Hace tiempo que algunos pretenden acabar con la familia como pilar de la sociedad y lo están consiguiendo. Empezaron con el divorcio, el aborto, la ideología de género y ahora la eutanasia. Pero todo eso se aglutina dentro del feminismo radical cuyo ejemplo más claro es Irene Montero. Una mujer que precisamente llegó a su posición social gracias a su relación con un hombre influyente. No es precisamente el ejemplo que yo daría a mis hijas.
Mis hijas que, por cierto son ingenieras las dos y no han tenido el menor problema con ello. Como yo en su día tampoco hubiera tenido ningún inconveniente si hubiera querido estudiar una carrera. Las historias de terror que nos cuentan del machismo son casos aislados y de hace mucho tiempo. En España afortunadamente no tenemos esa clase de problemas en general. En la mayor parte del mundo sí que existe esa discriminación, pero nadie se atreve a decirles nada.
Sin embargo, las feministas radicales han aprovechado su discurso de odio para instaurar la discriminación positiva, que no lo es, y las leyes que culpabilizan al hombre en caso de conflicto teniendo que demostrar su inocencia. Como madre también de un chico, no puedo aceptar que el bienestar de las mujeres se consiga a costa de los hombres, los cuales cada vez tienen un índice más alto de suicidios. Conmigo que no cuenten. A mí no me representan.
El feminismo radical, heredero de la Simone de Beauvoir, ha matado a la mujer. Ejerciendo una violencia sin límites, la ha desposeido de sus dones naturales. La ha desnaturalizado, y en el proceso ha animalizado al hombre. Eso es lo que buscaban y eso han conseguido. Doy Gracias a Dios de estar rodeado en mi familia de mujeres que lo son y que, como tú dices, no se sienten representadas en lo más mínimo por esa cohorte de cuatreras y cuatreros. Saludos cordiales.
ResponderEliminarCreo que somos mayoría. Un beso
EliminarSimone no podía soportar su propia vejez y por eso llenó de inmundicia las mentes femeninas. Adhiero al comentario de Peregrino, un abrazo Susana!
ResponderEliminarLeyendo sus declaraciones te horrorizas. Un beso
EliminarNunca me sentiré identificada por este grupo radical de "feminazis" que quieren machacar a los hombres y dejar a las mujeres en mal lugar con su estúpico comportamiento. Hombre-Mujer ambos a la par y cada cual con su valía se complementan...¡FEMINISTAS RADICALES NO NOS ESFRENTÉIS! Ambos son necesarios juntos y unidos por el bien de la sociedad.Besicos
ResponderEliminarEllas se lo pierden si no quieren convivir. un beso
EliminarLos radicalismos no son buenos. En mi familia no ha existido ese problema, yo también tengo una hija ingeniera y no lo ha vivido así
ResponderEliminarCuando alguien vale da igual su sexo. Un beso
EliminarLos extremos de feminismo y machismo en mi concepto traen pocos resultados.
ResponderEliminarSaludos especiales, muy querida Susana.
Sólo traen injusticia. Un beso
EliminarRicardo Tribin.Te fui a saludar a tu blog y me contestastes cosas terribles Las guardé
EliminarEres falso y machista me lastimaste muchisimo
Gracias por darme la libertad de escribir mi dolor
No hace falta ser extremista para darse cuenta de que una igualdad real no hay, que estamos mejor que en muchos lugares del mundo sí, pero aún queda mucho por avanzar. Nadie mata a la familia, sino que se ha abierto a muchas más posibilidades, cada una igual de válida que la anterior. No estoy de acuerdo con tu escrito. Un saludo.
ResponderEliminarLa familia es una. Lo demás son excepciones. En cuanto a la igualdad, a igual trabajo igual salario, con igual horario y peligrosidad. Si no es así se puede denunciar. Pero lo que no es admisible es comparar lo que es diferente. Un saludo
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