor zero waste del mundo son las pajitas de cartón envueltas en bolsitas de plástico.
- Seguir leyendo: https://www.libertaddigital.com/opinion/2024-07-26/itxu-diaz-glosario-del-perfecto-woke-7150879/

https://www.libertaddigital.com/opinion/2024-07-26/itxu-diaz-glosario-del-perfecto-woke-7150879/

lunes, 21 de octubre de 2024

A trancas y barrancas

 Significa hacer algo a duras penas, con esfuerzo. La verdad es que yo estoy siempre al límite. Todo me cuesta mucho. Siempre he sido debilucha.

Tengo poca vitalidad, como decía mi suegra y pocas ganas. Sólo voy tirando con el antidepresivo. Pero no me sobra energía para mucho más. Aún asi sigo adelante.

Más sobre las vacunas: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-japon-pone-al-descubierto-los-efectos-letales-de-la-vacuna-del-coronavirus-16-10-24

sábado, 19 de octubre de 2024

Turismofobia. La cara concienciada y sostenible del elitismo más rampante

Como en todos los veranos, casi todas las Semanas Santas y algún que otro puente, la cuestión de "los excesos del turismo" ha ocupado un espacio no pequeño en las portadas, a cuenta de lo que "sufren" determinadas ciudades por culpa del turismo y de la gente que llega a ellas a gastar dinero y generar puestos de trabajo, nefando pecado que una parte de este país no perdona ni a sus padres.

Este verano, no obstante, la cosa parece haber alcanzado un nuevo nivel: se han producido manifestaciones contra el turismo en varias ciudades españolas y en Barcelona, pionera en casi todo lo malo, incluso hubo algunos energúmenos que agredieron a los turistas con unas pistolas de agua, que estoy de acuerdo en que no es algo que les vaya a provocar lesiones graves, pero no deja de ser una agresión. Es más, les aseguro que si algo así me ocurriese en algún país extraño me provocaría de todo menos risa. En Palma, ciudad que por cierto es sede de algunas de las mayores empresas turísticas del mundo, hubo lumbreras que llamaron "asesinos" a los vuelos de bajo coste.
Los lemas antituristas en el "paraíso" de Mallorca resuenan en Alemania: "Vuelos asesinos"M. Rodríguez
El peligro de la nostalgia

Miren, les confieso que a mí no me gustan las playas abarrotadas, las colas o tener que ver un monumento rodeado hasta el agobio por desconocidos, pero al contrario que la izquierda no hago de mis gustos personales un problema político, ni agredo a aquellos que me molestan.

Por otro lado, sería estúpido no reconocer que el turismo tiende a uniformizar los centros de las ciudades y eso puede acabar con parte de su encanto o que hay sitios que tienen eso que se ha dado en llamar una gran "presión turística".

Respecto a lo primero les diré que pretender que nada cambie en una ciudad como Madrid o Barcelona, las dos que más turistas reciben en nuestro país, o incluso en Sevilla y Palma, las dos siguientes, es un empeño imposible y abocado a la melancolía: afortunadamente las ciudades evolucionan, se modernizan y van construyendo y reconstruyendo su identidad con la mezcla de lo viejo, lo no tan viejo y lo nuevo. Eso es lo razonable y la otra opción es convertirse en lugares anquilosados que acaban semimuertos en un rincón de la historia.

Al fin y al cabo, por regla general los tiempos pasados no sólo no eran mejores sino que eran bastante peores, si nos excedemos con la nostalgia no vamos a un pasado de pulcritud y belleza sino a uno de calles llenas de boñigas de caballo y ciudades sin alcantarillado.

Respecto a lo segundo, las cosas son más complejas y las soluciones no son fáciles, pero desde luego no pasan por la prohibición ni por la agresión. La medida más eficaz para evitar la masificación turística es subir los precios, pero en algunos lugares concretos ni eso acaba de funcionar.
Del autor

    13 Ago. 2024: A la hermana Fabiola no la cree la izquierda
    7 Ago. 2024: ZP, referente moral del PSOE
    30 Jul. 2024: Tapar la corrupción con corrupción
    28 Jul. 2024: Y tres años después, los JJOO siguen explotando a la infancia

Quizá seamos los propios turistas los que tengamos en nuestras manos evitar en parte esa masificación viajando más fuera de temporada. Soy consciente de que no todo el mundo puede permitírselo, pero es algo que cada día ocurre más, quizá no en el formato de unas vacaciones veraniegas de un mes, pero sí como escapadas de varios días e incluso de una semana, que ya da para hacer un buen viaje.
Sostenibilidad, la peor excusa de todas

La tercera excusa que suelen tirarnos a la cara para atacar al turismo es la "sostenibilidad", ese mantra con el que quieren obsesionarnos y que pensemos que cada vez que subimos a un avión es como si estuviésemos escupiendo en la cara de la mismísima Pachamama.

