El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Ecologismo ecolojeta

 

La industria de la mal llamada "emergencia climática" –que eso sí es un negocio global– ha decretado que hay que perseguir al turismo en su descabellado programa político para "salvar" el planeta de la inexistente, o al menos exageradísima, amenaza del calentamiento global.

Tiene toda la lógica, dentro de la lógica política con la que funciona este movimiento: el turismo no sólo contribuye de forma capital a la economía mundial, crea empleos de calidad en todo el mundo y permite el desarrollo de zonas que sin él no tienen otra opción para salir de la pobreza; además contribuye quizá como ninguna otra actividad económica al enriquecimiento cultural, a establecer lazos entre personas de países o incluso continentes diferentes y nos enseña que al otro lado de las fronteras y los océanos hay personas como nosotros. Todo eso es insoportable para una izquierda que por mucho que se presente a sí misma como benefactora de la humanidad, lo único que pretende es crear divisiones, grupos de "ellos" y "nosotros" en los que pueda prender su ideología del odio.

Lo más lamentable es quizá que el propio sector turístico se ha creído la propaganda izquierdista y en su promoción hay una obsesión por lo "sostenible" que lógicamente el público entiende como una admisión de culpa, algo que está completamente fuera de lugar y que sólo logra convertir al viaje en una actividad sospechosa.

Porque además, mezclando todo lo anterior con el inconmensurable e insoportable clasismo de esta izquierda ecologeta, el principal objetivo de la persecución climática es el turismo de masas, la democratización de los viajes que en las últimas décadas ha permitido a miles de millones de personas conocer mundo, ampliar sus horizontes y disfrutar de las experiencias tan enriquecedoras con las que nos encontramos al viajar.

Es en ese caldo de cultivo en el que hay que entender hechos tan lamentables como la agresión que ha sufrido el CEO de la aerolínea irlandesa Ryanair, Michael O'Leary, atacado este miércoles por dos delincuentes a las que la propaganda climática les ha dado una justificación para sus ansias de salvajismo.
Dos energúmenas atacan con tartas al consejero delegado de RyanairLD / Agencias

Una agresión que llega sólo unos días después de que el ministro francés de transportes reclame acabar con los vuelos baratos imponiendo una tasa. Hay que ser un miserable para atacar la forma en la que viaja la clase media y media baja y no de decir nada sobre los jets privados en los que miles de caraduras van a las cumbres climáticas.
Primero los coches y ahora los aviones: Francia quiere prohibir los vuelos baratosLibre Mercado

Dirán ustedes que no son comparables las emisiones totales de los jets privados y de los vuelos low cost, pero es que el volumen de emisiones no es el problema, aunque se nos venda lo contrario: la realidad es que toda la aviación mundial produce menos del 2,5% del CO2 que se emite y las low cost suponen un 38% del total del tráfico comercial. Dicho de otra forma: esta persecución política se hace contra los responsables de menos del 1% del CO2 que se emite a la atmósfera.
Del autor

   
Pero los datos son lo de menos en la histeria climática y esta es una buena oportunidad para poner trabas al turismo de los menos favorecidos, que luego cuando los ricos viajan en sus jets privados se encuentran los destinos llenos de gente. Esta es la verdad del ecologismo climático: una izquierda asquerosamente elitista que está tratando de volver al siglo XIX en materia turística para que sólo ellos tengan el privilegio de viajar y, encima, intentan que nos creamos que lo hacen por nuestro bien. ¡Vaya una colección de canallas!
- Seguir leyendo: https://www.libertaddigital.com/opinion/2023-09-07/editorial-elitismo-ecologeta-contra-las-low-cost-7047122/

6 comentarios:

  1. Dentro de poco vivir va a ser contaminante! Un abrazo Susana!

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  2. Es un tema que por no ser experta en él no me atrevo a decir nada...el tiempo dirá lo que ahora mismo quisiéramos saber con certeza. Besicos

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  3. Será así, una vez superada la primera etapa del miedo a todo por ser contaminante, vendrán las segundas opciones de productos que no lo son que, por supuesto, llevarán el sello de control sanitario y lo fabricarán los de la perra gorda.
    Ay, Susana, ¡¡¡qué mundo!!! - Ya sabes, si lo paran, me bajo.

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