Con la intención de aclarar conceptos y tener una visión clara y objetiva sobre el tan hablado “cambio climático”, nos proponemos hacer este estudio que parte de una pregunta: ¿el cambio climático es ciencia o ideología? Expondremos conceptos demostrados por la ciencia fuera de conjeturas y estimaciones, para llegar a una conclusión empírica sin posibilidad de crítica dentro del análisis de los datos que se van a enseñar y explicar.
El efecto invernadero es la retención de la radiación solar en la atmósfera, esta radiación se genera por gases que actúan como barrera, es decir, dejan entrar la radiación, pero no la dejan salir. Hay que decir, que es un fenómeno natural sin el cual no habría vida en la Tierra, lo que tenemos que dilucidar es si este efecto se da por la acción humana y puede provocar un calentamiento peligroso. Al efecto invernadero se suele achacar el exceso de CO2 en la atmósfera, pero este gas no es exclusivo para generar el efecto, ya que se sabe que el vapor de agua también genera el mismo efecto, aunque no se conoce en qué medida. Los científicos dedujeron que tras la explosión del volcán Tonga en enero de 2022, la cantidad de miles de millones de litros de vapor de agua expulsado por él tuvo consecuencias sobre la temperatura global.
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Los físicos trataron el fenómeno de forma ordinaria durante años, lo cual hace inexplicable que durante las últimas décadas se haya convertido en una amenaza existencial, y casi apocalíptica. Durante los años 70 del siglo pasado el temor fue la posible entrada de una glaciación, la revista Time el 24 de junio de 1974 se preguntaba: ¿Una nueva edad de hielo? A finales de los años 80 todo cambió en favor de crear la alarma para evitar el “calentamiento global”. Además, se sustituyó este término, poco genérico, por el de “cambio climático”, más abierto, siempre habrá excusa para generar un ambiente alarmista: haga frío o haga calor.
Lo peor de todo esto es que las iniciativas parten de los políticos y de los medios de comunicación, sin tener en cuenta en demasiados casos, a los científicos que de verdad se encargan de ese asunto. Se suele tomar como “dogma” de fe lo siguiente: la temperatura sube y es por culpa de la acción humana. El clima de nuestro planeta es complejo y no se rige por parámetros matemáticos ni estadísticos, está en constante reajuste. Los vikingos conquistaron Groenlandia a la que llamaron “tierra verde” cuando hoy es un bloque de hielo. Además, encontraron vides silvestres en latitudes muy al norte -cosa que hoy sería imposible- y por eso llamaron Vinlandia a esas tierras (zona septentrional de Canadá).
El clima tiene una variabilidad natural, que puede posibilitar cambios rápidos. Lo importante es saber discernir cuánto hay de variación natural y cuánto de antrópico (debido a la acción humana), en el aumento de 1ºC que ha habido desde el siglo XIX. El organismo que se supone infalible a nivel mundial para realizar este tipo de estudios es el “International Panel on Climate Change” (IPCC). Depende de Naciones Unidas y de la Organización Meteorológica Mundial. Los informes que realizan son bastante complejos y lo que llega a los políticos y periodistas es un resumen, que no ha sido redactado por científicos, sino por funcionarios del IPCC.
La verdad es que los informes del IPCC no son categóricos, sino que dejan la posibilidad abierta y generan incertidumbre en gran cantidad de facetas sobre el “cambio climático”. Por este motivo trabajan con diversos escenarios denominados RCPs (Representative Concentration Pathways) y SSPs (Share Socioeconomic Pathways), que deciden la cantidad de gases invernadero que emite la humanidad, así como las estimaciones para el futuro. Los RCP van desde el más conservador que decide un incremento de 1,5ºC hasta el más pesimista el RCP 8.5 que dictamina un incremento de 5ºC, para la temperatura del planeta hasta el año 2100.
Además, el RCP 8,5, presupone que el CO2 de la atmósfera se disparará hasta los 1200 ppm, para lo que haría falta multiplicar por seis la quema de carbón durante el siglo XXI, cuando ya se sabe que el pico del consumo de carbón fue en 2013 y la curva de descenso se nota, aunque China e India sigan recurriendo al uso masivo del carbón para la generación de energía eléctrica. Por otro lado, tenemos que saber que para alcanzar esa quema de carbón probablemente no hubiese tanta cantidad en la Tierra. Sin embargo, el discurso político y mediático ha cogido esta hipótesis sin ninguna base científica, como la única de seguro cumplimiento.