Es mentira: incluso si asumiésemos la religión climática lo cierto es que los aviones producen alrededor del 3% del total de gases de efecto invernadero que se generan en el planeta, una cifra tirando a ridícula a cambio de la cual el mundo puede conectarse, los países comercian, la gente conoce otras culturas y pueblos… Y encima se generan millones y millones de empleos, muchos de ellos en lugares en los que el turismo es la única posibilidad económica real.
Las verdaderas razones tras la turismofobia

Por muchas excusas que inventen, en realidad hay dos grandes razones que son las que de verdad explican este movimiento contra el turismo y los turistas. Y ninguna de las dos es buena: el odio a la prosperidad y el clasismo más rampante.

La primera es algo que la izquierda no puede evitar: en su afán por empobrecernos –recuerden que la miseria no es la consecuencia inesperada de las políticas socialistas, sino el resultado realmente buscado por ellas– detestan todo aquello que es capaz de generar riqueza, puestos de trabajo y, en suma, prosperidad.

Además, mienten cuando dicen que sólo se crean empleos de baja cualificación: todo hotel tiene limpiadoras de habitaciones, sí, pero también directivos y empleados de muchas escalas salariales; y todo restaurante tiene un chef y un jefe de sala además de unos cuantos camareros. Es más, aunque fuera así, aunque el turismo no generase más que kelis y camatas, ¿será mejor que se ganen la vida así y no con la sopa boba del Estado, no?

Por último, lo que yo creo que define más a los turismófobos no es la preocupación por el planeta o por el carácter tradicional del centro de las ciudades: es el clasismo, el elitismo más repugnante. Lo que revienta a estos personajes es que se les llene la ciudad de pobres, que no haya mesa en los restaurantes que les gustan, que cuando viajan tengan que compartir la belleza de Venecia o de una playa de Bali con un montón de meros turistas que no está a su altura, porque ellos son viajeros, muy concienciados, con todo el interés por las comunidades locales y muy sostenibles.

Puede que sea cierto que una ciudad como Venecia, por ejemplo, o que un monumento concreto no puedan recibir más que un número limitado de visitantes al año, pero no podemos admitir es que ese límite se decida desde una izquierda elitista que se cree que tiene más derecho que los demás a disfrutar del mundo.
- Seguir leyendo: https://www.libremercado.com/2024-08-21/carmelo-jorda-turismofobia-la-cara-concienciada-y-sostenible-del-elitismo-mas-rampante-7157065/

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viernes, 18 de octubre de 2024

Las élites globales piensan que eres idiota, por Itxu Díaz


Para luchar contra el globalismo necesitamos más soberanía, naciones fuertes, naciones que vuelvan a ser grandes.

norteLos líderes nacionales deben estar lo suficientemente lejos como para no meter el hocico en nuestros asuntos, pero lo suficientemente cerca como para que podamos darles una buena paliza. Todas las pretensiones globalistas de un gobierno mundial presuponen la idea de que ellos lo harían mejor. Gobernar es como conducir. Siempre pensamos que conducimos mejor que el tipo que tenemos al lado. Y ellos piensan que, siendo ricos o poderosos, saben mejor cómo decidir -desde Washington, desde Ginebra o desde Bruselas- lo que necesita y quiere para su vida un granjero de Illinois, un mecánico de coches de Berlín o un ganadero de Almería. ¿Por qué? Por la misma razón por la que usted cree que conduce mejor que todos los demás: porque todos los demás son idiotas.


Lo que une a Biden, Soros, Von der Leyen, Guterres, Gates y Schwab no es un plan global para dominar el mundo. Incluso ellos saben que serían incapaces de ponerse de acuerdo durante el tiempo suficiente para llevarnos a ninguna parte. Lo que realmente los une es algo mucho más humano: creen que somos idiotas. Creen que ellos no lo son, porque han alcanzado fama, poder político en sus campos o riqueza en un mundo globalizado.


