Parece ser que en Alemania el cincuenta por ciento de los niños ya son nacidos de padres musulmanes. Esto significa que de aquí a veinte años la cultura, el arte y la historia alemana no serán más que un recuerdo. Para entonces es muy posible que tengan un gobierno islamista y rija la sharia. No es catastrofismo, sino puras matemáticas. Los musulmanes tienen una media de ocho hijos por pareja y a veces más de una esposa.
Como en el resto de Europa ocurre algo muy similar, no sería de ecstrañar que dentro de treinta años, en lugar del mundo globalista que anhelan algunos, tengamos a las mujeres cubiertas por un velo, la educación segregada de niños y niñas o la prohibición de la homosecsualidad. Entonces ya será muy tarde para protestar. Tendrán la mayoría de votos y por tanto, su voluntad será la voluntad democrática. Nos ganarán sin un arma. Es lo que se llama justicia poética.
Sin embargo, no puedo decir que no nos lo merezcamos. Cuando alguien abandona su patria, su familia y su religión, no puede esperar más que otro venga y le arrebate patria, familia y religión. Los inmigrantes que llegan a España muchos comparten nuestra misma cultura, pero otros muchos sólo vienen a cobrar las subvenciones y no se les puede reprochar. Nosotros haríamos lo mismo si nos ofrecieran casa, comida y dinero a cambio de nada.
Lo que empezó siendo una acogida por motivos humanitarios, de refugiados en caso de conflicto bélico o hambrunas, se ha acabado convirtiendo en una sustitución de nuestra civilización occidental cristiana grecorromana por la civilización musulmana. Lo que no consiguieron los ejércitos en la edad media lo van a conseguir ahora los vientres de sus mujeres. Es otra consecuencia más de la cultura de la muerte que nos ha vencido a través del aborto, la eutanasia y la ideología de género.
Hola, Mª Jesús:
ResponderEliminarInteresante la lectura del artículo que compartes. Hace apenas dos días, comentaba con un amigo lo rápido que se han difuminado ciertas líneas identitarias de nuestra sociedad.
Un abrazo, Mº Jesús.
Hola. No me llamo María Jesús, sino Susana. Y este artículo sí que es mío. Todavía no hemos visto nada. Un beso
EliminarAcá tuvimos un caso muy doloroso, una argentina se casó con un musulmán, al tiempo decidió separarse, no supo que su marido tenía plena potestad por su religión, se llevó a los hijos a su tierra. Una lucha incansable de ella solo consiguió poder verlos allí en visitas breves y vigiladas, Ahora que ya son mayores visitan libremente a su madre, pero el dolor que vivió alejada de ellos en la crianza no se paga con nada, un abrazo Susana!
ResponderEliminarEso pasa mucho, sobretodo si los niños son varones, pertenecen al padre. Un beso
Eliminaryo creo que los problemas del islamismo no vienen tanto de la religión musulmana en sí, sino del carácter impositivo y autoritario de los pueblos árabes. también son musulmanes en indonesia y en la provincia china de xinjing. es otra manera de ser musulmán, que si todos los musulmanes la adoptaran, nos ahorraríamos muchos problemas.
ResponderEliminarEl carácter impositivo también lo tienen los judíos ortodoxos, que también son semitas. Un beso
EliminarHe visto la serie Unorthodox de Netflix y aclara muchas cosas
ResponderEliminarEuropa con su pasividad y tolerancia lo está permitiendo...llegará el día que ya no haya marcha atrás y seremos islamistas.Besicos
ResponderEliminarSeremos musulmanes por decreto. Un beso
EliminarUn asunto muy preocupante, Susana, parece increíble que nuestros políticos se dediquen a dar bombazos, pagar traductores y asesores a porrillo, sin darse cuenta de que sin descendientes no habrá futuro.
ResponderEliminarEs terrible, besos, Susana.
Ya casi no nacen niños españoles. Un beso
EliminarDios les ayude mientras hay tiempo.
ResponderEliminarPor estos lados todavía podemos practicar nuestra fe con libertad.
Alguna garantía ser tercermundista y estar en el extremo de la tierra.
Es una ventaja. Un beso
EliminarLo he pensado muchas veces si continua el flujo de migración en aumento, puede ocurrir que las proximas generaiones sean mayoritariamente musulmanas.en Europa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cuestión de matemáticas. Un beso
EliminarNo creo que lleguemos a ese extremo, el mundo occidental ya va poniendo trabas a las invasiones de inmigrantes, ya sean musulmanes como africanos, no se ve con buenos ojos la llegada de tanta gente al continente europeo, de ahí los conflictos en las fronteras y con las pateras. Además la Iglesia Católica tiene mucho interés en seguir con su riqueza y poder.
ResponderEliminarBesos.
Chica, que riqueza y poder? A las parroquias de los pueblos apenas les llega para pagar la luz. Un beso
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