El aumento de los 5ºC hasta 2100 está basado en previsiones estadísticas pseudocientíficas, sin tener en cuenta que el efecto recalentador del CO2 es imposible cuantificar. Junto al efecto antrópico, en el calentamiento también operan causas naturales (variación de la actividad solar, por ejemplo) en un tanto por ciento que no conocemos.
Después de llevar más de 30 años de alarmismo climático o calentológico podemos hacer una comparación con lo que se empezó a predecir y la situación en la que nos encontramos hoy:
1.- El IPCC pronosticaba en 1990 un aumento de 0,3ºC por década, el aumento real ha estado entre un 0,12 y 0,19ºC por década.
2.- Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos, predijo en 2009 que el hielo ártico probablemente desaparecería en 2013. El 90% del hielo de la Tierra está en la Antártida donde el hielo está aumentado. El conjunto de placas flotantes de hielo ártico está disminuyendo, pero el de Groenlandia está aumentando.
3.- Desde 1990 se pronosticó la desaparición de una cantidad determinada de islas del Pacífico por la subida de los Océanos. El 85% de las islas del pacífico están creciendo en tamaño (fuente: “Patterns of Island Change and Persistence Offer Alternate Adaptation for Atoll Nations”, de Kench y R. Ford).
4.- Se vaticinó que las catástrofes climáticas iban a aumentar – huracanes, inundaciones, etc-. Los impactos de las catástrofes naturales en 1990 supusieron el 0,26% del PIB mundial, en 2017 fueron el 0,18% (fuente: “Empirical Evidence of Declining Global Vulnerability to Climate-Related Hazards” de Formetta y Feyen).
Se ha convertido en una necesidad ideológica el fenómeno de la “emergencia climática”: la pretensión es que la temperatura óptima para la humanidad fue la del año 1850, cuando hoy en día mueren 17 veces más gente por frío que por calor. El aumento de 1ºC desde el siglo XIX ha sido favorable para la humanidad ya que las zonas cálidas son las más propicias para la vida y donde la biodiversidad es más abundante. El aumento del CO2 es beneficioso para la vida y para la vegetación al facilitar la fotosíntesis. Estudios de la NASA han demostrado que más de la mitad del planeta es hoy más verde que hace 35 años, mientras que sólo un 4% se ha vuelto más árido.
Todo lo explicado hasta este momento no implica que no haya que hacer nada para evitar el calentamiento global, sino que la idea del apocalipsis climático se debe eliminar. Aparte de que los cambios en las legislaciones en favor de las energías renovables, están siendo mucho más perjudiciales que beneficiosas para los países que las están implantando, debido al alto coste que suponen cambios tan drásticos en tan poco tiempo. Debería primar la lógica del coste/beneficio frente a la sinrazón de “salvación o aniquilación”.
La Unión Europea apenas emite el 9% del CO2 mundial y ha reducido sus emisiones un 22% desde 2005, aun así, se está auto infligiendo una transición energética precipitada y fatídica. España ha reducido sus emisiones un 20% entre 2000 y 2019; Alemania un 22%; Reino Unido un 35%. En el mismo periodo China triplicó sus emisiones. La política de la Unión Europea consiste en apostar por las energías renovables – solar y eólica-, para cerrar la nuclear (que no emite CO2) y renunciar a los combustibles fósiles. Las renovables no pueden ser la base de un país moderno, por este motivo Alemania ha tenido que retrasar el cierre de algunas de sus centrales de carbón.
El nivel del mar ha subido 1,9 cm en el último siglo, en el peor de los casos subiría dos centímetros más de aquí a 2100. El ser humano ha sido capaz de adaptarse a cambios mucho más drásticos sin la capacidad tecnológica actual, ni la que llegará en los próximos años. Las noticias con medias verdades o falseadas nos cuentan los miles de hectáreas que se perderían por la subida del nivel marino. La verdad es que la pérdida de tierra que se podría producir sería en gran medida en terrenos que previamente se ganaron al mar, desde Países Bajos hasta Vietnam. Pero claro está, que contado de esta manera el impacto de la noticia no sería el mismo. La adaptación es lo que ha permitido al hombre sobrevivir a los cambios climáticos, muchos mayores que los actuales, a lo largo de la historia.