En toda iniciativa socialdemócrata, comunista o socialista existe el mismo problema subyacente: creen que pueden decidir mejor que nosotros sobre nuestros hijos, nuestro dinero o nuestra salud. ¿Por qué? Porque somos idiotas. Creen que pueden decidir mejor cómo cuidar nuestros ecosistemas más cercanos.


¿Por qué? Porque somos idiotas.


Creen que pueden cuidar mejor a nuestros animales. ¿Por qué? Porque somos idiotas.


Creen que pueden cuidar mejor nuestros pulmones, nuestro corazón y nuestra vida sexual.


¿Por qué? Porque somos idiotas.


Creen que pueden lidiar mejor con nuestras esposas, novias y madres. ¿Por qué? Porque somos idiotas.


Creen que pueden administrar nuestras propiedades mucho mejor que nosotros. ¿Por qué? Porque somos idiotas.


Mao no pensaba en mejorar el país para los chinos, pensaba en mejorar su situación, pero sobre todo pensaba que tomaría mejores decisiones que sus millones de súbditos y rehenes. ¿Por qué? Porque eran idiotas. Stalin tampoco quería que la Unión Soviética fuera grande gracias a la prosperidad de los desfavorecidos y todo eso. Simplemente quería arrebatarles a sus compatriotas rusos el control de sus propios destinos. ¿Por qué? Porque eran idiotas.


Incluso Obama, que parecía creer que era parte de una especie de epifanía democrática, como si se hubiera convertido en el mesías de color que acabaría con todo racismo, discriminación y desigualdades, no pudo evitar pensar exactamente lo mismo. ¿Y qué era? Que somos idiotas.


No todos están equivocados. Soy un completo idiota. Quiero decir, sería incapaz de dirigir el destino de mi nación cuando apenas puedo manejar mi propia vida. Si tuviera la suerte de convertirme en presidente de los Estados Unidos, haría que la cerveza fuera gratuita, disolvería todas las agencias gubernamentales, prohibiría el brócoli en los supermercados, reemplazaría los carriles bici por pistas de carreras para motocicletas y reformaría la Casa Blanca para convertirla en un palacio kitsch, algo así como la residencia del César con toda la tecnología moderna de un príncipe saudí contemporáneo. Pero al menos lo confieso, lo admito y lo sé. Nunca podría ser político, o mejor dicho, nunca podría arriesgarme a ganar una elección. Es verdad, porque soy bueno en política: soy columnista, es decir, soy un experto en insultar. Lo que es terrible para mí es levantarme del culo y actuar.


Por todo ello, la solución conservadora pasa por entender que la política debe ser vocacional y llevar consigo una vocación de servicio público. Los dirigentes deben estar cerca de los pueblos a los que gobiernan. Las naciones unidas y fuertes deben decidir, democráticamente, sus propios destinos, y los Estados y las regiones, a otra escala, deben tener también su cuota de autonomía. Nadie en las Naciones Unidas o en la Organización Mundial de la Salud debe tener el poder de llegar a los niveles nacionales e imponer políticas verdes o medidas sanitarias, o impulsar –como ya se ha propuesto tantas veces– un gobierno mundial de internet.


Cuanto más lejos se toman las decisiones políticas del lugar donde se implementan, más nos acercamos al abismo totalitario.


La soberanía nacional otorga a las personas la libertad de decidir quiénes quieren que las representen y qué tipo de políticas quieren que rijan sus vidas. La soberanía nacional respeta la libertad total del individuo, que se cumple únicamente con una regla esencial: asumir las consecuencias de sus actos. La soberanía nacional es, por tanto, un síntoma de la madurez de un país, de una democracia.


Pero respetar la soberanía nacional es mucho más que asumir que es el pueblo el que tiene derecho a decidir lo que quiere hacer. Es, sobre todo, entender que una nación es una unidad, una lucha por una causa común, un sentimiento, una pertenencia y una tradición forjada a través de generaciones y generaciones. Por eso una nación es una bandera y lo que representa. Es su economía y el sentimiento de agradecimiento a quienes nos antecedieron en el camino de la prosperidad. Y es su historia, con sus luces y sombras, de la que siempre aprenderemos.


(En este punto conviene señalar que hay que luchar a muerte contra los burdos intentos de la izquierda de reescribir la historia, de juzgar y mirar el pasado con los ojos del arrogante observador del siglo XXI, y de derribar estatuas y cancelar libros allí donde aparecen cosas que a alguien no le resultan agradables. La historia no debe borrarse pero, sobre todo, la historia no puede borrarse.)


