El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.

jueves, 28 de septiembre de 2023

Hicieron llorar a mi hija en la jornada mundial de la juventud

 

(Austin Ruse en Crisis Magazine)-Hace unas semanas, mi hija Lucy recorrió 100 kilómetros del Camino. La experiencia fue transformadora. Todas las fotos que me enviaba eran de alegría, de pura alegría. Tengo una foto de ella bailando en el Camino que me hace llorar cada vez que la miro.

Su grupo estaba formado por unas 100 chicas de Estados Unidos bajo la atenta mirada de las numerarias del Opus Dei. No fue solo un paseo, sino un retiro, algo que nunca olvidará. Había un poco de fervor patriótico. Nuestras chicas agitaban de vez en cuando banderas estadounidenses y coreaban: «¡USA, USA!». Se podría pensar que, en la antiestadounidense Europa, esto no gustaría. Pero no fue así. A menudo recibían grandes sonrisas, cánticos y bocinazos. Quizá no de los franceses.

Su grupo fue a Fátima, donde caminaron de rodillas, en sus rodillas ensangrentadas. Y luego fueron a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.

Dice que le encantaron las dos experiencias, pero que le gustó más el Camino. El Camino fue un retiro; fue incluso místico. La Jornada Mundial de la Juventud, bueno, no tanto.

Lo peor de la Jornada Mundial de la Juventud fueron las bailarinas con tops que bailaban al son de música tecno delante del papa. Mi hija estaba realmente horrorizada. 

Y luego vino la vigilia que duró toda la noche. Lucy esperaba pasar horas delante del Santísimo Sacramento y luego, quizá, dormir unas horas. Lo tenía todo planeado. Y entonces, en lugar de adoración toda la noche, sacaron el Santísimo Sacramento y se lo llevaron al cabo de solo treinta minutos. Lucy lloró. Una de los numerarias tuvo que consolarla. De hecho, para entonces, sus emociones estaban a flor de piel por la falta de sueño y el cansancio de haber caminado tanto. Pero estaba realmente destrozada porque se habían llevado el Santísimo Sacramento. ¿Por qué?, preguntó. ¿Por qué lo hacen?

Y entonces, ocurrió algo verdaderamente espantoso; sustituyeron el Santísimo Sacramento por un documental propagandístico sobre el «cambio climático». Sí, el cambio climático. Propaganda de izquierdas a todo volumen. Mi hija y las demás estaban horrorizadas. ¡Qué oportunidad perdida de tener el Santísimo expuesto en compañía de más de un millón de jóvenes durante toda la noche! A pesar del estruendo de la propaganda se durmió, pero un sacerdote DJ la despertó horas más tarde. Vale, le gustó el sacerdote DJ. 

Hemos visto informes de cómo el Santísimo Sacramento fue maltratado en la Jornada Mundial de la Juventud, prácticamente de forma sacrílega. Un sacerdote que conozco dice: «Realmente no es posible tener una misa reverente para un millón de personas».

Un colega mío llevó a un grupo de jóvenes de Nueva Jersey a Lisboa, y le impresionó la falta de respeto general que vio entre los jóvenes. Estaba claro que no se había hecho ningún esfuerzo por generar una atmósfera de reverencia. Al igual que el maltrato del Santísimo Sacramento, esto es culpa de quien lo organizó. Podría haber habido un ambiente respetuoso si los organizadores lo hubieran querido y fomentado. Parece que no fue así. Mi hija dijo que parecía que querían una rave católica. 

Mi hija dijo de las bailarinas en top: «Esto no es lo que quiere la juventud. Esto no representa adecuadamente a la juventud ante el Ppapa». Era como si el tío de alguien intentara ir a la última para los niños. Es vergonzoso para todos los que están implicados.

Mi colega dijo que la mejor Jornada Mundial de la Juventud a la que asistió fue la de Colonia (Alemania), presidida por Benedicto XVI, y que, después de su partida, hubo adoración durante toda la noche con un millón de jóvenes. Fue increíble.

¿Por qué esta gente tiene tan poco respeto por los jóvenes? ¿Creen que los jóvenes no quieren más que bazofia?

Nos preocupa, por supuesto, que el próximo Sínodo esté siendo organizado -si no exactamente por las mismas personas- exactamente con el mismo espíritu. Ves el logo del Sínodo y lo infantil que parece todo; lo dolorosamente moderno que tu tío está tratando de ser para los niños, llevando patillas y pantalones de campana, siendo guay.

Me hago eco de quienes dicen que esto huele bastante a las «pancartas de fieltro y las guitarras» que creíamos extinguidas hace unas décadas. Es casi como si no creyeran en la Presencia Real, o se avergonzaran de la Presencia Real y otras prácticas apestosas que antaño cautivaban a nuestra fe y a los fieles.

Mi hija ha tenido un viaje transformador a Europa, en el que ha recorrido el Camino y en el que ha salido de la Jornada Mundial de la Juventud solo ligeramente magullada, pero todavía encendida por la fe. Los mediocres que la han organizado no han podido apagar ese fuego, por mucho que lo han intentado.

 https://infovaticana.com/2023/08/27/hicieron-llorar-a-mi-hija-en-la-jornada-mundial-de-la-juventud/

14 comentarios:

  1. Un relato estremecedor y triste. Mi sobrino fue a Lisboa y no ha contado nada de eso, ni otros jóvenes del colegio, ni hijos de amigos. Volvieron encantos, ilusionados y felices.

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  2. El modernismo llegó a niveles irrespetables, hay que hablar mucho en familia para salvar los valores morales, un abrazo Susana!

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  3. Bueno... vamos a quedarnos con las cosas buenas del viaje. Que fueron mucho más que lo malo

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    1. Pero lo que importa es lo que no debería haber pasado. Un beso

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  4. Como siempre, todo depende del organizador y, obvio, de su pensamiento y línea política, ética, religiosa y social.
    Abrazos

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  5. Yo tenía experiencias de otros jóvenes muy gratificantes, desconocía esto que se cuenta en el escrito que has publicado. Besicos

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    1. Hicieron una especie de guateque con música electrónica. Un beso

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  6. No sabía nada de eso, Susana, un verdadero horro. La demagogia extremista se impone en gran parte de la Sociedad basada en el descontento, la falta de autoridad y las escasa ganas del personal por esforzarse por y para nada. Todo está permitido, no se respetan las costumbres, ni las tradiciones más ancestrales. Bochornoso lo que dice este artículo.
    Un abrazo, Susana, m e temo que lo peor está por venir

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    1. Quieren acabar con la tradición cristiana y algunos no se dan ni cuenta. Un beso

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  7. Y ademas el Papa, que decepcion..! :(
    Un beso

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