A continuación, vamos a hacer una síntesis de cuatro aspectos relevantes desde el punto de vista medioambiental, que los sintetizamos de la siguiente forma para facilitar la lectura y la asimilación de los mismos:
1.- La masa forestal del planeta Tierra ha aumentado un 7% desde 1982. Así se desprende del estudio realizado en 2018 por “Global land change from 1982 to 2016”. El principal motivo ha sido la reforestación y el mejor cuidado de los lugares naturales. En España el dato es todavía más alentador, desde 1990 hasta la actualidad la masa forestal ha aumentado un 34% (datos de “One World in Data”). Dato que está avalado por el número de hectáreas quemadas en 2020 que fue el más bajo en los últimos 30 años, y el número de incendios totales el más bajo de los últimos 40 años (datos del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente).
2.- La calidad del aire hoy es mejor. El índice de concentración de partículas en el ambiente lo mide el PM2,5. En el año 1998 dio una concentración de 9,16 microgramos/, mientras que en 2021 fue de 7,54 microgramos/, según AQLI (Air Quality Life Index). Se considera que una concentración entre 0 y 12 no tiene peligro o casi peligro para la salud, mientras que los valores entre 12 y 35,4 son considerados como peligro para personas sensibles y de alto riesgo.
En China que es el país más contaminante, la situación ha mejorado, su peor año fue 2011 con una concentración de 52,48 microgramos/, en 2021 fue de 30,2 microgramos/. Se puede apreciar claramente que son concentraciones que en España serían impensables e imposibles de alcanzar.
3.- Cada vez mueren menos personas por desastres naturales. En los años 20 del siglo XX murieron cerca de medio millón de personas por desastres naturales, en la primera década del siglo XXI la cifra fue de 45.300 personas. El avance de la tecnología ha sido fundamental para prevenir desastres y actuar a tiempo para evitar muertes y daños materiales (datos de “Our World in Data”).
4.- Hay más agua en los embalses que hace 30 años. Este dato destaca frente al alarmismo actual sobre noticias que nos auguran un futuro casi inmediato sin agua potable, la realidad es que los embalses en España en 1993 estaban a una capacidad del 41,43% mientras que en 2023 estuvieron al 51,26%. este dato no fue puntual, desde 1993 la media anual siempre ha ido subiendo (datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente).
Los datos son reveladores por sí solos, hoy en día tenemos mayor masa forestal que hace 30 años, el aire que respiramos es más sano que hace 20 años, cada vez mueren menos personas por desastres naturales y los embalses tienen más agua. Luego deberíamos hacer algo de autocrítica, liberarnos del pesimismo institucional y mediático y, por supuesto, abandonar de forma definitiva el “apocalipsis climático”. Afortunadamente, cada vez cuidamos más nuestro planeta y los datos nos lo confirman, debemos concienciarnos en el respeto al medio ambiente, siempre de la mano del progreso y la ciencia, que como hemos visto nos ha permitido sacar de la pobreza y salvar la vida a millones de personas en un periodo de tiempo muy corto.
José Carlos Sacristán Abad
Colaborador de Enraizados y España en la Historia
https://www.actuall.com/educacion/cambio-climatico-verdades-razonables-y-razonadas/
La naturaleza hace su trabajo, nosotros podemos ayudar con los desechables, un abrazo Susana!
ResponderEliminarHay que presionar al resto del mundo o no hacemos nada. Un beso
EliminarExcelente, me ha encantado y lo he compartido
ResponderEliminarGracias
Isaac
Me alegro de que te guste. Un beso
EliminarEl cambio climático y la destrucción de la tierra es algo inevitable Puede que no avance tan rápido como los medios lo dicen pero es algo que va pasar y más si seguimos sin hacer nada. Te mando un beso.
ResponderEliminarIgual que antes hubo glaciaciones. No se puede hacer nada. Un beso
EliminarTodos tenemos que poner nuestro granito de arena, empezando por nuestra casa
ResponderEliminarAbrazos
Yo lo hago, pero no depende de nosotros. Un beso
EliminarEs una lucha contra gigantes, sabemos que siempre ha habido cambios, siempre hemos encontrado el verano más caluroso, la sequía mas alarmante, pero somos muchos y consumimos todo y no generamos nada. Lo que estan decidiendo no es bueno para el medioambiente, con as excusas siguen contaminando. Un abrazo
ResponderEliminarContaminan China, India y EEUU. Nosotros apenas. Un beso
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