Para luchar contra el globalismo, necesitamos, pues, más soberanía, naciones fuertes, naciones que vuelvan a ser grandes, naciones que, precisamente porque se respetan a sí mismas, sean las más aptas para respetar a los demás, para alcanzar acuerdos bilaterales basados ​​en intereses comunes y para crear asociaciones fundadas en objetivos compartidos, no en las ensoñaciones lunáticas de unos pocos mesías iluminados que ladran desde las sedes de las Naciones Unidas, Davos o Bruselas.


De hecho, fortalecer la soberanía nacional frente a los intentos de gobernar el mundo es la mejor manera de fortalecer la democracia. Las políticas que afectan nuestras vidas provienen cada vez más de agencias e individuos por los que no hemos votado directamente. Cuando los gobiernos comenzaron a implementar medidas restrictivas debido a la pandemia, lo hicieron siguiendo los mandatos de la OMS. Como supimos más tarde, la mayoría de ellas eran estúpidas, falsas o contraproducentes. Los gobiernos las adoptaron, restringiendo severamente la libertad de sus ciudadanos, y todo lo que pudimos hacer fue preguntar: “¿Cuándo diablos voté por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus y el Dr. Fauci para que tuvieran tanto poder sobre mi propia vida, sobre lo que hago en mi vecindario, sobre lo que hacen mis hijos en la escuela o si van a la escuela?” (Y sobre lo que hago con mi esposa en mi maldito dormitorio; no olvidemos que uno de los consejos más divertidos de la OMS fue “limita tus parejas y relaciones sexuales”, a lo que uno de mis amigos respondió con la sonrisa del meme “Oculta el dolor, Harold”, “¿aún más?”)


Los de Harvard también pusieron su granito de arena. Para llevar a cabo sus disparatados planes contra el virus, los presidentes de los gobiernos de todo el mundo justificaron sus medidas convocando a un grupo misterioso y desconocido llamado “los expertos”. En algunos países esto llevó a situaciones muy surrealistas. En mi país, después de un año de acatar estúpidas leyes de distanciamiento social, toques de queda y confinamientos totales de varias semanas “por decisión del comité de expertos”, la prensa reveló que no existía tal comité de expertos, que no había nadie como un experto que tomara las decisiones, a menos que consideráramos a los grandes cojones del presidente Sánchez como “expertos”.


“Lo dicen los expertos” es la peor justificación de la historia de la política. En América y Europa empezamos a ver supuestos informes de expertos de distintas universidades de prestigio, entre las que suele mencionarse Harvard (prestigiosa, supongo, por ser una fábrica inagotable de idiotas con pretensiones de dignidad). Harvard tuvo un momento de verdadera grandeza en plena pandemia, cuando publicó un informe en Annals of Internal Medicine , en el que aconsejaba a los ciudadanos mantener relaciones sexuales con preservativo, mascarillas y en posiciones que no impliquen la proximidad de las caras. Como consecuencia de esas recomendaciones, allá por el mes de junio, intenté reproducirme con mi pareja, cada uno en un rincón distinto de la casa, mediante esporas, y ahora tenemos una preciosa camelia floreciente. La bautizamos Harvard.


La pandemia nos dejó un buen número de razones que nos tocan de cerca y que todos podemos traer a la mente para entender por qué la mejor respuesta al totalitarismo del gobierno mundial es la soberanía nacional. Es una manera de decir “esto es mío y no te atrevas a tocarlo”.


Si para ello hay que decir adiós a organizaciones internacionales que no están dispuestas a respetar a los Estados soberanos, hay que decir adiós. Donald Trump no tembló ante la ONU, la OMS, ni ante ninguno de los organismos que no sólo absorben tu dinero sino que te dicen a miles de kilómetros de distancia qué debes comer, cómo debes vestir, cómo debes cultivar tu campo, cómo debes educar a tus hijos, cuándo y ante qué debes arrodillarte, o qué maldito coche debes conducir.


El artículo es un extracto y una ligera adaptación de No comeré grillos: un satírico enojado declara la guerra a la élite globalista .

 https://www.nationalreview.com/2024/06/global-elites-think-you-are-an-idiot-dont-let-them-control-your-life/

jueves, 17 de octubre de 2024

Dar gato por liebre

 Significa engañar. El mayor engaño de la historia es el comunismo. Te ofrecen prosperidad,  libertad y alegría de vivir. Luego te dan pobreza, esclavitud y tristeza.

Pero aún así sigue funcionando una y otra vez. Ahora le llaman de otras maneras para disimular, pero sigue siendo lo mismo de Cuba, a Corea del Norte.

Más sobre Ucrania: https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-el-pueblo-aleman-quiere-pactar-con-putin-15-10-24

miércoles, 16 de octubre de 2024

Contra las tortas de grillos, por Itxu Díaz

 


Hasta ahora, el sentido común nos llevaba a pisar sin vacilar cualquier insecto que encontráramos arrastrando su panza por el suelo de la cocina. Pero ahora, los amos del universo están decididos a corregir esta práctica: prefieren que los comamos.


En los últimos meses se ha producido una campaña mundial, especialmente intensa en la Unión Europea, para convencernos de que incorporemos grillos y gusanos a nuestra dieta. Y, como todavía no estamos tan locos como para hacerlo, han encontrado la forma de que lo hagamos igualmente: incluyéndolos como sustituto de las harinas y las proteínas en los productos que consumimos a diario.


El texto fundacional de la UE afirma que la Unión se fundamenta "en los valores del respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos". Y nos asegura que su propósito es promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos. Por mucho que haya leído todos los documentos fundacionales, nunca he encontrado rastro alguno de críquet en ellos. Y, sin embargo, ahora mismo la UE apuesta todo a la harina de críquet como el alimento milagroso que salvará el planeta.


Hace apenas unos días, el Gobierno español aprobó una normativa oficial que autoriza el uso de grillos en productos destinados al consumo humano, apoyándose a su vez en la reciente (y casi desconocida hasta ahora) autorización concedida por la Unión Europea en su lista de “nuevos alimentos”. La cosa es aún peor de lo que parece a primera vista: desde el verano pasado, la UE también ha aprobado como nuevos alimentos el gusano amarillo de la harina desecado y la langosta migratoria. Sospecho que las tarántulas, las alfombrillas de coche y los cerebros de los eurodiputados también se incluirán pronto en esa lista.


A partir de ahora, el pan, las galletas, las pizzas, las salsas, los snacks y otros productos de bollería podrán elaborarse con harina de grillo, que se fabrica triturando y moliendo grillos. Al menos en España, la recomendación es que el fabricante lo indique claramente en el envase, pero es solo una recomendación y, salvo en el caso de que incluyan insectos en los ingredientes y en las advertencias sobre alérgenos, no están obligados a hacerlo. Es lógico que ningún fabricante de galletas vaya a cambiar un primer plano de hermosos y soleados campos de trigo por una plaga de grillos sonrientes con gafas de sol en el frontal de su paquete, si alguna vez quiere vender otra galleta.


El origen de toda esta locura se puede encontrar en lo que la UE llama la "Estrategia de la Granja a la Mesa", o lo que yo llamo la estrategia "Del Cricket a la Maceta". Esto es parte del Pacto Verde Europeo, que según los alemanes y Ursula von der Leyen es el gran proyecto de la UE para la recuperación económica pospandémica. Hasta ahora, nadie en Bruselas ha sido capaz de explicar qué demonios tiene que ver un pacto verde con la recuperación económica.


El objetivo de Farm to Fork es “lograr sistemas alimentarios justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente”. No sé si la harina de grillo es especialmente respetuosa con el medio ambiente, pero lo que sí sé es que no lo es en absoluto, una cuestión que no parece preocupar en absoluto a los ecologistas posmodernos.


Hasta ahora, el único líder europeo que ha defendido a los ciudadanos que no quieren que se les obligue a comer grillos ha sido el ministro italiano Francesco Lollobrigida: "En este gobierno no habrá espacio para la carne sintética ni para la harina de grillos. Nuestro objetivo es defender a los ciudadanos de la degeneración que quiere transmitir la idea de que basta con alimentarse, independientemente de dónde y cómo se produzcan los alimentos. Pero no podemos aceptarlo". Con sus declaraciones, Lollobrigida se ha convertido en nuestro representante del sentido común en Europa.


Pero hay otra cuestión. Durante los próximos cinco años, toda la harina de grillo que se consuma en Europa solo podrá ser fabricada por Cricket One Co. Ltd. ¿Por qué? Nos gustaría saberlo... El eslogan de la empresa es "Proteína clásica para un mundo moderno", y esperaríamos encontrar grillos saltando por la pantalla o imágenes de criaderos de insectos y similares en su página web oficial . Pero la imagen principal es un precioso campo de trigo verde. Un poco más abajo, y no por casualidad, se encuentran los logotipos y textos oficiales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, también conocidos como la Agenda 2030. Esa es la que nos explicó el Foro de Davos en el polémico vídeo sobre sus previsiones para 2030, en el que anunciaban que "No poseerás nada" y "te alegrarás de ello".


Estados Unidos no es tan restrictivo en cuanto a lo que se puede y no se puede comer como la Unión Europea. Gracias a Dios, Estados Unidos no es tan restrictivo en nada. Así que los estadounidenses pueden comer insectos si eso los hace felices, sin embargo, si compran un producto que contenga, por ejemplo, harina de grillo, debería estar claro en la etiqueta tanto en su nombre científico como en su nombre común. Sin embargo, hasta ahora, Biden no se ha tomado la molestia de lograr que los estadounidenses salven el planeta comiendo galletas de grillo o cambiando sus deliciosas hamburguesas de carne por otras hechas con fibras de gusanos de la harina, que es el objetivo de Farm to Fork.


Aunque la izquierda ambientalista aún no se ha centrado en Estados Unidos en su campaña a favor del consumo de insectos, hay medios de comunicación que trabajan en la sombra para que esto suceda. Y todos parecen haber llegado a algún tipo de acuerdo en las últimas semanas: basta con echar un vistazo a las noticias recientes sobre la "harina de grillo" en la prensa para disipar cualquier duda de que exista un plan, y uno se sorprenderá por el entusiasmo que de repente muestran todos los medios progresistas ante la perspectiva de vernos a todos comer insectos.


Incluso publicaciones científicas como Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) hablan abiertamente de cómo lograrlo, como si fuera algo que tuviera que suceder a toda costa: “ Cómo convencer a la gente de que coma insectos ”. Por cierto, el artículo habla de una visita de activistas de la entomofagia a una escuela de Pensilvania que cocinaron insectos y obligaron a los niños a probarlos, como si fuera una historia de éxito. No puedo evitar pensar que ahora todo va demasiado rápido: en mi época, si un activista viniera a clase a enseñarnos a comer grillos, cocinara uno de ellos y nos lo acercara a la boca, nunca hubiéramos comido el grillo, pero tal vez nos hubiéramos comido al activista.


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Todo lo que tiene que ver con el tema de los grillos es falso. La aprobación de la UE no importaría si se tratara de vender cajas de grillos como aperitivo, pero en realidad se trata de promover institucionalmente una harina de grillos que nunca debió llamarse "harina" en primer lugar, lo que permite incluirla en productos de consumo habitual. Los fabricantes encontrarán la manera de obtener subvenciones para poner grillos en sus galletas, y la gente que compre los productos más baratos y de peor calidad acabará comiendo galletas de grillos sin saberlo. La verdad es que todo esto es un resumen perfecto de lo que quieren los ricos que van a lugares como Davos: que viajes en scooter y que ellos sigan llenando aeropuertos con sus jets privados cada vez que celebran una reunión; que comas insectos mientras ellos cenan en salones privados de los mejores restaurantes del mundo.


Los conservadores de todo el mundo deberían seguir el ejemplo de Lollobrigida, porque tienen todas las de ganar. Es una batalla que, evidentemente, se puede ganar en la calle sin mucho esfuerzo. No conozco a nadie que quiera dejar a sus hijos un mundo en el que sólo se pueda viajar en bicicleta o, en el mejor de los casos, en coches eléctricos, donde la calefacción esté prohibida y a la hora del almuerzo te encuentres en el plato una ensalada con grillos, gusanos y filetes falsos de Bill Gates. Eso no es un mundo, eso es el infierno.


Durante siglos, gran parte de la superioridad de la civilización occidental ha sido evidente en nuestra comida. No hay necesidad de darle a nuestra decadencia moral un lugar en la mesa. Negarse a comer insectos es una muestra de respeto y obediencia a nuestras madres, quienes, cuando de bebés sacábamos insectos del suelo y nos los llevábamos a la boca, nos decían: "¡No comáis eso!".

 https://www.theamericanconservative.com/against-cricket-cakes/

La familia, célula de la sociedad, por Rebeca Ortega

En el debate sobre cuál es el elemento por el que se fundamenta la sociedad, aumentan las corrientes que lo centran en el individuo.  ¿Se pu...